Terror y terrorismo en el mundo. Editorial 2.4

El terror tiene miles de formas de mostrarse. Últimamente el terrorismo como método de convencer a otros se ve en todas partes, y más aun, se ha diversificado y se ha expandido en miles de formas y manifestaciones a lo largo del planeta. Esto no es nuevo, a lo largo de la historia las distintas formas de presión, persecución, guerra y resistencia han sido actos terroríficos, que a estas alturas denominamos con la palabra terrorismo.

Hay episodios que se recuerdan con indignación en la historia reciente. Argentina bajo el terror de la dictadura militar, de la cual se cumplen 30 años, sigue con veintidós mil personas desaparecidas; esto, claro está, extraoficialmente. Actualmente “sólo” hay reconocidos nueve mil en los archivos del ejercito (“Kirchner pide a la justicia que anule los indultos a los militares”, El País, 25 de marzo de 2006.) ¿Fueron estas prácticas militares de represión, terrorismo hacia sus propios ciudadano, opositores al régimen?

El terror que origina al mundo entero una guerra como la de Irak se ha transformado en terror a una guerra civil para la gente que ha vivido bajo treinta años de una despiadada dictadura. El “presidente de la guerra”, como le gusta autodefinirse a George W. Bush está acabando con el margen de maniobra que tenía al iniciar la “guerra preventiva”  que vendía al mundo para combatir y luchar contra el terrorismo islámico. Pretendió así, inexplicablemente, combatir terrorismo con terror. ¿Es una guerra que inicia por criterios económicos y que deja aun más desamparados a los ciudadanos de ese país, una forma de terrorismo?

Para controlar las protestas contra los contratos basura, que se han aprobado en Francia por parte del Primer ministro, se utiliza el implacable terror de la represión policial. Lo mismo pasa en Bielorrusia, donde el actual presidente, reelegido al parecer en elecciones fraudulentas, pretende callar con la policía las protestas que sus ciudadanos reclaman en la calle. ¿Son las prácticas de represión y disuasión de la policía contra una manifestación civil una forma de terrorismo?

Usar la violencia de la policía de forma sistemática termina convirtiéndose en una práctica institucionalizada de terror gubernamental. Prácticas que se llevan a cabo de forma clandestina, aun en democracias aparentemente estables, como recientemente ha salido a la luz en México gracias al documento de Amnistía Internacional “México – Bajo la sombra de la impunidad” publicado en el portal Derechos.org, donde se denuncian desapariciones y violaciones de los derechos humanos contra ciudadanos incómodos para el Estado. ¿La violación de derechos humanos de forma sistemática e institucionalizada es una forma de terror? Evidentemente sí. El terror y el terrorismo se utilizan a lo largo del planeta con distintos motivos y formas con una facilidad pasmosa.

Está el terrorismo islamista, que según Álvaro Matud Jurista en su ensayo “Ante el terrorismo” (vozed 1-5, Abril 2005), uno de los artículos más populares de esta revista, “todas las medidas apuntadas, aunque necesarias, aparecen como insuficientes ante un enemigo fuertemente enraizado en unas convicciones que le llevan a aceptar hasta la propia muerte con tal de lograr sus objetivos.”

Entre tantas formas de terror existen periodos de lucidez. El desarme final y completo que ahora se quiere comprobar en Ulster (Irlanda del norte), o el anuncio del alto el fuego permanente de ETA en España abren caminos de esperanza para las sociedades que atacaban y para el mundo en general.

Las distintas formas en que se manifiesta el terror, así como los actores que utilizan el terrorismo como medio de presión en vez del diálogo, son alarmantes. Pero siempre queda oportunidad para el entendimiento a través del diálogo. Esperamos que por el bien de todos, el terror y el terrorismo en el mundo, terminen de una vez.~