Siempre se avanza de atrás para delante | blog Mundial Brasil 2014


@FIFAWorldCup: México 3-1 win over Croacia in Recife.

@FIFAWorldCup: México 3-1 win over Croacia in Recife.

Puede ser que la selección mexicana tenga carencias, pero también tiene orgullo propio. ¿Se puede ganar una copa con puro orgullo? Yo creo que no, pero ya no importa lo que creo si a cada partido esta maquinita verde me cierra la boca.

Las delanteras ganan juegos, dicen, pero las defensas ganan campeonatos. Discúlpeme usted si vuelvo a hablar de la parte baja del equipo tricolor, a pesar del tres por uno, a pesar de esa trenza a contrapunto tejida por Oribe, Hernández y Guardado para anotar el segundo y hacernos un suéter de endorfinas a todos, a pesar de la ráfaga de balón que recibió el arquero croata durante diez minutos apocalípticos y solitarios. Discúlpeme de verdad, pero es que la defensiva mexicana es eso: orgullo.

Comenzó el partido. Una especie de dieciseisavos de final: uno de los dos equipos quedaría fuera antes de que terminara el día. Croacia necesitaba ganar y México fue paciente. Pudo aguantar los primeros cinco minutos jugando a que nadie jugara futbol, sacudiéndose el nervio a punta de pelotazos y barridas, patadas y jalones de camiseta. La defensa había dado el primer paso, se había arremangado los pantalones, se había bajado del barco y lo había empujado hasta el flote. Ya navegábamos.

Márquez empujó y empujó. Si usted hubiera visto el juego desde lo más alto de la tribuna, habría visto cómo se movían los defensores mexicanos: eran notas en un pentagrama, música, armonía. Y el capitán era la nota alta, a cada minuto jugaba más arriba, enseñaba un poco más los colmillos, encajaba un poco más las uñas.

[Paréntesis breve: ahora veo un programa español de análisis deportivo y escucho que dicen que México juega con cinco atrás, muy defensivo. Es claro que el comentarista no entiende nada de futbol, no se da cuenta que una línea de cinco atrás significa también atacar con dos jugadores más sin dejarse atrás descobijado, como le sucedió a España contra Holanda. Defender con seis significa también atacar con seis. Cuando en un equipo no cabe la soberbia y todos corren, cuando el centrocampista no ha perdido el hambre, el sistema de cinco en el fondo hace que parezca que juegan con 12].

La maquinita mexicana corrió mucho más que su rival, como ha sucedido en sus tres partidos disputados, y cada jugador se convirtió en un perro. Sólo cuando la línea defensiva marcó el territorio y contuvo el ímpetu croata, Herrera —de quien sin hipérbole puedo decir que, junto con Robben, es el mejor jugador del mundial hasta este momento— tomó el balón, México fue arriba y ni Croacia ni el lastre de su pasado lo pudieron detener.

Fue el mismo Rafa quien abrió el marcador, como para dejar en claro que este equipo tiene su núcleo en la barra defensiva, apuntalada por dos cracks (Moreno y Ochoa) y sostenida por una cosa muy sencilla, la única que le ha faltado a muchos equipos europeos en este mundial: humildad.

Empecé a ver esta copa muy desilusionado: no me había gustado nada, ni la forma en que México calificó ni los últimos juegos de preparación. Ni la lista final ni la alineación del primer partido. Hoy, estoy francamente ilusionado. Creo que por primera vez en mucho tiempo el técnico en turno ha comprendido que este equipo debe tener, para aspirar al encuentro de su mejor versión, la personalidad de esa oscura y nebulosa entidad a la que a veces llamamos país: humildad, sacrificio, aguante y un piquito de temeridad.

Desde ahora, lo acepto, me entrego al embriagante sueño de la copa.~