Construcción y pérdida de la identidad en las redes sociales
El mecanismo del anonimato en las redes sociales en las sociedades desarrolladas produce la construcción de una pseudo-realidad artificial, en unos casos se da un vaciamiento total de la identidad para conseguir una experiencia, del tipo que sea, en otros se da una reafirmación de la identidad, cuya mayor carta de autenticidad es el hecho de jugarse algo más que el prestigio al hacerla pública
Dueños de sus destinos son los hombres. La culpa, querido Bruto, no está en las estrellas, sino en nosotros mismos
William Shakespeare (“Julio César”)
Recientemente hemos asistido a un acontecimiento histórico sorprendente y de algún modo esperanzador. En varios países árabes como Egipto o Túnez, cercanos a la dictadura, los movimientos populares han tomado las calles y han provocado un vuelco del gobierno, al menos en estos dos casos. Lo que quiero destacar aquí es el papel que las redes sociales han jugado en este proceso:
En Egipto por ejemplo se pasó de 70,000 usuarios de Facebook en 2007 a cerca de cinco millones en Febrero de 2011 [1]. Desde antes del estallido de las revueltas Internet era un espacio de encuentro para debatir y criticar la actualidad, contribuyendo a una construcción de identidad social importante. Grupos como “Todos somos Khaled Said” [2] contribuyeron a que la gente viera en las redes sociales un espejo de lo que se vivía en las calles, y sirvió para aglutinar el descontento, aparte del papel activo de las redes sociales en plena revuelta como herramienta rápida de comunicación para los encuentros y manifestaciones.
Sin menospreciar lo que herramientas como Facebook o Twitter han supuesto como instrumentos para la comunicación social y cohesión de colectivos en Occidente, pretendemos trazar un paralelo con el papel que han jugado en los países de las revoluciones árabes. Desde el surgimiento de Internet, se ha notado una diferencia entre el control estatal del medio en las democracias occidentales y en países de estructura totalitaria. Mientras Occidente encomendó al mercado el desarrollo del medio y al propio usuario la censura de los contenidos, en países como China todo se sometió al férreo control estatal del Ministerio de Correos y Telecomunicaciones, así como en Vietnam o Irán.
Sin embargo, como recogía Sahagún [3] ya en los 90 ”Internet ha empezado a jugar un papel decisivo por su potencial subversivo, poniendo a disposición de los ciudadanos un poder de expresión y de publicación de sus ideas con el que nunca habían soñado”, aumentando en China durante algunos años casi el doble el número de ordenadores conectados a Internet que en EE.UU. en el mismo periodo. Intentaré explicar la relación del uso que se ha dado en diferentes casos a las redes sociales con un concepto complejo como es la identidad.
Identificación y autenticación
Desde la aparición de la fotografía en el S. XIX, la identificación de una persona, o la constatación de un hecho, pasa por la presentación de una prueba fotográfica. Una imagen fotográfica acompaña nuestro documento de identidad y la fotografía se utiliza como prueba en los procesos judiciales. Pues bien, en la actualidad con las nuevas tecnologías asociadas a Internet, la identificación pierde terreno frente a la autenticación. La primera supone la verificación de la identidad de un individuo, con mecanismos como la fotografía, la huella dactilar o la firma, la autenticación sin embargo supone el acceso a un sistema mediante un código de verificación que permite establecer una relación supuestamente unívoca entre el usuario y su perfil, por ejemplo [4].
Así como en las redes sociales no hay de momento verdaderos mecanismos de identificación (y sí de autenticación) se produce un proceso de falseamiento de la realidad cada vez más frecuente, que produce algunos efectos:
- La práctica común de subir fotos retocadas de la misma persona hace años o directamente de otras personas en los perfiles de usuarios. En el peor de los casos, mayores de edad haciéndose pasar por niños o adolescentes con finalidades pedófilas.
- Un sistema automático actualiza o publica mensajes en un perfil con finalidades económicas, utilizando fotos de personas que jamás han escrito dichos mensajes.
