Otro lobo-hombre #vozed_cuento
Otro lobo-hombre, por David Salvador Rubio Esquivel0 #vozed_cuento
SENTADO ALLÍ, FRENTE a la mesa del comedor para dos del que sólo había adquirido una silla —ladró a la vendedora de la mueblería cuando intentó que se llevara la segunda silla—, solo, se puso a pensar en todo el tiempo perdido que le había producido su condición semi-humana desde que el brujo lo mordiera. También pensó que su actual condición, la de lobo-hombre, le había sumado más de una veintena de años a su vida canina; vida que había tenido que ocupar en adaptarse a las condiciones de vida humana: hablar, escuchar, hacer gestos, comer y socializar como los humanos. Sin embargo, en más de una ocasión su condición lo había metido en un lío, como las múltiples ocasiones en que, al ir de antro con sus compañeros de trabajo y escuchar la palabra «zorra» de sus bocas, una rabia incontenible le hacía babear y ladrar como loco, provocando pánico entre los asistentes al lugar. Amantes no le habían faltado, era un animal en la vida diaria, por lo que no era una sorpresa que también lo fuera en la cama.
Y sin embargo, estaba solo. La soledad era su maldición. Y vamos, no es que un lobo solitario sea algo especialmente extraño, pero un lobo que necesita imitar a los hombres para no perecer en su extraña condición antropomórfica es un animal condenado.
Esa noche, antes de dormir, bebió hasta quedarse medio dormido, medio desparramado en la silla con el hocico babeante y los ojos desorbitados. Subió a su recámara con cuidado de no tropezar en el camino y, al llegar allí, se tumbó en el suelo como un perro, intentando rescatar la poca dignidad salvaje que aún le quedaba.~
Leave a Comment