Liliana Ang: La pintura auténtica es un proceso alquímico | Blog vozed
En esta breve entrevista, la pintora mexicana Liliana Ang (a quien agradecemos su amabilidad y tiempo) comparte con nosotros algunos consejos para apreciar una pintura.
¿Cómo fue que se dio tu acercamiento y gusto por la pintura?
Cuando era niña me gustaba dibujar, pero no era algo extraordinario para mí. En secundaria inventaba historietas muy sencillas y mis dibujos eran bastante limitados. No conocía mucho sobre el arte y no acostumbraba visitar museos ni galerías. Hasta ese momento, el arte no me interesaba mucho. Esto cambió después de la preparatoria, durante una estancia que realicé en París. En los museos de allá me encontré artistas como Anish Kapoor, Jeff Koons y Francesca Woodman, que me impactaron en diferentes niveles. Cuando volví a México decidí estudiar artes en la ENAP (Escuela Nacional de Artes Plásticas) pero aún entonces no creía que me dedicaría a producir activamente. A mitad de la carrera llegó el momento de elegir taller, y escogí pintura como algo natural y comencé a pintar muy seriamente. Unos quince meses después, un día supe que eso quería hacer el resto de mi vida.
¿Quiénes son tus pintores favoritos y a qué se debe?
Me gustan muchos pintores y mis favoritos cambian continuamente. Entre los que se han mantenido en el top de la lista están Francis Bacon, Jenny Saville, Marlene Dumas y Luc Tuymans. Admiro la autenticidad de su pintura y sus múltiples atrevimientos. Considero que todos logran plasmar sus inquietudes respecto a la época que viven por medio de la pintura, partiendo del límite entre imagen (fotográfica) y pintura. Se trata de pintores viscerales, frente a los cuales el cuerpo reacciona con mucha fuerza. Frente a sus pinturas, estás observando su interior. Y es un interior poderoso.
Por otra parte, me considero muy influenciada por ciertos pintores mexicanos de mi generación y sigo su trabajo con mucho interés. Es el caso de Carmen Chami, Diego Narváez, Benjamín Valdés, Cassandra de Santiago, el Wuero Ramos y varios más. Además de que a veces compartimos inquietudes y acercamientos similares, su trabajo es una compañía en un camino tan solitario como lo es el de un pintor.
¿Para ti qué es la pintura?
Esa pregunta tiene una respuesta infinita. La pintura es un espacio solitario y silencioso en el que el mundo interno y el externo se tocan. La pintura auténtica es un proceso alquímico por medio del cual una persona se vuelve de adentro hacia afuera y el objeto resultante nos permite a los espectadores ser más o menos partícipes de ese proceso. Así que una pintura es la materialización del interior de una persona y de sus procesos vivenciales.
De manera más personal, la pintura es lo que me permite darle un sentido propio a la realidad. Es la conexión más auténtica que tengo con lo que me rodea. Y sin embargo, irónicamente, cuando estoy pintando todo alrededor se suspende, desaparece. No pienso nada, como si no fuera yo en esos momentos. Sólo están mis manos, la materia y los materiales de la pintura, los movimientos de mi cuerpo para fijar la pintura al bastidor y mi respiración. Todo lo demás es silencio.
¿Qué has aprendido de la vida a través de la pintura?
He conocido la importancia de la paciencia, de la disciplina y de la tenacidad. La pintura ha sido mi mejor maestro y mi mejor práctica en estos temas. La pintura también me ha permitido profundizar en la soledad y el silencio internos, que son de gran ayuda para enfrentar la vida y sus numerosos problemas.
¿Y de la pintura a través de la vida?
Una de mis preocupaciones más insistentes es que mi pintura surja de lo que vivo, alimentada por mis inquietudes más intensas. A veces la vida actual es rápida, superficial y contraria en muchos sentidos a las cualidades de la pintura tradicional, que requiere largos espacios de contemplación, etcétera. La historia de la pintura es tan pesada que es fácil caer en la adoración de su pasado, de los grandes maestros. Creo que para muchos pintores la solución (ante un mundo tan adverso a la pintura) es dar la espalda a la vida contemporánea para poder deleitarse en las cualidades tradicionales (antiguas) de la pintura.
En mi opinión, esa pintura es estéril, porque en ella no participa la vida del pintor, sus impulsos vitales. No hay inquietudes humanas ligadas a un momento y un espacio precisos. Para mí, la pintura auténtica surge de la exploración de la vida contemporánea en la que estamos inmersos; no hay diferencias entre una y otra, son lo mismo.
¿Para qué y por qué pintar?
Pinto porque es la mejor manera que se me ocurre de emplear mi vida. El para qué no existe. No pinto para nada más que para pintar.
¿Por qué y para qué viajar?
Viajar es importante. Viajar es trascender tus propias fronteras geográficas y enfrentarte a lo desconocido en cuanto a ideas, costumbres o sensaciones (olores, sabores, colores). Viajar te enfrenta al movimiento, al cambio y a la adaptación. Te permite conocer la diversidad de este mundo y te hace consciente de que lo que tú conoces no es lo único que existe. Viajar, leer y conversar con personas diferentes a ti son excelentes prácticas para ampliar tus espacios mentales, tu criterio y tus experiencias.
Para finalizar, cuéntanos hasta dónde te gustaría viajar con tus obras y danos algunos consejos acerca de cómo apreciar una pintura.
Lo único que puedo saber acerca de mi trabajo es que quiero mantenerlo en movimiento. Por lo demás, confío en que nuevos horizontes se abren para aquellos que trabajan diligentemente y con esfuerzos sinceros. Como pintora, espero ser cada vez mejor; entendiendo mejor como más auténtica y más intensa.
Acerca de cómo apreciar una pintura, pues es necesario tener algo de tiempo para poder abrirte frente a ella. A veces se entra por el color o por las figuras o por la textura de su superficie o por la historia que cuenta. Ante ciertas pinturas todo es una puerta de entrada. A partir de ahí, es sólo sentirla. Dejar que pensamientos, recuerdos, sensaciones surjan libremente y te llenen el cuerpo y después se vayan. Eso es, para mí, una buena manera de apreciar una pintura.
Liliana nace en 1983 en la Ciudad de México, donde actualmente vive y trabaja. Estudió la licenciatura en Artes Visuales (2004-2008) en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Recibió el premio único de adquisición en la Bienal Nacional de Pintura Gómez Palacio en 2010 por el óleo Stephanie en verde, que forma parte de la serie pictórica La Persistencia de la Imagen Femenina. Hay obra suya en la Colección Ford y en el Museo de Arte Contemporáneo Gómez Palacio, así como en más de 40 colecciones particulares, ha participado en más de 20 exposiciones colectivas, y sus pinturas han ilustrado una decena de publicaciones, incluyendo la revista Tierra Adentro (n. 181) y Lenguaraz, literatura para no leer (n. 18). @lilionang
Para conocer más acerca de Liliana y de sus pinturas visita: http://www.angliliana.com/ y http://www.facebook.com/angliliana
A continuación les dejamos una muestra de su obra:
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