El público está fuera

Hay que «incorporar la cultura a la vida cotidiana del público de forma natural. […] Proponemos que sea la gente misma la que, al igual que en internet, genere el contenido y lo comparta», dicen en Lagaleriademagdalena /fotografía David Hornillos.

Menos mal que la historia viene demostrando que las revoluciones artísticas más importantes han surgido como consecuencia de las crisis socioeconómicas más profundas, o de los desastres políticos más intensos y, a pesar de la trágica crisis española (los más de 4 millones de parados, la falta de alicientes y de esperanza laboral de los jóvenes, las manifestaciones y huelgas casi diarias, las noticias desoladoras, el creciente número de personas que han perdido su casa y la subida incesante de los impuestos), en los últimos años han surgido un montón de maravillosas iniciativas ciudadanas que no esperan a que las Administraciones resuelvan los problemas, sino que toman las riendas y plantean nuevos formatos de relación que cubren necesidades sociales latentes. Ya sea creando artefactos para medir la calidad del aire, dándole la vuelta al barrio para convertir un espacio vacío en una zona verde, distribuyendo Internet a lugares donde no llega bien, o, como en el caso de Lagaleriademagdalena, convirtiendo áreas infravaloradas del espacio público, como solares o vallas de obra, en galerías de arte donde todo lo que se expone se regala a los viandantes (#Regalosurbanos), consiguiendo una revolución cultural a través de la democratización del arte.

Y es que, estamos en un momento en el que hay que replanteárselo todo, la economía, las relaciones sociales o el uso del espacio público. La manifestación más notoria de expresión ciudadana se realizó durante las protestas del Movimiento 15M, pero aquello no sólo fue una protesta política, aquello fue una gran obra de arte. De la nada se formó una comunidad y se propuso un uso del espacio público que abarcaba todos los aspectos de la vida: se vivía, se dormía, se comía, se meditaba, se gritaba, se escuchaba música, se tocaba música, se bailaba, se cantaba, se discutía de política… y lo que comenzó en la Puerta del Sol de Madrid como un laboratorio a escala 1:1 de una nueva forma de concebir el mundo, fue ocupando cada vez más área del espacio público en forma de asambleas que todavía hoy en día continúan en activo. El movimiento 15M se expandió por toda la geografía española, y en todo este crecimiento viral organizado, las redes sociales e internet jugaron un papel decisivo.

Madrid se ha convertido en un laboratorio de expresión en el que la participación ciudadana, es parte de la vida.

En este contexto nació Lagaleriademagdalena (2011- hasta hoy). Un proyecto donde tal y como nos replanteamos el modo de entender el arte, el modo de exponer, lo que debería ser una galería, el modo de romper las barreras entre las instituciones culturales y el público general. Nuestro modelo de galería urbana versa sobre los procesos de transformación de la ciudad a través de paradigmas de cultura abierta y copyleft. Traslada a los espacios públicos los valores establecidos en internet, como son generar una comunidad abierta y regalar y compartir el conocimiento.

[pullquote]Primero con internet, después con las redes sociales y por último con la llegada de los smartphones que hacen que la vida sea parte de todas las personas en todo momento, estamos seguras de que hoy «uno es lo que comparte.[/pullquote]

El mundo está cambiando. En la Antigua Grecia la filosofía al preguntarse «¿qué somos?», se respondía «uno es lo que es». Hasta el siglo XVII los cartesianos se plantearon que quizá «uno es lo que piensa», y en el S.XX Nietzsche u Ortega y Gasset parecían estar a favor de la idea de que «uno es lo que hace», y aunque a final del S.XX parecía que estábamos en la era más cutre donde «uno es lo que parece»; ahora mismo, primero con internet, después con las redes sociales y por último con la llegada de los smartphones que hacen que la vida sea parte de todas las personas en todo momento, estamos seguras de que hoy «uno es lo que comparte». En internet encontramos millones de editores de información y de comisarios de arte que comparten su punto de vista constantemente con los demás.

No estamos seguras de qué es arte hoy día, pero de lo que estamos seguras es de que el arte no puede ir separado de la sociedad, no puede excluir a la gente. De hecho –para nosotras– la nueva forma de hacer arte es precisamente provocar el encuentro entre los creadores y el público, es ese nuevo espacio de relación.

