Encuentra al minotauro de Ruy Feben | reseña

Reseña por Urla Poppe #literaturaDigital

 

OJALÁ ENCUENTRES AL Minotauro, me dijeron desde @vozed. Y esa fue mi premisa cuando empecé a leer esta sucesión de cuentos que el autor mexicano Ruy Feben escribió y en el cual intentó esconder aquel mito/mounstro.

Ruy nos advierte desde un prólogo intencionado, muy intencionado, sobre la relación casi sutil que tienen estos cuentos entre sí. Su publicación original no se dio de golpe, sino que fueron repartidas en contadas gotas en alguna revista; que, según su autor, muchos lectores ya habrán olvidado.

Empecemos por la primera y más importante intención, que es darle nombre y biografía al escritor, padre de esta criatura.

Ruy Feben, “pedazo bastante interesante de nada”, como él mismo se describe en su blog, es un narrador de cuentos mexicano que ha aparecido en varias antologías tanto mexicanas como internacionales.  Ha publicado un libro «Vórtices viles», premio Nacional de Cuento Joven en 2012 y parte de él se ha difundido entre lectores de Reino Unido, por la Universidad de Cambridge.

Es muy activo en RRSS, tanto en Twitter como en Facebook, y escribe una columna en la revista Letroactivos, llamada “Bosquejos del insomnio”.

Si indagas en su huella digital, como en un laberinto, te encuentras sorpresas gratas como su blog de viajes, con postales de variadas partes del mundo.

Hablemos del Minotauro, porque si no, el laberinto de la biografía de Ruy me terminará devorando… Libro digital de la editorial Vozed. Ebook número 6 de la colección «Relato Breve», que tiene la editorial en su página web.

Como el autor nos adelanta en el prólogo: TODO ES INTENCIONADO. Esto es muy importante a la hora de leer los 14 cuentos. No es apto para un lector despistado y sobre todo para un lector poco avispado…

Es difícil no hacer Spoiler, pero lo puedo intentar. Se lee de corrido, la verdad. Son cuentos muy cortos, rápidos de leer (a simple vista) y que necesita muchísimas revisiones. Mi primera impresión de esta intencionada obra fue ese acercamiento a un realismo mágico, propio de García Márquez o de Borges. Esa preocupación estilística de mostrar lo irreal o fantástico como algo común y cotidiano. Aunque una pequeña diferencia para mí, radica en que en el realismo mágico no se intenta suscitar emociones, sino más bien expresarlas. Y yo creo que aquí Ruy sí intenta suscitar emociones frente a una cruda realidad. Se entremezcla este realismo mágico con un realismo épico, con la presencia del mito del Minotauro. Pero, digamos que este realismo épico sería para mí ese hilo invisible que une todos los cuentos.

Como ya he dicho, todo es intencionado. Así que conviene revisar el mito del Minotauro para poder leer o mejor dicho releer los cuentos. Tenéis que ser astutos y como Teseo, sed valientes y tener un hilo para poder retornar del laberinto. Cada título ya es un aviso, todos contienen algo del número que le corresponde. Y se funden dentro de esas historias, aparentemente sin ninguna relación.

Hablemos de ellas, puesto que al final parecen no tener relevancia. Las primeras historias parecen sacadas de algún diario de Ruy o de su propia nube cerebral. Su infancia llena de fantasmas y amigos invisibles. Aquí su familia es idealizada y forrada sobre terceras pieles. Cuartos cerrados con llaves miedosas, vecinos manoseados…

Va paseando dentro de las calles de la vida, intencionadamente complejas y así confundir al lector para que se adentre en el mismo, (laberinto).

Su juventud transcurre paseando departamentos y su falta de asombro hacia aquel compañero monstruoso, con carne humana y robótica, que vaga con libre albedrío por los senderos de animales asustados.

Si tenéis diez minutos para desear cualquier cosa, ¿desearías salir ya del laberinto?  Quizás tengáis que escuchar a vuestras once voces para ver qué tienen que decir al respecto. O quizás hacerle caso al escritor que brama justicia para su hijo y su criatura, dotándola de voz. Una voz sigilosa que transcurre como aquel hilo que yo, Ariadna, dejo caer en estas líneas.

La pista mayor la encontrareis al final del sacrificio de los catorce cuentos y espero que seáis capaces de descubrir y encontrar al Minotauro, como yo lo hice… ¡Ah!  Por cierto, le doy un cuatro sobre cinco de puntuación. Maravillosa a leerla, pero espléndida al releerla.~