Maracaná celeste y blanco | blog Mundial Brasil 2014

Subir al Pan de Azúcar embelesa, la naturaleza ha dibujado un paisaje increíble que hace sonrojar a los de películas como Avatar o Jurassic Park. Desde sus casi 400 metros que se alzan sobre el mar cubiertos de vegetación se puede disfrutar de toda la ciudad. Al sur aparece la espectacular playa de Copacabana, donde se ha instalado el FAN Fest, una pantalla gigante sobre la arena que reúne todos los días del Mundial a miles de personas.

Argentina-Bosnia en el Maracaná

Copacabana está copada por los argentinos, que han protagonizado una invasión de tal magnitud que está en la tapa de los diarios cariocas, y en la conferencia de prensa se le preguntaba a Sabella, el DT argentino, si estarían orgullosos de jugar con un Maracaná vestido de celeste y blanco.

Entre gritos de “Vamos, vamos, Argentina”, vemos como Ecuador, al igual que Croacia, España, Uruguay, y Japón, sufre la maldición del 1 a 0 a favor que ronda este Mundial. Ganaba con gol de Enner Valencia, le empató Suiza con un cabezazo de Admir Mehmedi; en el último minuto se lo pierden los sudamericanos, Behrami arranca el contragolpe con mucho mérito porque a pesar de ser derribado se levanta y sigue la jugada, como si fuera Messi, y culmina la contra Haris Seferovic, el suplente de Carlitos Vela en la Real Sociedad. Gana Suiza 2-1, deja malheridas las ilusiones ecuatorianas y se perfila como el rival argentino en los Octavos de Final.

Salimos de Copacabana con rumbo a Maracaná, pasando por la bellísima Lagoa. Me quedo blanco cuando se sube al autobús la “Bruja” Juan Sebastián Verón. Juan Pablo Varsky le pregunta por el Maracaná, Verón le dice que jugó acá su primer partido internacional, contra el Flamengo. Yo me acuerdo de la selección argentina que más cerca estuvo de ser Campeona del Mundo desde Diego hasta acá. Pase de la “Bruja” a Batistuta y zapatazo que se estrella en el poste, y un ratito después Bergkamp nos eliminaba en los Cuartos de Final. Pero eso ya es historia.

Mientras tanto, Francia disfruta de su partido contra Honduras. Penal a Pogba, y gol de Karim Benzema. Después, un tiro cruzado del “gato con botas” da en el poste, y cuando le vuelve la pelota, el arquero Valladares decide meterla adentro, al menos eso es lo que dice la tecnología, que canta gol. Sinceramente, la repetición nos deja dudas a los mortales, pero Benzema y Valladares se lo merecen. Por si acaso, Benzema mete el tercero, para sumarse a los bi-goleadores de la primera fecha. Francia gana 3-0 y entramos al Maracaná.

Sale Argentina al campo a calentar liderada por Messi y el estadio, que ya es un solo celeste y blanco, empieza con el “de la mano de Lio Messi…”. Se confirma el esquema 5-3-2 de Argentina que Sabella no quiso adelantar ayer, con Campagnaro en lugar del Pipita Higuaín. Está bien debutar aquí contra Bosnia, para que las piernas nos tiemblen hoy y no nos tiemblen en una hipotética final contra Brasil.

Dos minutos dura la incertidumbre de si se podrá elaborar fútbol con ese 5-3-2 y sin Gago. Agüero gira muy bien de espaldas y lo bajan. El tiro libre lo centra Messi, Marcos Rojo la pelea y la toca en el aire, y cuando baja Kolasinac se la lleva por delante y la mete en el arco bosnio. Argentina sale ganando desde el vestuario.

A partir de entonces, el problema es que Bosnia ataca muy tímidamente, sin querer dejar opciones al contragolpe, y Messi, solo contra el mundo, quiere hacer un gol antológico antes de hacer uno como la gente. Hasta Mascherano parece despistado, y es el “fideo” Di María el único que desequilibra.

