No nos olvidamos Croacia: 3 a 0
Por Andrés Margolles
Kuwait domina una bahía y su tamaño es apenas mayor que el de Qatar. Tiene más petróleo y fue el primero de los países del Golfo Pérsico que se desarrolló, pero la invasión de Irak demoró su crecimiento y ha terminado conformando una sociedad mucho más viva que la del resto de los emiratos.
Muchos argentinos deciden alojarse en países cercanos y viajar a Doha para los partidos, ya que el precio de los alojamientos en Qatar es prohibitivo. La temperatura ha ido bajando y no hemos visto a nadie que pasara la noche en la playa de Katara.
El Estadio Icónico de Lusail se llena con casi 90.000 personas para ver una de las Semifinales del Mundial. Argentina se enfrenta a Croacia, aquella Croacia que en Rusia nos precipitó hacia el abismo después del horror de Willy Caballero goleándonos 3 a 0. Ya no están Rebic, el autor de aquel gol, ni Rakitic, pero sigue siendo liderada por el veterano Luka Modric. Es notable lo de los croatas, con 30 años de historia futbolística, han llegado a tres semifinales.
La Argentina de Scaloni es cada vez más predecible, hoy tiene que jugar Tagliafico por el suspendido Acuña, y vuelve a la titularidad Paredes para deshacer la línea de tres centrales sin arriesgar demasiado. Di María se queda en el banquillo, pero juega Rodrigo De Paul, tocado y todo, juega igual. Somos favoritos, se supone que tendremos la pelota, y Messi tendrá que resolver. Dirige el italiano Daniele Orsato, probablemente el mejor del Mundial.
Cuando a los diez minutos, la hinchada argentina se levanta al grito de “Diego, Diego” todavía no ha pasado nada, la pelota se la han prestado los dos equipos, apenas se lucieron los dos mariscales centrales, el Cuti Romero por un lado y Josko Gvardiol por el otro. El diez que primero aparece es Luka Modric.
Pero cuando la empieza a tocar el diez nuestro, empiezan a pasar cosas, y se levanta la hinchada y la Argentina empieza a dominar, y llega con un tiro lejano de Enzo Fernández que no puede retener Livakovic. En Croacia, el que cambia el ritmo es Kovacic, y el que tira un caño de ensueño es el talentoso Modric.
Un pase estupendo de Enzo Fernández lo deja solo a Julián Álvarez entre los dos centrales, el mano a mano con el arquero lo resuelve tocándola por arriba y Livakovic se lo lleva por delante. Orsato no duda, penal y amarilla. Le va a pegar Lionel Andrés Messi. El diez le revienta el arco al atajapenales Livakovic. 1 a 0. Messi lo alcanza a Mbappé como goleador del campeonato.
Croacia se adelanta inmediatamente con la responsabilidad de ir a por el empate y la Argentina lo remata de contraataque con la genialidad de Messi y la velocidad de Julián. Después del toque del diez Julián arranca desde su campo y se mete entre toda la defensa croata, se lleva dos rebotes y define otra vez igual frente a Livakovic que ahora no lo toca. 2 a 0. En cinco minutos la Argentina saca una ventaja decisiva.
Messi se ha despertado y ha puesto a jugar a la Argentina, De Paul saca un derechazo que se va rebotado al córner, y el córner lo cabecea Mac Allister y la salva Livakovic sobre la línea. Ahora es una avalancha, y cuando aparece la calidad de Luka Modric le responden los reflejos del Dibu Martínez. El primer tiempo se termina con Messi gambeteando a todo Croacia, la tira por un lado, la va a buscar por el otro, la pisa entre dos, al final lo bajan, y Orsato se apiada de los croatas y termina el primer tiempo.
Croacia hace tres cambios ofensivos pero el que frota la lámpara es, otra vez, Leo Messi. Se encuentra con Enzo, el volante se la devuelve, y el zurdazo del diez lo tapa Livakovic. Julián Álvarez los corre a todos, recupera, lo persigue a Modric, es un escándalo lo que corre ese chico, la tribuna se levanta al grito de “Julián, Julián”.
Volvemos a cerrar el partido con defensa de tres centrales y el Dibu descolgando centros como lo que es, el arquero más seguro del mundo. Y entonces el mejor jugador del mundo termina de rematar la venganza, saca a pasear a uno de los grandes centrales de los próximos años, el pibe Gvardiol va para acá y para allá, Messi lo hace dar como veinte vueltas mientras avanza hacia el arco, al final lo deja atrás, levanta la cabeza, y le sirve el gol a Julián Álvarez. Sí, el que está en todos lados, la empuja a la red. 3 a 0. Un festival. La revancha competa.
En Croacia queda la dignidad de Perisic que prueba al Dibu de tiro libre, y como ve que es imposible, peina un centro en el primer palo al que no llegan sus compañeros por poco en el segundo. Se va de la cancha Rodrigo De Paul, hay que cuidar al guerrero para la final. Se va Luka Modric, hay que aplaudirlo.
El que ha entrado es Paulo Dybala, y la Joya tiene tiempo de ponerle un pase hermoso a Mac Allister cuyo derechazo se va muy cerca del palo. Ahora el partido está en la tribuna, la canción “Muchachos” desborda el estadio. El partido ya no tiene nada más que darnos, esta vez se ganó sin sufrir. Argentina 3, Croacia 0. Se creían que no nos acordábamos, la teníamos guardada Luka, no es nada personal, pero ahí vuelven los tres.
Sigue la racha, la Argentina jamás ha perdido una Semifinal en un Mundial. Ocho años después, volvemos a la Final del Mundial, por eso la hinchada lo despide al equipo con “el domingo, cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”. Los jugadores no se van, siguen saltando, De Paul todavía tiene piernas para esto, y Julián, ¿dónde está Julián? Si no hubiera un extraterrestre, se diría que ese chico que lleva la nueve es el mejor jugador del mundo.
Andrés Margolles
Al Daayen, Qatar, 13-12-2022
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