PERSPECTIVAS: Chicas MTV vs Mariachis


¿QUÉ ES LO lo que pasa cuando las personas de una región o país dejan de interesarse por los elementos culturales que los representan? Esta fue la pregunta que me vino a la mente hablando con unas amigas que venían de visita de México a Madrid con el concierto de Depeche Mode como excusa.

Resulta que después del concierto (no caeremos en si fue bueno, malo o regular, simplemente que fuimos) me comentaban que ellas son incondicionales de este tipo de música y que por el contrario no les gustaban ni los mariachis, música popular y representativa por excelencia de México, ni la música ranchera.

Quedé de piedra. Los mariachis, al igual que el tequila, no sólo son conceptos de marketing para vender México y su cultura en el exterior, sino también en el interior, en el propio país. Son elementos culturales que forman parte de la vida de los mexicanos; o, al menos, de gran parte de ellos.

Preguntar el porqué de tal razón, que reconozco que me molestó un poco, me hizo pensar en hasta qué punto puede ser una actitud coherente; es decir, ¿se puede decir que se es mexicano sin que te guste el tequila y los mariachis? La respuesta fue arrolladora. Simple y sencillamente no les gusta y en eso de gustos…

Lo primero que pensé fue que las chicas estas no son mexicanas, pero eso era extremista y erróneo. No sólo eran mexicanas en papel, porque su pasaporte así lo dice, sino que se comportan como tales; esto es, tienen elementos culturales, sociales y hasta ideológicos que las hacen ser más mexicanas que el aguardiente o la música en cuestión. Entonces pertenecer a una sociedad se debe a un conjunto de valores, aunque se carezca de algunos muy representativos. Bueno, pues me calme un poco; se puede ser mexicano sin que te guste el tequila o los mariachis, porque la condición la dan una serie de factores y no sólo éstos. Entonces se puede ser estadounidense sin que te gusten las hamburguesas ni Disney, francés sin que te guste el vino ni el queso, o español sin que te gusten las sevillanas ni la paella.

Muy bien, ahora, ¿está en peligro la continuidad y vigencia de estos elementos culturales? Todo depende de la masa. Si a un alto porcentaje de la población que se dice mexicana le gustan los mariachis y el tequila, entonces tendrán continuidad y su futuro estará asegurado. Así pues, increíblemente, la batalla de los elementos culturales de una sociedad no está en imponerse a través de mecanismos institucionales o sociales como pueden ser el estado o la familia (que no quiere decir que no ayuden), sino en que estos sean para el mercado lo suficientemente atractivos sobre otras ofertas. En el caso de la música y productos de consumo se puede limitar en el ámbito comercial, pero no sé si se pueda aplicar a otros factores culturales como la lengua.

Desde el ámbito comercial para lograr un mejor puesto en el mercado son necesarias muchas cosas: mejorar el producto, innovar en nuevos sabores o sonidos, adaptar nuevas corrientes, inventar nuevos complementos, imágenes y campañas publicitarias buenas y cercanas al mercado, y un sinfín de etcéteras. Y en eso no hay duda de que MTV lo hace bien.

No se puede cuestionar a nadie por sus gustos; es más, no se puede cuestionar a nadie porque le guste MTV y no los mariachis. Pero si estos últimos quieren no desaparecer del mapa, el conjunto del sector debe adoptar nuevas estrategias que le permitan seguir teniendo una posición importante en el mercado, y más aun, seguir siendo un elemento cultural de peso. Entonces la batalla está delimitada en el terreno comercial, sin necesidad de nacionalismos, ideologías de imposición o discriminaciones sociales. Señoras y señores: chicas MTV vs mariachis.~