80P1VM/10: Madrid, parada técnica

#post_80P1VM/10 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla

 

VOLVIMOS A MADRID a varias cosas: una sesión intensa de vacunas para todos los lugares que creemos que vamos a visitar; terminar de hacer la backpack y una boda gitana. La boda gitana era parte del viaje, es decir, si hubiera sido en Ginebra, Londres o Barcelona hubiéramos ido igual, ahora lo sabemos. Era una de esas fiestas que prometía diversión, alcohol, anécdotas, baile y, sobre todo, estar con mis amigos. Y así fue.

El resto de los otros 3 días, de un total de 5 en Madrid, eran pelear por sacar vacunas internacionales y rehacer la maleta. Las vacunas las ventilamos en un día. Hubo que correr mucho. A las 9:00 de la mañana estábamos en el Centro Internacional de Vacunación, donde debes decir a qué países vas a ir y en función del tiempo y el riesgo te dan más o menos vacunas. Yo iba un poco preocupado, habíamos hecho una lista previa de las vacunas que recomendaban si vas más de tres meses al Sudeste asiático y salían más de veinte. Al final solo fueron 4: Malaria, Tifus, Meningitis y Encefalitis Japonesa, esta última son dos dosis con siete días de diferencia, y cada dosis 100 euros. Todo es caro en Japón, ¡hasta las picaduras de los moscos!

Como las vacunas para los viajes no es un servicio estándar hay que pagar por la consulta, y hay que ir al medico que uno tiene asignado para que te den la receta de la medicina. Así que primero vas al Centro Internacional con una lista de vacunas que te debes aplicar pero que no todas te las ponen ellos. Las que no, debes ir al Centro de salud a que el medico te de la receta siguiendo las indicaciones de su colega anterior. Luego vas a a la farmacia del otro lado de la ciudad a comprarlas, porque, como no son medicinas comunes, no todas las farmacias las tienen. Ese ir y venir acabó a las 9 de la noche. 12 horas después de haber empezado.

Lo de la maleta tienen lo suyo también. Nos fuimos a Bristol con tres maletas y 60 kilos de ropa para 3 meses. Hemos decidido adelantar el viaje, así que Bristol solo serán 2 meses ¡¿y para qué 60 kilos!? Pues para nada. Para hacer la backpack,  en Madrid fuimos a un pequeño cuarto húmedo donde guardamos toda  nuestras pertenencias, que yo pensaba que eran pocas, y son pocas, pero seguramente de las 70 cajas que hay ahí, 50 deben ser inútiles. En una de las que sí sirve reservamos la ropa para el resto del viaje, ropa para la temporada de calor.

Logramos reducir limitando a cuatro prendas por tipo: pares de calcetines, calzones, camisas, playeras,… y nos dejamos cualquier cosa de abrigo. Solo llevamos una sudadera y una chaqueta que no abriga mucho.

—No te lleves más ropa, todo será calor, humedad, sudar, playa,… —me advirtió Arancha.
—¿No llevas nada para el frío?
—No, no. Hazme caso. A ver ¿dónde hará frío?
—Cuando subamos al Monte Fuji, en Japón, ¿o qué te crees, que es blanco en la punta es porque lo pintan?
—Será un trekking. Con una sudadera y una chaqueta tienes.
—No pienso reprimirme cuando tenga frío y no tenga nada que taparme —advertí.
—¿De verdad vas a cargar? Solo queremos llevar 10 kilos.

Tiene razón en cuanto al peso. Y yo en cuanto al frío. Para cuando llegamos a Londres estaba lloviendo y hacían 7º C, en Bristol estaba nevando.~