El mejor jugador del mundo
Por Andrés Margolles
Elegimos la playa de Katara, una de las más bonitas de Doha, para relajarnos antes del ya decisivo partido de esta noche contra México. Dicen que habrá unos 35.000 argentinos en el Estadio Icónico de Lusail esta noche, “y 800.000 mexicanos” le responde una argentina bajo un tinglado de los que hay dispuestos en la playa, cansada de encontrase con un pinche güey en cada rincón de Qatar. “Hoy hay que gritar mucho” le responde su marido, y es que los argentinos también jugamos cuando juega la Selección, así somos, cada uno con nuestro ritual, con nuestras cábalas, pero jugamos todos.
A las pantallas gigantes que hay en el paseo marítimo de Katara solo le presta atención un buen grupo de tunecinos, que sufren al ver el cabezazo del australiano Mitch Duke que supondrá el único gol del partido. Australia 1, Túnez 0. A los canguros les valdrá un empate contra Dinamarca en la última jornada para pasar por segunda vez en su historia a los Octavos de Final.
Una hora más tarde, los saudíes abandonan la Mezquita Dorada de Katara para sentarse a rezar frente a las pantallas. Los argentinos también, nos viene bien una victoria de Polonia frente a Arabia Saudita. En la primera llegada polaca, Lewandowski se va del arquero y toca atrás para que Piotr Zielinski ponga a los europeos en ventaja. Pronúncienlo como quieran, pero nuestro héroe se llama Wojciech Szczesny, le ataja un penal a Al Dawsari, le saca el rebote a Alburayk, y sigue atajando todo hasta que Almalki se duerme y le regala la pelota a Robert Lewandowski. El Conde de Barcelona define con elegancia y se quita la mufa de los mundiales, marcando su primer gol. Polonia 2, Arabia Saudita 0. Ahora nos toca a nosotros.
La previa de Argentina-México la protagoniza Kylian Mbappé que abre la cuenta para Francia después de una buena pared con Theo Hernández. Lo empata el central de Dinamarca Andreas Christensen con un cabezazo inapelable. Lo gana la campeona del mundo gracias al guante mágico de Griezmann que se la sirve a Kylian Mbappé en el segundo palo para que la empuje y se convierta en el goleador del Mundial junto al ecuatoriano Valencia. Francia 2, Dinamarca 1. Los daneses tendrán que ganarle a Australia y esperar que Túnez no sorprenda a la ya clasificada Francia.
Dentro del Estadio Icónico de Lusail tenemos un ambiente especial, de final, con gran presencia celeste y blanca entre las casi 90.000 personas que llenan el campo. Scaloni sale con cinco cambios después de la tragedia de Arabia Saudita, entran Montiel, Lisandro y Acuña atrás, y Guido Rodríguez y Mac Allister en el medio, una apuesta por los que están en mejor estado físico. Igual que en el ’90, emulando a Bilardo, que hizo cinco cambios después de la derrota contra Camerún para enfrentar a la Unión Soviética. A México lo dirige ni más ni menos que el Tata Martino, el talentoso cerebro del gran Newell’s Old Boys de Marcelo Bielsa con el que disfrutamos todos. Dirige uno de los mejores árbitros del mundo, el italiano Daniele Orsato.
Empieza el partido con una hermosa gambeta de Messi pero el primer córner es para México y el peligro ronda en el área argentina. En la Argentina, todo pasa por Messi, aunque tenga 35 años, tiene que venir a buscarla hasta el mediocampo y construir desde ahí, De Paul le pone toda la garra para ayudar, pero está muy mal con la pelota.
El que está bravísimo es el Chucky Lozano, al que ama su tribuna. Un robo de Messi propicia la primera amarilla, es para Araujo. Pero la Argentina está muy espesa, como en el 90 contra la Unión Soviética. Lio está solo, la pide, la quiere, la va a buscar al mediocampo, pero solo no puede.
El fideo Di María intenta desbordes por la derecha, y De Paul fuerza un tiro libre, pero Messi no sorprende al Memo Ochoa, quinto Mundial para él, como para Andrés Guardado. Trepa y trepa Montiel por la derecha, y un cabezazo de Lautaro es la primera aproximación medianamente seria. Montiel con el problema de siempre en el Sevilla, llega tarde y comete falta, amarilla. El tiro libre de Alexis Vega lo ataja el Dibu volando al ángulo y atenazando la pelota, ese es el Dibu que conocemos, ¡ha vuelto!
Se termina la primera mitad con la primera combinación argentina en velocidad, la tocan todos, va de derecha a izquierda, Messi la abre para el Toro Acuña, y el centro lo manda al córner la defensa mexicana. Poquísimo como bagaje para este primer tiempo en el que no fuimos superiores a un mediocre equipo mexicano.
En el segundo tiempo la Argentina sale a mandar, se juega en campo mexicano. Cuando se encuentran por primera vez Mac Allister y Messi, lo bajan a Leo pero el tiro libre se va altísimo. Caño de Lautaro, pero en nuestro propio campo. Otra mala entrega de Guido Rodríguez lo decide a Scaloni a reemplazarlo por Enzo Fernández, que va de cinco.
México ya no pasa del medio. Y aparte, señores, tenemos al mejor jugador del mundo, entonces Di María no tira centro, se la pasa a Messi, y el diez, el genio, ¿pateó él o pateó Diego?, no sabemos, sabemos que la clavó abajo, lejísimos del pobre Memo, y que lo gritó como Diego, con el alma, con toda la bronca, el Mundial es largo, y gol, y gol, y gol, y Messi, y Messi, y Messi.
Scaloni no pierde un minuto para hacer lo que dijo que vino a hacer, asegurar el resultado. Entran el Cuti Romero y Palacios por Di María y Mac Allister, y pasamos a jugar un 5-3-2 con tres centrales. Sube Acuña y su centro va para Nahuel Molina que la tira a las nubes. Recupera Palacios, gran pase de Enzo, Julián la mete adentro, y Messi no llega por poco.
Con el paso atrás aparece el Dibu Martínez para descolgar los centros con toda solvencia, y aparece el contragolpe que conduce Messi pero no continúa De Paul. El Toro Acuña provoca un córner, la verdad es que miramos más el reloj que la pelota. El córner lo sacan corto, Messi se la da a Enzo Fernández para que entre al área, amaga para afuera, se acomoda para adentro y la pega de derecha al ángulo opuesto del Memo, ¡qué golazo, pibe! ¡Qué partidazo has hecho! 2 a 0, ahora sí, respiramos.
“Cada día te quiero más”, recuperamos el alma, nos soltamos, camisetas al aire. El Cuti vuelve a estar inmenso, necesita minutos. Messi gambetea, y gambetea, y gambetea, y así se termina, con el 10 y la pelota. 2 a 0. Como contra la Unión Soviética, salvados por el 10. Todavía falta, probablemente habrá que ganarle a Polonia, pero esa será otra historia, ésta la escribió el mejor jugador del mundo.
Andrés Margolles
Al Daayen, Qatar, 26-11-2022
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