Pero esta Argentina de Sabella se siente más cómoda sin la pelota, y hasta Bosnia te crea peligro cuando retrocedes. Un pase frontal lo encuentra solo a Hajrovic que controla un poco largo, lo justo para que el “chiquito” Romero le pegue el manotazo. La Selección responde con disparos lejanos de Maxi Rodríguez y de Mascherano. Pero la más clara la vuelve a tener Bosnia, gana Lulic de cabeza en un córner y Romero tiene que hacer una tapada sensacional.

Muy poco de Argentina, la seguridad de Garay, la polenta de Rojo y la habilidad de Di María. Tanto que Sabella mete dos cambios a los 45 minutos, sale a la cancha otro equipo, el que tiene que ganar la Copa. El 5-3-2 dura medio partido y se convierte en un 4-3-3 con Higuaín por Campagnaro, pero además entra Fernando Gago y eso será fundamental para que la Selección juegue un poco más al fútbol.

Bosnia lo sigue intentando con Hajrovic, que le pega de todos lados, y con Lulic, que es el mejor de todos. Edin Dzeko está desaparecido. Pero ahora el partido lo maneja Gago, y se la da a Messi limpia y con ventaja, y encima tiene dos opciones arriba. Al Kun se la sirven dos veces pero define mal, y entonces llega la jugada del partido.

Para contarla, es necesario estar en el estadio. Desde que los hinchas argentinos empiezan a insultar a los brasileños, se entabla un duelo entre los 75.000 espectadores para ver quiénes son más y gritan más alto. Es posible que 40.000 sean argentinos, pero el resto son brasileños, y el duelo está servido. A los 65 minutos los argentinos empiezan a vitorear a “Messi, Messi”, y los locales responden gritando “Neymar, Neymar”, y otra vez los argentinos “Messi, Messi”… y es ahí, en ese momento, cuando Lio agarra la pelota en el mediocampo.

Messi se la coloca en la zurda y mira hacia el arco, está lejísimos, pero él siempre piensa que va a llegar hasta allá. Arranca y el pobre Besic sabe que tendrá que correr un buen trecho, aunque no imagina como terminará. Ahora el diez tiene con quien jugar, así que hace una pared con el Pipita y ya recibe en velocidad, de frente, y se va acercando al área penal, su marcador ya lo ha perdido. Cuando sale Bicakcic de la cueva, Messi lo esquiva justo, y la patada se la lleva el pobre Besic que seguía corriendo y vuela por los aires. Con los dos bosnios desparramados detrás de él, Messi apunta y la coloca bien abajo, contra el palo derecho de un Begovic que no podía llegar. Es un golazo que paga la entrada y hace olvidar el primer tiempo. Ahora el estadio, con orgullo, sigue gritando “Messi, Messi”…

Después del gol quedó mucho tiempo que no supieron aprovechar ni el Kun ni el Pipita, mientras Di María y Messi se gustaban y pensaban en el siguiente partido. Tanto así que a cinco del final otra buena jugada de Lulic lo dejó solo a Ibisevic que le ganó la espalda a Fede Fernández y definió por debajo de Romero, que esta vez no pudo lucirse. El 2-1 era otra buena prueba para Argentina, que lo controló bien hasta el final, aunque volvió a desperdiciar varios contragolpes. La más clara se la dio Higuaín a Messi y este la estrelló contra la parte externa de la red.

El pitazo final llegó con un saque a ningún lado de Romero. Argentina y Messi cumplieron. Ni más ni menos. En la Primera Fase no nos quedan desafíos de mayor envergadura, así que al equipo habrá que buscarlo en los primeros minutos del segundo tiempo. Fernando Gago cambió completamente el juego, fue el mejor de todos jugando tan solo 45 minutos. Eso, el tremendo potencial ofensivo, y la solidez defensiva, confirman a la Argentina como uno de los grandes candidatos.