Holanda, cuatro años tarde | blog Mundial Brasil 2014
Hacia Río de Janeiro, con escala en São Paulo
El segundo día del Mundial se abre en la ciudad de Natal bajo el diluvio universal, lo que parece será una constante en Brasil. Allí se tienen que enfrentar México y Camerún en el otro partido del grupo de Brasil. Le digo al Beto, mi amigo mexicano, que el “Piojo” Herrera sale con tres centrales. Se agarra la cabeza: “si contra Camerún salimos con tres, contra Brasil tenemos que salir con cinco”.
Sin embargo, en el campo se ve todo lo contrario, mérito de México o demérito del equipo africano, lo cierto es que Choupo-Moting se la pasa corriendo detrás de Paul Aguilar y Moukandjo detrás de Miguel Layún, sin alcanzarlo jamás. México no solo los merece, sino que los hace, pero el árbitro colombiano le anula dos goles lícitos a Giovani Dos Santos. Eto’o solo tiene la ayuda de Stephane Mbia, el mejor de Camerún.
En el segundo tiempo pasa lo inevitable, otra gran jugada de Héctor Herrera lo deja solo a Giovani, su remate lo tapa Itandje, pero llega de frente el goleador Oribe Peralta para transformar el rebote en gol. Fue un 1-0 más que merecido para México, que puede echar de menos los goles de Gio en un futuro desempate con Croacia por el segundo lugar del grupo.
Apenas suena el pitazo final me despido de Giovanna y del pequeño Lando para salir hacia el Aeropuerto de Barajas, ahora Adolfo Suárez, bajo un calor tropical que recuerda mi destino brasileño. En tres horas parto para Río de Janeiro, con escala en São Paulo. Antes toca ver la reedición de la final de Sudáfrica 2010 en la Sala VIP de Iberia.
Lo que pasa en Salvador de Bahía vuelve a ser inolvidable. La primera la tiene Holanda, en un mano a mano que le gana Iker Casillas a Sneijder. Pero después España empieza a tocar el balón como ninguna selección es capaz de hacerlo, y Xavi Hernández encuentra un pase genial para Diego Costa, abucheado cada vez que le llegaba un balón, al que De Vrij se lleva por delante para cometerle penal. Lo tira Xabi Alonso y pone el 1 a 0 que no presagiaba lo que vendría después. Menos aún el talento de Iniesta y una parada milagrosa de Cillessen ante una picadita de Silva.
Pero cuando se moría el primer tiempo apareció Robin Van Persie, ganándole las espaldas a los centrales españoles en un centro de Daley Blind, y marcándose una palomita espectacular, con toda la elegancia del fútbol holandés, para empatar el partido para el equipo de Van Gaal.
Lo que pasó en el segundo tiempo es difícil explicarlo solo con conceptos futbolísticos. Holanda se acordó de Sudáfrica y salió a vengar la afrenta. Y Arjen Robben, inconmensurable, a tratar de hacer olvidar aquel mano a mano que le paró Iker en el Soccer City. Eso ya es imposible, pero lo que hizo pinchando otro centro de Blind, gambeteando a Piqué y definiendo cruzado, volcó el partido definitivamente para los naranjas, que estaban haciendo méritos.
El tercero fue un centro envenenado en el que le hacen falta a Iker, el italiano no la ve, y Stefan De Vrij la empuja como puede entrando por el segundo palo. El cuarto se lo regala Iker a Robin Van Persie. El quinto es otra apilada monumental de Robben, que destroza a Ramos en velocidad, desparrama a Iker y a toda España, para firmar un 5-1 final que pudo ser incluso mayor.
Fue un partido sublime de Robben y Van Persie, que empatan a Neymar en la tabla de goleadores. Pero la historia no perdona, “el” partido fue aquella final de Sudáfrica, y el gol que se recordará para siempre lo marcó Andrés Iniesta. Nos queda la imagen de Vicente Del Bosque tratando de subir la moral de sus jugadores. España, con esta goleada, tiene un pie y medio en Barajas antes de que se jueguen los Octavos de Final.
El avión está despegando y en media hora arranca Chile contra Australia, una victoria será fundamental para los sudamericanos. En el Aeropuerto de Guarulhos, Sao Pãulo, una pantalla gigante me confirma que Chile ya es segundo de grupo, ganando por dos goles de diferencia. Chile ha ganado por 3-1 a Australia, con goles de Alexis Sánchez, Jorge Valdivia y Jean Beausejour; el interminable Tim Cahill ha marcado el gol de los canguros, que han presentado batalla. El España-Chile en el Maracaná será la última oportunidad de la Campeona del Mundo.
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