Lo que nos espera en Semifinales | día 26

Rostov del Don toma su nombre de una de las antiguas ciudades del Anillo de Oro y del ancho río sobre el que se asienta. El Don desemboca, cerca de aquí, en el Mar de Azov. En la tierra natal de Antón Chéjov, el médico sin pacientes y el escritor sin escrúpulos, que nos describe la vida desde una crudeza incontestable.

El Rostov Arena también se asienta sobre el Don, y se alza majestuoso al otro lado del río. Aquí fue donde Courtois mandó al córner el tiro libre de Keisuke Honda, lo descolgó, y lanzó el contraataque para el gol de la victoria contra Japón en el último minuto. Aquí hará de local el FC Rostov después del Mundial. En 2014 consiguieron ganar la Copa de Rusia, capitaneados por el arquero Pletikosa, tres veces mundialista con Croacia antes de dejarle el testigo a Subasic, y festejando los goles del letal Artem Dzyuba.

Ya estamos en la recta final del Mundial, tan solo quedan cuatro equipos, y los cuatro son europeos. Ha quedado patente en este campeonato cómo ha crecido la diferencia entre el nivel de las grandes ligas europeas, y las del resto del mundo. Todos los ingleses, franceses, belgas, y croatas juegan en las grandes ligas de Europa. Ese nivel competitivo ya no es posible nivelarlo, como hasta hace unos años, ahora la diferencia es sideral.

La semifinal más bonita la juegan Francia y Bélgica, los dos equipos que han practicado el mejor fútbol del torneo. Francia quiere jugar su tercera final en 20 años. Los franceses se han convertido en una potencia del fútbol mundial gracias a la inmigración africana, que ha generado un arquetipo de futbolista rápido, inteligente, y poderoso físicamente. Kylian Mbappé es el nuevo exponente. Paul Pogba la génesis perfecta. Pero el líder del equipo, en silencio, es un francesito que solo llama la atención adentro de la cancha: Antoine Griezmann.

La Bélgica entrenada por el español Roberto Martínez es el único equipo que ha ganado todos los partidos, y el más prolífico con 16 goles anotados. Ya ha igualado su mejor actuación en un Mundial, el 4º puesto conseguido en México ’86. Curiosamente, repite los mismos pilares que entonces. A saber, un arquero prácticamente imbatible: lo de Jean-Marie Pfaff en el ’86 lo ha incluso superado la “Araña Negra” Thibaut Courtois; un genio que juega y hace jugar a todo el equipo: Vincenzo Scifo dejará de ser el mejor jugador de la historia de Bélgica para cederle el testigo a Eden Hazard; y un delantero corpulento que se lleve a los contrarios a la rastra: ya no es blanco como Jan Ceulemans, sino un negro de ascendencia congoleña llamado Romelu Lukaku. Curiosamente, se enfrentaron contra la Francia de Platini por el tercer puesto, en un partido hermoso, que perdieron 4 a 2 en el alargue.

La otra semifinal la jugarán Inglaterra y Croacia en el Estadio Luzhnikí de Moscú. Los ingleses buscan su segunda final, después de la de Inglaterra ’66, el fútbol está en deuda con sus inventores. Esta Inglaterra tiene un nombre propio, Harry Kane, con 6 goles es el goleador del Mundial. Es cierto, 3 fueron de penal. Pero el goleador no se limita a marcar, aguanta la pelota cuando el equipo se pone en ventaja, y genera terror en las defensas contrarias por su juego aéreo. Además, han encontrado un arquero como Jordan Pickford que no solo vuela de palo a palo, sino que es coherente con los pies, el gran hándicap de los arqueros británicos. El talento lo pone Raheem Sterling, un negrito jamaicano que baila con el balón en los pies.

Croacia será un duro rival, que busca la primera final de su historia, después de haber caído en la semifinal de Francia ’98 contra los anfitriones a pesar del gol de Davor Sucker. Tiene una generación de futbolistas brillante liderada por Luka Modric e Iván Rakitic, y un entrenador que no renuncia nunca al juego ofensivo. Pone mucha gente arriba, y eso le ha dado resultado, ya que nadie ha faltado a la cita con el gol: Mandzukic, Rebic, Kramaric, Perisic. Contra Inglaterra será un duelo inédito en una Copa del Mundo. Se enfrentaron, eso sí, en las Eliminatorias para el Mundial de Sudáfrica, ya con Modric y Rakitic en el campo, y fueron goleados en los dos partidos. El arquero croata era, por supuesto, el ídolo de Rostov: Stipe Pletikosa.

Andrés Margolles

Rostov del Don, 09-07-2018