Nuestros héroes. Editorial #18
El deporte es sin duda no solo una actividad que nos permite estar en forma. Es el tiempo de ocio más rentable. Hace que te olvides de los problemas que te abruman por un momento. El comercial de la compañía americana Niké así lo decía “en la pista solo soy yo. Tal y como soy…”. Práctica deporte te hace consumir todas las calorías que tienes para darte bienestar físico que tanto se busca hoy en día.
El deporte forma parte de todas las formas de vida. Desde su representación mas antigua y carente de sentido lúdico como era la caza hasta las grandes citas y competencias que juntan a las mejores selecciones y representantes del mundo.
Ya sea el fútbol, el ciclismo, la natación, el karate cualquier competencia hace vibrar a sus seguidores. Es la forma más sencilla de competir. Se premia el esfuerzo, el cansancio y el trabajo. Quien gana se convierte en héroe por meritos propios, es recordado e idolatrado.
Esto por supuesto genera una forma de vida que muchos quieren. Genera movimientos de masas y genera competencia. Las masas las quieren las marcas y de aquí viene la comercialización, las grandes campañas publicitarias, los patrocinios. De la competencia y el deseo de ser héroe: los largos viajes, las sesiones de fotos interminables, el doping, las apuestas ilegales y las trampas.
¿Dónde se echo a perder todo? Donde dejo de importar el dicho aquel “lo mejor es competir”. No creo que sea lo mejor, pero no tiene meritos ganar a costa de lo que sea, el fin no justifica los medios.
Schumacher, siete veces campeón del mundo es capaz de exprimir al máximo las reglas de la competencia para ganar. Se le permite mientras el juego sea limpio. La liga italiana de fútbol, el todo poderoso “Calcio” ahora envuelto en escándalo por apuestas y manejos fuera de la cancha. En España un gran equipo de ciclismo pierde su patrocinador por prácticas de doping, en México una misma compañía tiene tres equipos en una competición siendo más del 15 % de total de competidores. Está el caso BALCO… recordemos la gran sorpresa que causo el doping de Ben Jonson.
Hay muchos casos, y hay miles más que no se conocen. ¿Cómo prevenirlo? Lo mejor pero más difícil es educando. Mientras tanto el mundo entero se rinde a sus ídolos, a aquellos que nos hacen sorprendernos por sus cualidades, por su frialdad en los momentos difíciles, por su carácter. El mundo busca héroes. Y ellos buscan ir “más rápido, más alto, más fuerte”.~
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