Francia tiene cabeza | día 27
Otro tren FIFA recorre los 1.200 kilómetros entre Rostov del Don y Moscú en tan solo 13 horas, sin parar nunca. Llegamos a la Estación de Kazán, de la que salimos hace 10 días para ir a ver a la Argentina contra Francia. Esta tarde, en San Petersburgo, Francia se juega el pase a la Final del Mundial contra la Bélgica del español Roberto Martínez.
Nos vamos al Fan Fest de Moscú, el corazón de este Mundial, el que sale en todas las pantallas del Mundo, para ver el partido. La ubicación es inmejorable, mirando hacia el emblemático edificio de la Universidad, a los pies del río Moscova, y con el Estadio Olímpico de Luzhnikí de fondo.
Una bandera francesa, una belga, hay un popurrí de nacionalidades donde no faltan los argentinos. Didier Deschamps no toca nada, tiene muy claro su once titular, con Matuidi haciendo más fuerte el mediocampo. A Bélgica le falta Meunier, para reemplazarlo pasará Chadli a la banda derecha, entrará Moussa Dembelé en el medio, y Hazard se tendrá que atar más a la banda izquierda. Roberto Martínez sigue apostando por Fellaini y el cambio continuo de posiciones de sus mediocampistas.
Después de escuchar “La Marsellesa”, Kylian Mbappé se va por la derecha amenazando con ganarle a Vertonghen todo el partido. Pero Eden Hazard responde agarrando la pelota, jugando y haciendo jugar, llevándola muy cerquita de su pie derecho. Una combinación Griezmann-Pogba lo pone en carrera a Mbappé pero Courtois sale rápido. Hazard le responde con un zurdazo cruzado que se va por poco. Parece que es cosa de los “10”. Van y vienen, el partido cumple con las expectativas.
Ataca Francia con Matuidi y ataja Courtois. Ataca Bélgica con Hazard y la saca Varane de cabeza. Un córner le queda en el área a Toby Alderweireld, el “2” belga, y de media vuelta obliga a Hugo Lloris a hacer la primera gran atajada del partido. La segunda gran atajada se la hace Thibaut Courtois a Benjamin Pavard, que se quedó mano a mano después de recibir una hermosa asistencia de Mbappé. Ahora es cosa de los “2”. Mbappé también asiste a Giroud, pero el “9” francés está más para trabajar que para marcar. Se termina sin goles un gran primer tiempo, bien los arqueros, bien las defensas, bien los volantes, bien los delanteros, un partidazo de fútbol.
En el segundo tiempo, Kompany le vuelve a ganar a Giroud y manda la pelota al córner. Lo tira Antoine Griezmann exquisito, con efecto y curva hacia el arco. Lo cabecea en el primer palo Samuel Umtiti, el central del Barcelona, anticipándose a Fellaini y haciendo imposible la intervención de Courtois. Es el 1 a 0 para Francia, de cabeza, como contra Uruguay. Con confianza y espacio los franceses son letales. Kylian Mbappé hace una filigrana maravillosa en el área para dejarlo solo a Giroud, pero llega otra vez Kompany. Entra Mertens por Dembelé, que ha desentonado, para llenar el área francesa de centros, uno lo despeja Lloris, otro lo cabecea Fellaini al ladito del palo.
A Bélgica le cuesta superar al férreo mediocampo francés, cuando Eden Hazard consigue gambetear a Pogba, a Kanté, a Matuidi, se encuentra con Giroud, que está en la medialuna del área. Es falta pero el uruguayo Cunha no la pita. Encima Roberto Martínez se equivoca poniendo a Yannick Carrasco por Marouane Fellaini, que llevaba peligro por arriba. Todavía De Bruyne hará que Hugo Lloris vuele una vez más, pero el que se confirma como el mejor arquero del Mundial es Thibaut Courtois, sacando una mano impresionante abajo a la izquierda ante un remate del ingresado Tolisso en el último minuto.
No hay tiempo para más, después de un gran primer tiempo, Francia puso la cabeza y cerró el partido. Los franceses tienen un equipo muy completo, saben con la pelota, saben contragolpear, saben defender. Quieren su segunda Copa del Mundo, y han hecho los méritos para conseguirla.
Andrés Margolles
Moscú, 10-07-2018
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