- Los políticos distorsionan la imagen de sus adversarios saltándose el derecho al honor y la intimidad [5].
Se ha dicho que imagen es “todo aquello que nos ayuda a poner el mundo en perspectiva (…) La noción de imagen nos ayuda a superar la oposición entre realidad y representación” [6]. Sin embargo, estas “pseudo-imágenes” lo que hacen es aumentar esa oposición, como ha comprobado cualquier persona que haya asistido a una “quedada” en persona con alguien que previamente sólo ha conocido virtualmente. Cierta incomodidad que se produce en este tipo de situaciones viene dada precisamente por esa oposición entre la representación mental que de esa persona nos habíamos hecho y la realidad.
El anonimato
El mecanismo del anonimato en las redes sociales en sociedades desarrolladas produce la construcción de una pseudo-realidad artificial, cada vez con mayor distancia entre imagen y referente. La construcción de perfil mediante el mecanismo de la autenticación se extiende a herramientas como el blog, con un diferente uso según su finalidad en el país en que surge.
En países de régimen autoritario, la efectividad política de instrumentos como el blog de Izar Abdelfattah en Egipto o “A tunisian Girl” en Túnez [7] es precisamente el hecho, no sólo de que son quienes dicen ser, sino también de que se está jugando la vida por hacerlo. Es curioso el contraste con un perfil anónimo en Occidente que persigue una finalidad que oscila entre conseguir dinero, hacer propaganda política o conseguir “amigos” (usando esta palabra con todas las precauciones posibles desde que existe Facebook).
Lo curioso en las redes sociales de contactos, por ejemplo, es que ni siquiera se persigue la construcción de perfiles originales. La lógica que manda es la misma que las de los antiguos anuncios personales por palabras, pero aplicando más tecnología y medios: “El autor de anuncios personales se dirige (…) a la población en general, poniéndose a su merced y suplicando una cita, con esta reserva tácita: Ya me lo pensaré después; de momento, sácame al terreno de juego”(…) [8] “ambos sabemos que el otro dista mucho de ser perfecto, sexy, divertido, brillante, talentoso, enternecedor y bondadoso”.
En definitiva, donde en unos casos se da un vaciamiento total de la identidad para conseguir una experiencia, del tipo que sea, en otros se da una reafirmación de la identidad, cuya mayor carta de autenticidad es el hecho de jugarse algo más que el prestigio al hacerla pública. Para concluir, es sorprendente comprobar que en todos los casos hablamos de los mismos instrumentos: las redes sociales, los blogs, las nuevas tecnologías. En unos casos, producen mayor distancia respecto a la realidad. En otros, se utilizan como herramientas para el cambio social. Si hay detractores de la tecnología per se, espero haber contribuido a inclinar su opinión hacia la cita con que he abierto este artículo: “Dueños de sus destinos son los hombres…”~
Referencias:
[1] http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/03/navegante/1296692353.html
[2] http://www.facebook.com/elshaheeed.co.uk Khaled Said, joven bloguero asesinado por la policía egipcia en Junio de 2010.
[3] SAHAGÚN, Felipe. De Gutemberg a Internet. Madrid, Estudios Internacionales de la Complutense, 1998, pág 335-338
[4] http://www.sortega.com/blog/identidad-identificacion-y-autenticacion/
[5] Recientemente dos políticos con importantes cargos en España han tenido que dimitir por el uso que de la imagen de otros hicieron en las redes sociales: http://www.lne.es/elecciones-generales-2011/20n-asturias/2011/11/10/redes-sociales-vale/1154701.html
[6] SORLIN,P. : Cines europeos, sociedades europeas:1939-1990.Barcelona, Paidós, 1996, pág.15
[7] http://ijnet.org/stories/talking-award-winning-blogger-tunisian-girl
[8] “Cartas de ruego”, en MAMET, David. Bambi Contra Godzilla. Barcelona, Alba Editorial, 2008, págs.111 a 114
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