eIntervenciones (noviembre 2018) #literaturaDigital

¿Sueñan los virus…?

EL LENGUAJE ES un virus, ya lo ha dicho gente más escandalosa. La realidad, entonces, es un síntoma de una infección cósmica, y al mismo tiempo, un escenario donde el contagio se reproduce y crece y se hace materia. Se hace palabra. Se hacen órdenes y sueños y fantasías. Todo está construido sobre una paradoja: algo sin vida la crea, la sostiene. La explica. Y he aquí la cuestión: ¿dónde termina el hombre y dónde comienza el lenguaje? ¿Dónde está el virus y dónde nosotros? ¿Qué fue primero? ¿La humanidad o el lenguaje? Podemos saber una cosa: que los dos dejarán de existir al mismo tiempo. Todo lo hará.

Pero los virus y nosotros le tenemos miedo a esa muerte última, muerte ficticia. Queremos sobrevivirle. Nos adaptamos. Y cambiamos y nos expandemos más al mismo tiempo que cerramos filas. Cerramos distancias y aseguramos reproducción. Eso hace un virus. Eso hace la gente. Eso hacemos también en la realidad virtual, espacio infinito y profundo, fértil para plegarnos y desdoblarnos.

¿Lo viral tiene un límite? Sus propias condiciones. Sus raíces, que a veces también intenta infectar. De cualquier modo, parece que todavía no lo entendemos por completo: es imposible de replicar como fenómeno. Lo viral tiene alma. Vida, claro; no puede faltar esa palabra. No la entendemos y somos parte de ella. Somos la infección.

Este número está dedicado a esos fenómenos que no son, a esas contradicciones que nos hacen. Y a sus quehaceres.

Este número es un espejo cóncavo que explora lo que lo rodea.

Aquí encontrarán a:

Carolina V. Lucero, que con “Dormir sin soñar” muestra una herida abierta del proceso del lenguaje. En sus palabras, que me parecen gran introducción a la pieza, “[ésta es] una alusión irónica a las consecuencias de la palabra como virus; como herramienta de control social y como arma saboteadora. Si la palabra escrita crea la historia también muere. ¿Que nos mantiene dentro del cuerpo?  La palabra. En este caso utilizo estas expresiones sobre querer morir como el meme más representativo de la expresión digital”.

Diego Ortega, que en “Edgar se levanta” reconoce y crea historia, narración viral a partir de, tal vez, sí, como dice, la primera de todas en este país. Como las películas que veíamos de niños, yo me aprendí los diálogos. Esto es un agradecimiento a la infección y una petición a más.

Iveth Luna, quien en su poema “Historia natural de los virus humanos” hace un mapa, una exploración por los sujetos virales, que también son proceso. Luna arma y delinea cuerpos que se aglomeran, se desarrollan y se vuelven, nos volvemos, monstruosos en su acumulación.

Rodolfo JM, fundador de esta sección en Vozed, que colabora con “Extinction song”, un poema/narración corta acerca del fin de la humanidad. Pero que también es un inicio. Asi como todo empezó con el lenguaje, la Historia no puede terminar de otra forma: con la fundación de otra manera de ser y estar, una manera donde el inconsciente no sea un estado escondido.

Miranda Guerrero, quien cuenta en “Diluvio familiar” el luto de una madre y su hija por la abuela de ésta. Los recuerdos, como montaje, como una lluvia que se vuelve tormenta, comienzan a llegar. Y se vuelven ideas. Y se materializan. La palabra, el virus, se hace en la tierra.

Emmanuel Vizcaya, que en “Virus sin fin” interviene un fragmento de Muerte sin fin, de José Gorostiza, para demostrar la capacidad viral y autodestructiva de las palabras. Y de nuestras lecturas. Todo texto tiene una potencia para ser caos, salirse de control y ser otra cosa, mientras que toda lectura es, en cierta forma, una reformación de esas transmisiones infecciosas de las palabras. ¿Hay antídoto a esto? Vizcaya lo sugiere, pero también afirma otra cosa: la huella queda.

Y algo más:

Con esta entrega se cumple un año de la segunda época de las #eIntervenciones. Muchos autores de muchas disciplinas han participado. La Red, la red, se enriquece. Es un espacio democrático, pero también disperso, y creemos que nuestros esfuerzos en Vozed por crear, o más bien curar una plataforma donde toda voz viral y artística tenga cabida están dando frutos. Gracias a todos los autores que han participado y a los que lo harán.

Ha habido muchos resultados, muchas sugerencias, muchos guiños. Yo me quedo con una certeza: en cualquier medio, la magia se hace en comunidad.

Algo se tendrá que hacer con todo esto.~

Enrique Urbina, editor de #Intervenciones