El sexo de la araña
Un texto de Javier Barbera /ilustración Juan Astianax
CUANDO RECIBÍ LA NUEVA propuesta de la revista Vozed (Sexo, tal cual) he de reconocer que me sofocó. Me atrevo a decir que a todos nos hubiera pasado, es curioso como no nos incomoda hablar de tortura, de asesinatos, pobreza, violencia de género, hambrunas, epidemias… ¿pero de “sexo”?, ay, ay, ay, ¿cómo vamos a hablar de eso? Tal vez porque lo confundimos con el erotismo, la lujuria más secreta, y pensar que nuestra madre pueda leer los más ocultos instintos salvajes de su querido hijito, sonroja.
Hay que reseñar que el best seller 50 sombras ha hecho mucho daño moral aparte de vender muchos “juguetes” de adultos, aunque menos mal que la trilogía la escribió una mujer… ¿Os imagináis que un tío escribiese un libro donde se humilla, veja y obliga a hacer cosas sin su consentimiento a una mujer? Cuyo protagonista es un prepotente petulante, henchido de poder y dominación… imagino que la sociedad lo admitió como a los chistes raciales, que parecen no ser ofensivos cuando un blanco se lo cuenta a otro blanco.
Estoy divagando y me distrae de lo verdaderamente importante, exponer que es para mí el sexo tal cual es, y no lo podría definir de mejor manera que llamarlo “magia”. Me explico:
Parece que todo es blanco o negro, arriba o abajo, femenino o masculino… el universo parece separarse en extremos como nos enseñan desde niños, la perenne dualidad, incluso los pequeños ladrillos que forman el infinito unidos con su magnetismo, que los atrae y repele con sus polos positivos o negativos para dar forma a lo que vemos. La cara o la cruz. ¿Entonces que es el sexo? según lo veo es un método para romper las reglas de la física, que une los imanes por la parte que parece imposible. Donde la “o” de la dualidad se transforma en “y”.
El sexo es magia por cientos de razones, una que me llama poderosamente la atención y que por mucho que me expliquen de forma teórica no consigo entender es ¿cómo se produce una vida?, ¿Como yo puedo ser el resultado de un rato de pasión? Donde dos minúsculas células se unen y empiezan a crecer y reproducirse sin parar… ¿sexo para tener sexo y mas sexo? ¿Entonces la vida es solo sexo? porque en el momento que las células de nuestro cuerpo dejan de hacerlo morimos… ¿no? ¿Morimos porque dejamos de practicarlo?
Además por más que me afane en comprenderlo hay otra cosa que me chirria en nuestra reproducción ¿porque se necesitan dos para hacer uno? ¿No sería más fácil hacerlo como la estrella de mar? Tal vez no, ya estaríamos extintos, no creo que ningún humano soportase la idea, y mucho menos el dolor de arrancarse un brazo para ver cómo crece un hijo de su miembro amputado. Viendo el sexo como método reproductivo, otras cosas asombrosas están en algunos animales que son capaces de cambiar su estado según la necesidad, de masculino a femenino y viceversa, con la única función de “mantener la especie”. Pero si hemos de ser sinceros ¿quién piensa en todo esto cuando está en faena? Buscamos el gustirinin claro, ya que si no obtuviésemos placer ¿seguiríamos dominando este planeta, o habríamos desaparecido?
Cambiando de registro es reseñable también como nos han vendido el “acto reproductivo”, de formas muy diversas y antagónicas, incluso lo han demonizado y castigado como uno de los peores pecados, pero la “magia” del sexo intervino. El resultado es que por mucho que el hombre con sus religiones, o la naturaleza con sus cientos de enfermedades venéreas lo hayan intentado, no han podido hacer que renunciemos a su deleite. Como prueba de ello estamos yo que escribo, y tú que lees. Aunque pensar ¿de dónde venimos? sea una de las cosas más difícil de imaginar, su repugnancia y rechazo no es comparable a nada al pensar en nuestros padres fabricándonos. Yo no sé a la tuya pero a mi madre no la tocaron, como a Jesús bajo un ángel y la fertilizó con el espíritu santo, ¿cómo iba a besarme con la dulzura que recuerdo después de…? Me das ganas de vomitar…
Habría que resaltar de la magia del sexo algo que por su naturalidad pasa desapercibido. Nos han convencido que para ser felices necesitamos muchas cosas, el sonreír es caro en esta sociedad, pero, ¿qué acto es más barato, sencillo, y placentero que hacerse el amor a uno mismo? ¿Quién me conoce mejor y va a saber mis ritmos, velocidad y presión? Aunque ahora recuerdo como los curas que me educaron, lo hacían con la advertencia de que se me caería el pelo, y los dedos se me gangrenarían si me masturbaba, pero lo único que consiguieron de aquel adolescente enloquecido por su recién descubierta sexualidad, es que lo siguiese haciendo compulsivamente pero con miedo y culpa. Tal vez, en parte, tenían razón ya que en la cabeza no me queda un pelo de tonto, ni de listo estoy totalmente calvo, aunque por suerte mantengo los dedos sin gangrena para poder escribir.