Nuestra propuesta es incorporar la cultura a la vida cotidiana del público de forma natural. Es más, proponemos que sea la gente misma la que, al igual que en internet, genere el contenido y lo comparta. Lo primero es generar una comunidad heterogénea creciente que se relacione cómodamente entorno al arte. El papel de los comisarios y de las galerías debería ser un catalizador de experiencias entorno a la cultura pero también el de un transformador social.

Lagaleriademagdalena | fotografía de foto_Luis Daza

Lagaleriademagdalena | fotografía de Luis Daza

De esta forma Lagaleriademagdalena intenta funcionar como plataforma que comunica el espacio público, con el arte y con los ciudadanos a través del concepto de «regalo». Por un lado, realizamos ejercicios de microurbanismo y empoderamiento ciudadano reinterpretando los espacios públicos infravalorados –vallas de obra o solares–, como espacios de oportunidad en los que generar galerías de arte efímeras, donde todo lo que se expone se regala a los viandantes: #RegalosUrbanos. Por otro lado entendemos Internet como una extensión del espacio público: nuestro proyecto trabaja de forma híbrida y complementaria en el espacio físico y en el espacio digital, por lo tanto internet para nosotras, es parte de la exposición, una ventana que nos permite la posibilidad de comunicar múltiples usuarios permitiendo así, que se puedan realizar exposiciones multiparticipativas con ciudadanos de cualquier punto del planeta que quieran compartir su obra o comunicarse con el autor de otra. Los proyectos que hacemos, empiezan en el plano físico y continúan en el digital o viceversa, lo que ha ido conformando una comunidad creciente.

Por su parte, Internet también se convierte en una plataforma de exposiciones donde todo lo expuesto es copyleft, descargable y reproducible en alta calidad. Así, todo el mundo puede adquirir fácilmente una obra de arte.

El lugar que más frecuentemente intervenimos en Madrid dada su adaptabilidad formal y plástica es la valla de obra del Teatro de la Comedia en la calle Príncipe 14 de Madrid. Se trata de una gran valla metálica negra, lisa, como si de una pizarra se tratase, que nos permite utilizar imán como modo de sujeción de las obras y que actúa como un perfecto telón de fondo para cualquier intervención plástica que realizamos sobre ella. Además la calle Príncipe se encuentra en el centro de Madrid a tan sólo 5 minutos de La Puerta del Sol a pie. Pertenece al barrio de ‘Las letras’, uno de los más concurridos del centro de la capital. Por esta calle pasan a diario cerca de 14.000 personas entre las que se encuentran turistas, domingueros, vecinos… un público heterogéneo tanto en el plano social y cultural como en el generacional. Y todo este público diverso muestra interés por nuestra instalación.

Ahora mismo estamos inmersas en el lanzamiento de un nuevo proyecto llamado #FollowFridays que consiste por un lado, en reactivar las galerías de arte de Madrid con un movimiento artístico alternativo, por otro lado conseguir espacios para que artistas emergentes o fuera del circuito, o que simplemente les apetezca participar, puedan exponer y finalmente propiciar una plataforma en la que el público puede acceder al arte fácilmente. Para ello proponemos crear un evento un viernes una vez al mes, donde se genera una ruta de galerías, siempre cambiante, que ceden una pared o un trozo de pared para hacer una exposición colectiva de bajo coste con obras de pequeño tamaño. Así que esperamos conseguir que de esto salga algo bueno para todos.~

 

Raquel Congosto (Madrid, 1978) y Isabel Arenas (Madrid, 1978) forman Lagaleriademagdalena. Tras su licenciatura en la Escuela Técnica Superior de Madrid de Arquitectura, ambas con Notable, se dedicaron durante un tiempo a trabajar en distintos estudios de arquitectura e incluso a la edición impresa en la revista Arquitectura Viva. En Enero del 2011 nace Lagaleriademagdalena como un proyecto de microurbanismo y un ejemplo de empoderamiento ciudadano. Durante este tiempo han realizado ya más de 100 exposiciones en el espacio público, de las cuales han creado el contenido en más de 46, mientras que en las otras llevan a cabo un trabajo de comisariado y en general actúan como constantes creadoras de ideas y de oportunidades.

Lagaleriademagdalena, como proyecto, ha sido seleccionado y ganado distintas convocatorias como Transitarte, la XII Bienal de Arquitectura y Urbanismo, Arquía Próxima 2014 y recientemente ha sido ganador del concurso de emprendimiento social de Unlimited Spain, que supone una ayuda para profesionalizarse como empresa social. La página web es http://lagaleriademagdalena.com/

Fotografías de David Hornillos (www.davidhornillos.es) y Luis Daza.