Crisis millonaria: River al descenso
PRIMERO FUE SAN Lorenzo. Luego Racing, después Huracán. Ahora, 80 años después del comienzo del fútbol profesional, el Club Atlético River Plate se fue al descenso. Se lleva consigo la historia más grande del fútbol argentino, nadie ha salido Campeón más veces que River. Pero la Historia avanza, tan solo Boca e Independiente quedan impolutos en Primera División.
Nadie lo quiere creer en el pituco barrio de Núñez. Nadie lo puede creer sobrevolando el Estadio Monumental, de lejos el mejor de toda la República Argentina, propiedad de River. No lo quieren creer sus miles de socios, que no solo van al fútbol, sino que disfrutan del Club con las mejores instalaciones deportivas, y hasta una institución educativa. No lo pueden creer los millones de hinchas que tiene desparramados por todos los confines de la Argentina y el Mundo.
Tampoco es fácil explicarlo en términos futbolísticos. Hablar de River es hablar de “La Máquina”, que creó un estilo que luego Labruna supo mantener rodeado de todo tipo de cracks. Es hablar de ese Labruna que volvió como técnico para encumbrar al equipo de Alonso y Passarella. Es hablar de Enzo Francescoli, del Burrito Ortega, de Pablito Aimar y ese equipo al que le salía fútbol por todos lados. Aún hoy es posible ver en los pies de Buonanotte o Erik Lamela, la herencia de ese fútbol virtuoso.
Pero River era demasiado grande para enfrentarse a la lucha por no descender. No había estado nunca en esa situación, y parecía imposible que el equipo de Carrizo y Pavone pudiera perder la ventaja que llevaba sobre equipos claramente inferiores como Arsenal, All Boys, Olimpo, o Tigre. Fue perdiendo puntos increíbles hasta llegar a un partido a vida o muerte contra Belgrano de Córdoba en el Monumental. Y otra vez, con todo a favor, ganando desde los 5 minutos, el fantasma del descenso lo poseyó y se lo llevó a la B, como jamás pensaron que podía pasar.
Por supuesto que al fantasma hubieron de ayudarlo. El expresidente Miguel Ángel Aguilar quedará marcado para siempre por una gestión desastrosa, que llevó al club más poderoso de Sudamérica a la bancarrota cuando contaba con una cantera exquisita, con instalaciones de primera, con el negocio del fútbol en pleno apogeo. Hace seis meses asumió un emblema de la institución, Daniel Alberto Passarella, pero no fue capaz de revertir la situación, y se fue al descenso con su querido River Plate.
Los hinchas más fanáticos ya se están movilizando para que “no se manche” la camiseta, y proponen que la “franja roja” no pise los campos de la B Nacional, sino que se jueguen todos los partidos en esa categoría con una camiseta con una “franja negra”, que indicaría que el club está de luto, y evitaría que en los análogos de la historia figuren partidos de la camiseta de River jugando en la B.
Pero River, el equipo con más títulos en Primera, tendrá que jugar en la B, en un Campeonato que se nos antoja maravilloso, con Rosario Central, Huracán, Gimnasia y Esgrima La Plata, Ferro Carril Oeste, Quilmes, será un torneo de partidazo en partidazo, sin contar con los históricos viajes para jugar partidos oficiales a Paraná, Puerto Madryn, Mar del Plata, Corrientes… Es muy probable que las recaudaciones del Campeonato de la B Nacional supere varios fines de semana a lo recaudado en Primera División.
Mientras el Monumental se engalana para recibir la Copa América, el mundo del fútbol ya piensa en ese primer partido de River en la B, contra Chacarita Juniors, y ese mismo Monumental volverá a estar lleno, más lleno que ningún estadio de Primera. Con franja roja o negra, el fútbol millonario seguirá maravillando en el campo, con la calidad de siempre, ahora con Cavenaghi, mañana, otra vez, con Buonanotte y Lamela.
De lo que nadie duda es de que River volverá. Volverá y sus hinchas, los mismos que destrozaban el barrio por haber dado un paso en falso en la Historia, festejarán por las calles de Núñez el regreso, que los encontrará más ricos que nunca. Eso es seguro, es seguro que volverá, por todos los hinchas de todo el país, de todo el mundo, que siguieron, siguen y seguirán a River por y para siempre. Si hasta mi vieja es de River…
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