Fiesta brasileña | blog Mundial Brasil 2014
Abandono el hotel de Río de Janeiro dándoles mis condolencias por la eliminación a dos compañeros ingleses, con un cinismo típicamente británico. Ellos son hinchas del Tottenham y se quedan en Brasil alentando a Bélgica, que tiene tres jugadores suyos, al que más destacan es a Jan Vertonghen, del que me cuentan que se irá a un “equipo Champions”. Están ilusionados con la contratación de Pochettino como entrenador y dicen que jamás hincharán por Francia, aunque afiman que el mejor jugador que tienen en White Hart Lane es el arquero francés: Hugo Lloris.
Holanda y Chile se disputan el primer puesto del Grupo B en São Paulo, hacia donde volará mi avión en cuanto termine el partido. El desarrollo del encuentro me recuerda al cero a cero entre Argentina y Holanda en Alemania 2006, con los dos equipos clasificados. Esa selección holandesa tenía entre sus delanteros estrella a Dirk Kuyt, al que conmueve ver sacrificándose hoy como lateral izquierdo.
A Chile debería interesarle la victoria para evitar a Brasil, lo intenta con jugadas preparadas por Sampaoli, pero Felipe Gutiérrez no las aprovecha. Mena desborda por izquierda pero Vargas nunca llega a rematar, anulado por el potente Ron Vlaar. Enfrente, Arjen Robben está a un nivel superlativo y se manda un slalom esquivando defensas chilenos que terminará en un disparo cruzado que se va afuera.
Alexis Sánchez se aprovecha de que Lens defiende aún peor de lo que ataca para meterle un caño en el área y quemarle las manos a Cillessen. Sampaoli manda el mensaje de que el empate no sirve, lo pone al “Mago” Valdivia quedándose con defensa de cuatro. Entonces, Depay saca a la luz su excelente disparo de media distancia para hacer lucir a Bravo. Del córner viene el centro en el que Leroy Fer surca por los aires y abre la cuenta para Holanda. Chile quema las naves y le da espacio a Robben, que se va por la izquierda y asiste con maestría a Memphis Depay para que convierta el 2-0.
La Holanda de Van Gaal llega a los Octavos de Final con puntaje perfecto, marcando 10 goles, y con el jugador más en forma de todo el Mundial: Arjen Robben. Chile enfrentará nuevamente a Brasil, si en Sudáfrica el equipazo de Bielsa no pudo superarlos, en tierras brasileñas la victoria parece una quimera.
A la misma hora, España, el actual Campeón del Mundo, se despedía de Brasil ganándole 3-0 a Australia. David Villa, el goleador de los españoles en Sudáfrica, nos recordó su calidad anotando un gol de tacón. El segundo lo hizo otro histórico, Fernando Torres, y el tercero fue de Juan Mata. Arribó tarde a la cita el muy buen fútbol de la España de Vicente Del Bosque.
Aterrizamos en São Paulo cinco minutos antes de que empiece a jugar Brasil. Menos mal, porque el país se paraliza a las cinco de la tarde para ver a la Selección. Tienen que ganarle a la débil Camerún para confirmar el primer puesto del Grupo A. El equipo sigue con las mismas dificultades para generar fútbol de los primeros dos partidos, y la misma y única solución, el maravilloso Neymar, que aprovecha una subida de Luiz Gustavo para tocar a gol con la parte interna del pie derecho entrando al área grande.
Contra todo pronóstico, Camerún responde con su jugador de mayor jerarquía, Joel Matip cabecea al larguero, y un minuto después le gana la espalda a David Luiz para marcar el empate. Brasil tiene que empezar de nuevo y, por supuesto, el único capaz de desnivelar es Neymar, que recibe fuera del área, encara a la defensa y derrota con tiro bajo al descolocado Itandje. Brasil es Neymar, y solo Neymar, pero lo del chico de Barcelona es sublime, ya es el único goleador de la Copa con cuatro tantos, y su fútbol es tan vistoso como efectivo.
Los brasileños que se amontonan frente a la pantalla gigante de la Terminal, mezclados con algunos holandeses que vuelven del Arena São Paulo donde acaban de ganarle a Chile, viven el partido con una alegría incomparable. Cantan y bailan canciones cabuleras para que no les marquen. Cuando Paulinho llega por primera vez a la línea de fondo se escucha un grito: “Paulinho es el mejor”. Todos lo miran porque piensan justo lo contrario. Él se explica: “Eu sou Corinthiano”. Scolari reemplaza al ex jugador del Corinthians por Fernandinho a los 45 minutos, y Brasil mejora.
Fred, el número nueve de la canarinha, mete de cabeza su primer gol en el campeonato y asunto terminado. Neymar no quiere salir pero Felipão lo obliga, lo amonestaron contra Croacia y otra amarilla supondría que no podría jugar contra Chile. Es cuando comienzan a llegar los goles mexicanos por los transistores, México gana uno a cero, dos a cero, ¡tres a cero! Un gol más de México deja a Brasil segundo.
El público se levanta, presiona, presiona Fernandinho, recupera Oscar, y luego le da una asistencia perfecta al mismo Fernandinho que le mete un puntazo abajo para poner el 4-1 que desata la fiesta en el Aeropuerto, en la Ciudad, en el País. Ahora son un solo baile de alegría al canto de “O Campeão voltou”.
México le ganó finalmente 3-1 a Croacia con goles del gran capitán Rafael Márquez, Andrés Guardado, y Javier “el Chicharito” Hernández. Ivan Perisic marcó el del honor para los croatas, que se quedan eliminados. México vuelve a estar en los Octavos de Final, al menos esta vez no les toca enfrentar a la Argentina, pero Holanda también será un rival complicado.
El Aeropuerto de Guarulhos anuncia la llamada del vuelo 8064 con destino a Madrid. Lo anuncian cantando, Brasil está de fiesta, Brasil vive de fiesta, en Carnaval, en su Copa del Mundo, en cualquier día del año, Brasil es alegría, Brasil es una fiesta.
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