PERSPECTIVAS: Tuya y mía, nuestra crisis

“No vamos a hablar de las crisis de pareja originados por la crisis económica mundial, sino la crisis mundial que viven, casi, todas las parejas: cuando lo dejan. Sin duda una crisis significa cambios, ¿o los cambios los provoca la crisis? Sea como sea, de alguna forma, el tema de la comunicación está por medio.”

«Se me vino de repente, dando pie pa´que la gente
murmurara porque sí pero a ver hoy que la encuentre
y quedemos frente a frente qué me va a decir a mí.»
—Jorge Negrete “Cocula”

 

Sin duda hablar de crisis es hablar de cambios. Hoy todo mundo habla de la crisis económica mundial, la primera que originaron los países desarrollados. Esta crisis daña el tejido social y empeora el estado de bienestar reduciendo y empeorando  los servicios sociales. El desempleo genera la necesidad de subsistir, la búsqueda de recursos y la lucha social lleva a más delincuencia, inseguridad y menor entendimiento, ¿esto lleva a peores relaciones? Por ahí leí que había menos divorcios porque la economía actual no lo permitía, no hay dinero para separarse.

Pero no vamos a hablar de las crisis de pareja originados por la crisis económica mundial, sino la crisis mundial que viven, casi, todas las parejas: cuando lo dejan. Sin duda una crisis significa cambios, ¿o los cambios los provoca la crisis? Sea como sea, de alguna forma, el tema de la comunicación está por medio.

Sin duda las relaciones personales, no solo las de pareja, también las de familias, amigos, y en general cualquiera, implican esfuerzo y entendimiento. Ya nos dice Christian González Pessoa en su artículo para esta revista Geografía Emocional (Vozed 4.01): «quizá entonces [en la prehistoria] la comunicación tampoco excedía de unas pocas palabras, porque quizá en aquel tiempo no había más. Pero seguro que eran palabras importantes. Porque lo que importaba entonces es lo mismo que importa ahora: la geografía emocional, la que da forma verdadera al mundo en que vivimos.» Una linda forma de decir que con pocas o muchas palabras lo que importan son las personas y la comunicación.

Las crisis de pareja relacionadas con la comunicación son sin dudas problemas comunes, tan comunes que son inevitables, ¿pero cómo acercarse a alguien con quien tienes diferencias?, ¿cómo hablar cuando parece que no hay comunicación? Las conversaciones de sordos y los diálogos de besugos son por todos conocidos. ¿Existen personas compatibles e incompatibles? ¿Las distintas culturas forman ópticas tan diferentes o simplemente no sabemos comunicarnos? Sin duda muchos aspectos afectan a una buena comunicación y al buen entendimiento.

Para cuando llega el momento de una ruptura vienen a la cabeza de las personas los recuerdos de aquello que fue bueno, de lo que ya no se tendrá y probablemente no habrá nunca más, esos pequeños detalles que hicieron de esa relación única. Y comienza el proceso primero de caída hasta los infiernos y luego de resurgir de las cenizas. Pero para ser un fénix necesitamos un Virgilio que nos lleve por los caminos intransitables, o no, aunque eso sea lo que creemos. En la excelente charla «¿Porque somos felices?», Dan Gilbert, profesor de Psicología de la Universidad de Harvard, explica las razones por las que cualquier persona es feliz en la adversidad, y viene a decir que todo el mundo tiene la capacidad de sintetizar felicidad, esto es, crear felicidad. Resumiendo, que salvo casos extremos, todo mundo tiene la capacidad de sobreponerse a un transe doloroso en tres meses gracias a la capacidad del cerebro para encontrar razones y caminos donde las decisiones y reacciones que tomamos ante el evento traumático son las mejores. Vamos, que todos podemos mentirnos para dar sentido a nuestra existencia y ser felices con ello. Hablando con un amigo me contaba que los recuerdos de tu propia vida son un tema llamado «narrativa vital». Esto viene a ser la historia de nuestra vida escrita por nosotros mismos, donde en función de nuestras decisiones, logros y fracasos creamos una historia coherente que da sentido a nuestro recuerdo.

Los neuro-científicos reconocen la mentira como una estrategia de la mente para vivir y sobrevivir en un mundo tan hostil, ¿por qué no pensar que si hay una crisis y el resultado no es como queríamos, el ir y volver de los infiernos es un proceso de mentirse de forma coherente?

Pero por mucho que uno tenga la capacidad de sintetizar felicidad hacen falta referencias que nos ubiquen en una situación concreta, ser coherentes con el entorno. Ya en un artículo en esta misma revista, Carne, chile y mole: las opciones para después de la ruptura (Vozed 1.11), había hablado de lo entretenido que es que todos tus amigos, y todo aquel a quien pides algo de consejo, se explaye en darte recetas para lo que tienes que hacer estando en plena crisis de pareja: ir, luchar, olvidar, re-enamorar, rogar, secuestrar, despechar,… En el texto hay una clasificación de las estrategias y opciones después de dejarlo y no importa qué decidas hacer y cómo lo hagas en el momento de tener una crisis de pareja, «todos [tus amigos] tienen una opinión, te brindan su consejo y su hombro o las cervezas según el momento.»

Volviendo al tema de la narrativa vital, Douwe Draaisma, profesor de teoría e historia de la psicología, comenta en la introducción del su libro «Porqué el tiempo vuela cuando nos hacemos mayores», que la memoria que es muy carbona. Devuelve los buenos momentos cuando lo que queremos es olvidarnos y en cambio aquellos eventos de gran éxito no hay manera de acordarnos. De hecho, los eventos donde existe el éxito nos marcan menos de lo que creemos, no los registramos, a diferencia de aquellos donde no conseguimos lo que deseábamos que los grabamos con fuego, aun en contra de nuestra voluntad. Así que, y probablemente aquí alguno  se tire de los pelos por tan osada y estúpida conclusión: ¿si la memoria graba lo que quiere, tus amigos van a decir lo que quieren, cuando estés viejo habrás inventado una historia coherente para ti y para los que la han vivido y tienes la capacidad de ser feliz en un plazo de tres meses, para que hacer –lo que sea-, y sobre todo, por qué el abismo es tan grande? Porque por mucho que nos queramos mentir tenemos expectativas. Y cumplir esas expectativas es lo  que hace más honda la crisis, más profundo el infierno en el que caemos y más larga la cuesta de subida.

En las crisis de pareja, al igual que las crean los ricos y poderosos y pagamos el proletariado, la sentimos de una manera y nos dicen que la vivimos de otra. Menos mal que no hay recetas liberales donde tenemos que ajustarnos el cinturón, no hay «planes de ajuste» donde dejar de pagar por una buena salud, la escuela y el plan de pensiones para cumplir con los pagos de la hipoteca, sino que podemos tirar la casa por la ventana, seguir en el drama o emborracharnos hasta donde queramos, es decir, hacer lo que creamos, cumplir con nuestras propias expectativas, contestar a la pregunta ¿y tú, que quieres?

Las recetas liberales son una de muchas recetas, sin embargo hay que tomar una decisión, en este caso no podemos fluir y be water como el buen Bruce Lee nos recomienda. Una vez tomada una decisión tenemos tres meses de progreso, mientras no la tomes vivirás infeliz pues no estarás listo para sintetizar felicidad sobre la opción que has elegido, pero antes de tomarla, tal vez, una vez más, vale la pena replanteártelo… sí, nuevamente.~