Francia y la rutina de ganar
Por Andrés Margolles
El desierto de Qatar, al sur de Doha, pasando la última ciudad que se llama Mesaieed, se transforma. Esa mezcla de tierra y grava se convierte en hermosas dunas de arena que ondean paralelas al mar. Las carreteras acaban en Mesaieed, a partir de allí, poderosos todoterrenos se internan entre las dunas, subiendo y bajando, hasta encontrarse con hermosos lagos interiores de agua salada.
Atravesamos Qatar de sur a norte, desde Mesaieed hasta Al Khor, para presenciar el último partido de los Octavos de Final, quizás el más esperado de todos. La campeona del mundo Francia se enfrenta con la siempre candidata Inglaterra. Jugarán en el Estadio Al Bayt, el más bonito del Mundial, la tienda beduina gigante en medio del desierto, del desierto de gravilla.
Antes juegan la sorprendente Marruecos y Portugal. En una de las pocas llegadas marroquíes, llega un centro bombeado al área portuguesa y Diogo Costa sale confiado a atrapar el balón. No se imagina que hay alguien que puede elevarse mucho más allá de lo imaginable, nosotros sí, nosotros hemos visto a Youssef En-Nesyri marcarle un gol desde el cielo a España en el pasado Mundial, nosotros hemos visto a En-Nesyri elevarse por sobre los techos de Leganés. Y viene volando el centrodelantero marroquí, y cabecea por delante del arquero portugués, y es gol de Marruecos, y delirio en el mundo árabe. Ahora hace falta aguantar la avalancha portuguesa, para eso tienen a otro hombre del Sevilla, el arquero menos vencido del Mundial: Yassine Bounou. Saca una mano estupenda a un zurdazo de João Félix y ataja el único tiro, ladino, del recién ingresado Cristiano Ronaldo en su último partido mundialista. Marruecos 1, Portugal 0. Primera vez en la historia que un equipo africano llega a las Semifinales de un Mundial, además es un equipo árabe, orgullo de la región.
En el Estadio Al Bayt, Inglaterra y Francia no presentan ninguna novedad en sus alineaciones. Los ingleses ponen su equipo de gala, sin Raheem Sterling, que ya está en el banco de suplentes. Los franceses insisten en los cuatro delanteros, con el aspirante, Kylian Mbappé, a la cabeza.
El duelo del partido está entre Antoine Griezmann y Jude Bellingham, el mejor jugador del Mundial pasado y uno de los mejores de éste combaten en el medio, tanto en la creación como en la destrucción. La primera es de Griezmann, abre para el desborde de Dembelé y el centro lo cabecea Giroud a las manos de Pickford.
Francia toca bien el balón en la puerta del área, Mbappé arranca, Dembelé se la da al cerebro de Griezmann, recibe Aurélien Tchouameni y desde afuera del área saca un imprevisto derechazo al que el modesto Pickford no llega. Gol del nuevo fichaje del Real Madrid, del que tiene raro apellido, sí, Tchouameni. 1 a 0. Muy temprano, como para que sea un partidazo.
Ahora Saka se pone a gambetear en serio y Rabiot lo baja en la puerta del área. El tiro libre de Shaw va a las manos de Lloris. Harry Kane empieza a hacer magia, como la hace él, sin varita, con el cuerpo nomás, se saca de encima a Upamecano y se queda mano a mano con Lloris que lo achica muy bien. Upamecano no puede con el mago Harry y lo baja en la línea del área, el brasileño Sampaio no ve la falta, pero el VAR la revisa un rato largo, ¿es adentro o es afuera? Parece que fue afuera. Harry no para, recibe afuera del área y lo hace volar otra vez a Lloris.
Francia interrumpe la función de Harry con una jugada preparada, la mete Theo Hernández para Mbappé, y el zurdazo del aspirante se va a las nubes. Se acaba el primer tiempo con otro córner para Inglaterra que no llega a rematar Harry Maguire. Un gol, no hizo mucho más Francia, pero qué difícil es remontar un gol.
Southgate no toca nada para el segundo tiempo. Otro córner, y el despeje le queda a Bellingham en la frontal, derechazo espectacular que saca Lloris, que ya es figura, aunque en el córner titubee ante la presencia del gran Maguire. Encara otra vez Bukayo Saka, se encuentra con Jude Bellingham que se la devuelve con jerarquía, Saka se va de Tchouameni, y el del raro apellido lo baja en el área, muy imprudente, penal. Es el turno de Harry Kane. Se toma su tiempo, no hay galera, no hay conejos, es un derechazo inapelable. Es el empate merecido. 1 a 1.
Mbappé vuela por el andarivel izquierdo, se lo lleva a Walker y su centro no lo pueden empujar ni Giroud ni Dembelé que se trastabilla con el balón. A Saka solo lo paran con falta, y el centro de Henderson lo cabecea el de siempre, Harry Maguire, al ladito del palo, Lloris no llegaba. Inglaterra quiere más, Francia espera su momento.
Dembelé le gana a Shaw por arriba y se la baja a Giroud que en el punto penal cabecea al gol pero se encuentra con una impresionante respuesta de Pickford. El córner tirado por Griezmann lo despeja la defensa inglesa, pero la pelota vuelve a los pies del Principito. De los pies de Griezmann sale un centro precioso a la cabeza de Olivier Giroud que está en racha, le gana a Maguire y su cabezazo pega en el central, descoloca a Pickford, y se mete. 2 a 1. Otra vez a remar Inglaterra.
Pero Theo Hernández lo empuja sin sentido al recién ingresado Mason Mount cuando entraba al área en busca de un centro que no iba a ningún lado. Sampaio dice que no pasó nada, pero el colombiano Gallo lo llama desde el VAR y revisando el empujón en cámara lenta no hay dudas. Penalito para Inglaterra. Penal para Harry. Pero Harry Kane, el mismísimo Harry, la tira arriba, muy arriba, afuera, es el fin de Inglaterra.
Los últimos centros ingleses los descuelga Hugo Lloris, ya gran figura del partido. Harry Maguire encuentra una por abajo y fuerza el último tiro libre en la puerta del área. Le pega Rashford y la pelota se va al techo del arco. Final. Francia 2, Inglaterra 1. Lo celebran los jugadores franceses corriendo hacia sus aficionados. No se lució Mbappé, ni siquiera Griezmann, pero tuvo una gran efectividad y la solvencia de la campeona del mundo. Ponen el cetro en juego, no será fácil arrebatárselo.
Andrés Margolles
Al Khor, Qatar, 10-12-2022
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