El decálogo del buen amante

Quieres un affaire y ser un buen amante. ¿Cómo saber si lo eres? Aquí tienes el decálogo del buen amante.

 

Como un buen amante, no hay que perder tiempo:

1.- Nadie se entera. A menos que claro, esto trascienda, pero eso es imposible y nos lleva al punto número dos, que es:

2.- No trasciende. Que irremediablemente arroja al punto 3, que pensarán que entonces, si no trasciende se debe a que los amantes están conscientes de que no se deben inmiscuir sentimientos y efectivamente así lo es:

3.- No inmiscuir sentimientos. Lo cual nos hace quedar ante el amable lector como monstruos insensibles y arrojados al placer carnal, pero no. No es sólo eso, se trata de algo más maquiavélico y elegante (que le evitará como amante y en su vida diaria muchas catástrofes) la Sutileza. Esto hace falta para ser un experto en el arte amatorio y como no lo incluía, cambiaré el antiguo 4 y la pondré

4.- Sutileza. Nos pasamos sin mayor reparo al 5:

5.- No presumir. Si va usted a tener un amorío secreto, un amante a escondidas, un hombre prohibido, vale más no ir pregonando si es que se desea no perderlo y en cambio sí conservarlo, como una de esas joyas de la realeza ocultas de la familia. Nada es peor que presumir algo que no se tiene (nada tal vez, salvo los tediosos e inútiles decálogos).

6.- Tiempos y horarios. Querido lector, si usted quiere ser un buen amante pero uno de esos de a de veras, a la antigüita, no hostigue al amado en cuestión. No le envíe inbox, mensajes directos, whats, videollamadas ni señales de humo todo el día, no señor. Tampoco le fije tiempo ni hora obligatoria, como si esto se tratara de un trabajo y no de una sabrosa y pecadora diversión.

7-. Sea directo. Diga usted lo que quiere, donde lo quiere, suave o lento y cuando lo quiere. No se cohíba, para eso es su amante y no su esposo. Eche usted a volar su imaginación (no me hago responsable de las consecuencias de esta sugerencia) Escape, ría, corra, saboree, amarre. Si no sigue estás recomendaciones podrá correr el riesgo de caer en un noviazgo o peor aún, de caer en la terrible maldición de que su amorío llegue a parecerse a un matrimonio.

8-. No mordidas. O mejor sí y olvidemos este punto.

9-. O no mordidas en el cuello, en el pecho y evite que florezcan esos terrible hematomas que emergen como germen del amor en los momentos menos deseados. Como cuando se va a un viaje de trabajo, o tiene una presentación importante, evite cerrar su mandíbula y labios sobre el pecho, cuello u hombros del amante. Evite que los demás descubran y reconozcan que las horas que pasa usted, como buen amante, dan resultado y han valido la pena. Vaya a los primeros puntos del decálogo y haga que tanto su amante como usted se vean presentables y no como succionados o recién caídos de las escaleras.

10-. Si alguno de los puntos de este decálogos le causa alguna decepción, ruptura, problema legal o migratorio recuerde que -yo sobre todo y aquellos fieles que han seguido cual religión este decálogo- no aceptamos quejas. Todos los daños o perjuicios sufridos, son riesgos que como buen amante, usted debe estar arriesgado o correr. Porque ser amante es como pertenecer a un gremio, hay reglas, hay decálogos en esta pecadora – a veces insana-pero emocionante situación. Ser amante puede convertirse en una forma de vida, por eso este decálogo, aprenda querido lector que es todo un arte el ser un buen amante.~