Mirada Porteña: Chiquito, pero el mejor
En la secundaria teníamos un equipazo, aunque siempre perdíamos contra algún curso mayor, o de la tarde. El puntal del equipo era Nito, nuestro arquero volador, que sorprendía en esos arcos de once.
Sergio Germán Romero mide un metro noventa y dos centímetros, por eso le dicen “Chiquito”, ironías argentinas. Se ha convertido, desde sus 23 años, en el Mundial de Sudáfrica, en el titular del arco argentino.
Nito no era aquel gordito dueño de la pelota al que todos mandábamos al arco. Había nacido el más pequeño de tres hermanos y se pasaba todos los días revolcándose mientras sus hermanos lo probaban durante toda la tarde.
El “Chiquito” nació en Misiones, también tuvo dos hermanos mayores que se cansaron de tirarle penales. Por eso esta noche contra Holanda, Sergio Romero volaba para atajar el penal de Vlaar como se lo atajaba a Oscar, y se lo paraba a Sneijder como se lo hubiera parado a su hermano Marcos.
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