Qué mal te veo, inglés | blog Mundial Brasil 2014
La previa
Abro los ojos y pregunto la hora. Me despierto luego de una siesta no planeada, recostado en la silla más incómoda de la casa, mi silla preferida. Ya casi es hora del partido que jugarán Uruguay y Costa Rica, el primer partido del llamado «grupo de la muerte». Reacomodo la silla y me siento con el control remoto en el regazo, dispuesto a aburrirme con lo que supongo es un trámite para los vecinos. Creo que es una buena manera de prepararme para el partido siguiente, ese partido de cuartos o de semis que veremos en fase de grupos por los caprichos del universo. Italia, pues, es Italia, tetracampeones del mundo, los segundos con más copas después de Brasil, y, además, llegó clasificando en su zona sin problemas. Inglaterra, campeones del mundo hace casi medio siglo, llegaron hasta este lado del atlántico sufriendo, pero bueno, inventaron el fútbol y siempre hacen ruido, aunque suelen volver temprano a casa. Espero, todos esperan, un gran partido. Mientras pienso esto, veo como los ticos sorprenden a todos aplastando a los uruguayos y deseo que no nos pase lo mismo con Bosnia, levantándome para acercarme a la mesa y tocar madera. Nadia me ofrece una cerveza, la rechazo, hace frío y es hora de la merienda.
Primer tiempo
Sé que especialistas y sabiondos del fútbol están fascinados con el juego de estos dos equipo, sobre todo con el de Italia. Pero yo me aburro. Ahora pienso que debí tomarme esa cerveza. Es cierto que ambos equipos parecen maquinitas bien aceitadas. Cuando ingleses defienden, defienden todos ¿Es Rooney el que recupera la pelota al borde del área? Sí, qué cosa. Y cuando atacan o contraatacan, lo hacen con furia bien controlada, para mí ahí está el problema. Con Italia pasa algo parecido, pero tratan mejor a la pelota. Miralo a Pirlo, tiene treinta y cinco años recién cumplidos, pero corre como si tuviera diez menos y juega como si fuera un pibe con todos sus sueños esperando que creciera. Igual, veo que perdieron la mezquindad de otros tiempos, pero sigo aburrido. Entonces llega el gol de Marchisio y se enciende una luz de esperanza. Jugada de pizarrón perfectamente ejecutada. Inglaterra está abajo en el marcador y quedan sólo diez minutos para el entretiempo, esto debería empujarlos a arriesgar más. Pero sólo tres minutos después, en una rápida y precisa jugada, contraataque, centro de Rooney y llegó el empate de Sturridge (alguien debería reglarle una brújula a Paletta, para que sepa dónde está cuando juega y en agradecimiento por vestir la camiseta italiana y no la argentina). Y nada, que otra vez lo mismo, excepto los últimos dos minutos, cuando Italia me despierta con un par de ocasiones claras que hubiesen o hubieran sido lindos goles, pero se quedaron en el casi.
Entretiempo
Voy al baño, salgo a fumar un pucho y pienso. Ya van tres días de Mundial. Brasil, nada. Holanda, mete miedo. Uruguay, está complicado, igual que el mundo, pero para pensar en eso hay tiempo. Qué será de Alemania, espero que los eliminen antes de que nos hagan revivir malos recuerdos. Apago el pucho y entro. Nadia me seba unos mates, mientras Amelia cena, comienza el segundo tiempo.
Segundo tiempo
Los ingleses cambian un poco el libreto, arremeten un par de veces, pero Italia ataca, tian un centro y Balotelli escapa de su marca y de cabeza la manda adentro. Italia se tira para atrás, ahora veo mejor que en el primer tiempo, no perdieron la mezquindad, sólo la guardaron bien adentro. Con más espacio y un resultado adverso, los ingleses van para adelante. Intentan desbordando por los costados y nada. Intentan perforar la mezquindad por el centro sin mejores resultados. Los tiros desde afuera tampoco sirven. A pesar de los intentos ingleses, Italia trata de tener la pelota. El tiempo pasa y no pasa nada. Lo único destacable antes del final, es un tiro libre de Pirlo, «está lejos, lejísimo como para patear al arco» dice el comentarista, y nada, que a Pirlo no le importa y patea al arco y la estrella contra el travesaño, se pierden así el tercero y se acaba el partido. Italia fua más que Inglaterra, Inglaterra fue menos que Inglaterra.
Conclusión
Creo que Inglaterra tiene un pie, o los dos, afuera. Si Uruguay ganaba su primer partido, quizás hubiesen llegado relajados al partido con los ingleses, pero ahora se juegan todo justo en ese partido, y los uruguayos no se comen los mocos. Si los ingleses no le suman un poco de pasión a toda la técnica que tienen, verán la final mientras toman el té bajo el cielo gris de las islas británicas.~
“No perdieron la mezquindad, sólo la guardaron bien adentro”, y sí, hubo un rato que engañaron de lo lindo. Buena crónica, Rubén