A veces me pregunto si el resto de los animales tienen el mismo placer emocional que nosotros, pero pienso que no. Viendo documentales y poniéndome en el puesto de macho y a mi mujer de hembra, creo que lo llevaría mal. Los orangutanes lo hacen delante de todos, incluso de los hijos, y es común que a una misma hembra la “fertilicen” todos los machos en el mismo día. No podría volver a mirar a mi orangutána de la misma manera…
Otros casos como la viuda negra es curioso, ya que el único cometido de la vida del macho es intentar el acto una sola vez antes de morir, con suerte porque si se equivoca morirá antes de probar su placentero destino. Espero que tengan religión en su especie, porque si me reencarno me volvería cura y por supuesto célibe, eso si, seguiría siendo calvo y con los dedos, perdón con las patas gangrenadas.
Los peces ni se tocan, el macho suelta su carga cerca de la hembra con la esperanza de que algún espermatozoide llegue a fecundar alguno de los miles de huevos que porta la hembra, muy aburrido. Pero si lo piensas es preocupante, miles de millones de peces, durante miles de millones de años haciendo lo mismo… ¿De verdad que es agua lo que llena el mar? Creo que no volveré a tragar más por las dudas. Con estos ejemplo quiero exponer lo diverso que puede ser, pero siempre con un único cometido, la inmortalidad. Y he aquí otra magia del sexo. Gracias a él, parte de nosotros volverá a nacer, no hay padre que no se mire al espejo al ver a sus hijos.
El sexo es magia, si no lo crees lee cualquier revista, o libro de autoayuda. Una pequeña recopilación de sus atributos: da placer, ayuda a dormir, relaja, adelgaza, aumenta la autoestima, no se gasta, se puede hacer en cualquier lugar, da felicidad, paz, no entiende de clases sociales, es democrático y además es GRATIS. ¿Hay algo mejor en la vida?
Como toda magia tiene su parte oculta, su lado oscuro. Las costumbres de los diferentes pueblos de la tierra, y del nuestro propio dependiendo de la época histórica de la que hablemos, evidencia lo sublime, cambiante y extraordinario que resulta ser algo tan sencillo. En la edad media teníamos la “prima notte”, con la que el señor “yacía” con la doncella de su reino que se casaba; la Reina debía ser fecundada delante de testigos para garantizar los genes del futuro rey; estaban los cinturones de castidad para garantizar la fidelidad de la esposa… Podríamos decir que era la peor época sexual, sobre todo para una mujer, pero desgraciadamente no es así. En aquellos tiempos no había información, ni existían los derechos humanos, y todos vivían temerosos de Dios. Ahora permitirme que me ponga serio y deje a un lado el sarcasmo que tanto me identifica.
Me parece increíble que hoy, mientras yo escribo o tu lees este artículo, a una mujer le estén sajando el clítoris con una cuchilla de afeitar oxidada; o que una adolescente se esté llenando el útero de vinagre para abortar jugándose la vida; o que un violador reconocido y reincidente este saliendo a la calle con ideas sucias; que veamos normal, y hasta llamemos con orgullo “el oficio más antiguo del mundo” cuando una mujer es obligada a practicar sexo a cambio de dinero bajo coacciones, amenazas y palizas; o que se vendan niñas a depravados que buscan mancillar sus inocentes cuerpos… ¿por qué la mujer siempre se lleva la peor parte? ¿Hasta cuándo lo vamos a permitir? Toda magia tiene su zona oscura, pero esta “magia negra” del sexo, es algo que hace que cualquier animal sea más humano que nosotros. Quizás el sexo de la araña sería el que nos mereciésemos, o por lo menos algunos hombres.~
Me ha parecido muy curioso y divertido