80P1VM/30: Amed, a la sombra del volcan

#post_80P1VM/30 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla


 

AMED ES UN pequeño pueblo de pescadores, en la punta norte-oriental de Bali, con playas de arenas negras, volcánicas. Y todas las tardes, cuando se pone el sol, la sombra del Monte Agung cubre el pueblo con su sombra, cobijándolo, adormeciendo. Como si evitará que se desarrollara para el turismo excesivo, dejando que siga siendo un lugar tranquilo. La arena es fina, el agua transparente y el aire limpio. Nos enamoramos de Amed, nos permitió relajarnos. Dejamos de pelear por los precios, dejamos de pelear porque las camionetas que llevan a los turistas no te arrollaran al invadir tu carril en la carretera… nos pusimos el bañador y, por fin, miramos a la lejanía. Una ligera brisa nos refrescaba, recordándonos que Amed bien puede ser el paraíso si no se idealizaran las playas de arena blanca.

Hicimos esnorkel. Cuatro horas en una pequeña embarcación apoyada en dos grandes bambúes a los costados para mantener el equilibrio. Comenzamos a ver peces de colores, corales de colores, anunciándonos las maravillas submarinas del resto de Indonesia. Vimos una puesta de sol idílica. Comimos pescado. Fuimos a una boda local.

Ya nos habían avisado la noche anterior que habría fiesta. “Si quieren pueden acercarse”, nos dijo la joven que nos atendió en un restaurante que apenas echa a andar. Hoy, en la playa, durante toda la mañana sonó música, y después de la comida le echamos algo de cara: “Vamos a ver”, dijo Arancha. Y ahí nos fuimos, medio colando entre callejones hasta que un chico nos vio y nos invitó a pasar. Era la celebración, una boda. Hablamos con los locales, bebimos un fermentado de coco no muy bueno y bastante fuerte (dije que estaba buenísimo con mi mejor sonrisa y me invitaron un segundo trago que bebí como ellos, de un golpe), comimos pastelitos dulces y bolitas de arroz saladas, nos sacamos fotos con la novia y le dimos nuestra enhorabuena; y también le pedimos disculpa por ir tan turistas y el resto tan guapos. Todo fue aún más sencillo cuando dije que Cristiano Ronaldo era bueno, pero Messi más. Y sí, hablamos del Barza, del Madrid, del Manchester, del Chelsea y del Chicharrito…  siempre, a la sombra del volcán, y al vaivén de las olas sobre la arena negra.~