Los caballeros se quedan a descansar
Texto de Mariana Orantes/ intervención por Enrique Urbina
#intervenciones (abril 2018)
“Te das cuenta de que tenés un arma: la máquina de escribir. Según cómo la manejás, es un abanico o es una pistola”
Rodolfo Walsh
LA PALABRA ES materia. Desde que es papel y tinta y plástico o cualquier cosa que tenga un libro. Desde que es luz y pixeles y todo lo que esté en la pantalla de un lector. Pero la palabra también es materia porque tiene un efecto directo en nuestro cuerpo. Hace. Es una violentación al orden de las cosas porque las cambia con su existencia. Y como tal también es un vehículo para combatir la violencia porque muestra, materializa. Nos enfrenta. Pero no es omnipotente y tiene sus limitaciones: la muy vieja discusión sobre la capacidad de acción entre la pluma y la espada. La pluma está lejos de la carne; la espada realmente la toca.
¿Existirá ahora otra diferencia entre la capacidad de ataque entre pluma y el teclado?
En esta nueva entrega de #Intervenciones, dedicada a la violencia, algo se explora sobre la cuestión. ¿Qué tan lejos los que escriben y los que leen de lo que está pasando? ¿Qué tan poderoso es un texto cuyo soporte principal para la lectura y experiencia de sí es el mundo digital? ¿El internet es memoria u olvido? La violencia pasa. El problema son los motivos y los efectos. Así como la palabra y el lenguaje.
Ésta es una entrega dura. Las piezas presentadas a continuación hablan y son en el margen, que es donde siempre sucede la impunidad y el caos. Creo que el Internet como lugar sin centro, un no-lugar, es adecuado para que se tenga esta discusión a través de la acción.
Como siempre y por fortuna, las múltiples voces de los autores enriquecen la discusión y los cuestionamientos; sin embargo, hay algo en lo que todos coinciden: la violencia es innegable. Ignorarla es dejarse comer por ella.
Y ellos no lo hacen:
Mariana Esquivel, booktuber, con «Violeencias en tres narradoras latinoamericanas» enfrenta fragmentos de ficción con noticias reales sobre violencia a la mujer. El enfrentamiento en voz viva y muerta, digital, expone hechos sobre nuestros tiempos y el lenguaje que habitamos.
Augusto Sonrics mete el caos en nosotros en su pieza «Encontré una pistola en mi patio antes de aprender a hablar». La inmersión aquí es violencia y el ejercicio desbordante del poder que sugiere en el montaje de montajes/desintegraciones hace que el lector/creador se envenene de lo que elige aprehender.
Mariana Orantes en «Los caballeros se quedan a descansar» hace una crónica de la muerte de La Parkita y Especrito Jr. por un error=violencia salvaje, a través de un mapeo de símbolos, prácticas y comportamientos de lo que pasa en el margen del centro del país, Orantes recorta un episodio fractal de la violencia cotidiana e invisible que sucede México.
Guillermo Verduzco rodea el silencio que queda después de la tragedia en «Recorrido por un poblado en medio del desierto«». En lo que no dice se amontonan amores, tristezas, recuerdos, dolores y vidas. Y así estamos siempre. Es una lástima que no haya fin de los tiempos porque el deterioro nunca se termina.
Pierre Herrera explora el espacio que hay y el espacio que nos quitamos. Con «Apuntes sobre la destrucción de Osa Mayor» se plantean preguntas entre líneas. ¿El cuerpo que está es ya una violencia o lo contrario? ¿Cómo responder? La respuesta llega y se va como una memoria que se desvanece lento.
Édgar Adrián Mora narra en «Semáforo; Corazón», dos ficciones cortas, la complicada y cansada y desesperanzadora tarea de sobrevivir. No podemos estar sin quitar a otros. Hasta en el bombeo de nuestra sangre o en los sueños que más deseamos hay un intercambio: algo se pierde, algo se gana, casi nunca en la misma proporción.
(Si la sangre sabe a metal, ¿las balas y los cuchillos y los machetes saben a sangre? ¿A qué sabe la muerte?
Que se queden mis redes sociales cuando muera).~
Enrique Urbina, editor de #intervenciones.
ilustración ‘Nabucodonosor’, de William Blake
#intervenciones
» Violeencia en tres narradoras latinoamericanas, por Mariana Esquivel
» Encontré una pistola en mi patio antes de aprender a hablar, por Augusto Sonrics
» Los caballeros se quedan a descansar, por Mariana Orantes
» Recorrido de un poblado en medio del desierto, por Guillermo Verduzco
» Apuntes sobre la destrucción de Osa Mayor, por Pierre Herrera
» Semáforo; Corazón, por Édgar Adrián Mora
Texto de Mariana Orantes/ intervención por Enrique Urbina
Texto por Guillermo Verduzco/ intervención: Enrique Urbina