Fiesta árabe, fútbol sudamericano

Por Andrés Margolles

Nos despedimos de una gélida Madrid rumbo a Qatar, con escala previa en Estambul. Para los que tenemos raíces árabes, el primer Mundial organizado en estas tierras se ha convertido en una disyuntiva entre el orgullo y la vergüenza. El orgullo de que nuestra cultura se divulgue por todos los rincones del mundo, y la vergüenza por la manera en que se ha conseguido.

Antes de aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Doha ya sabemos de las bajas en la mayoría de los seleccionados, producto de un Mundial encajado en medio de la temporada, con apenas una semana entre el último partido oficial de los clubes y el partido inaugural de la Copa.

En Argentina, se han tenido que regresar Nico González y el “tucu” Correa, reemplazados por Angelito Correa y Thiago Almada. En España, el jovencísimo Álex Balde tendrá que sustituir al lateral izquierdo José Luis Gayà. Las ausencias más relevantes son las de Sadio Mané, flamante Campeón de África con Senegal, y la de Karim Benzema, el actual Balón de Oro.

El partido inaugural se juega en el estadio Al Bayt, en la ciudad de Al Khor, en medio del desierto, al norte de Doha. Rodeado de nada, han montado este gran estadio que se asemeja a una tienda beduina en el desierto, desmontable, como vivían los no tan lejanos antepasados qataríes. Aquí también se jugará la semifinal. La llegada al estadio es caótica, con atascos de horas en la autopista de seis carriles, único acceso al estadio.

La ceremonia inaugural no contará con varios artistas que han decidido no participar como medida de protesta por las muertes de trabajadores extranjeros durante la construcción de los 8 estadios que albergarán la Copa del Mundo. El vacío de Shakira se deja notar, pero la ceremonia es realmente maravillosa, mucho ritmo y momentos estelares, como cuando la mascota Laeeb se eleva sobre el terreno de juego, después de saludar a las mascotas de todos los mundiales precedentes. El punto culminante es el símbolo dorado de la Copa del Mundo de Qatar en el aire y los fuegos artificiales en el cielo.

Ahora sí, empieza el fútbol, Ecuador, dirigida por el argentino Gustavo Alfaro, enfrenta al equipo local, que debuta en un Mundial, dirigido por el español Félix Sánchez. Una oportunidad única para ambos, no hay favoritos, el árbitro es el italiano Daniele Orsato, una garantía.

Los qataríes son mayoría en las tribunas, son tres blancos (los hombres) por cada uno negro (las mujeres). Hay un buen puñado de ecuatorianos detrás del arco que hacen bastante ruido, creen que Gruezo estará en condiciones de jugar, pero se queda en el banco, sí salen Plata, Valencia, y Estrada arriba.

La fiesta local dura tan solo 5 minutos. Centro de Estupiñán, deplorable salida del arquero Al Sheeb que aprovecha Torres para mandar al punto penal, y ahí está el goleador eterno, el de los tres sobre tres en Brasil 2014, cabezazo de Enner Valencia y gol en el primer ataque ecuatoriano. El VAR nos hace sufrir unos minutos, y lo anula por un fuera de juego extremadamente dudoso en el arranque de la jugada.

Pesa Valencia de arriba, reluce la calidad de Estupiñán, no aparece Al Haydos. Un pase excelente de Estrada lo vuelve a dejar solo a Valencia que gambetea al arquero Al Sheeb, el uno lo toca y comete un claro penal. Ahora sí, segundo para Enner, suave a la red, este sí vale, ahora sí, 1 a 0 a pesar del VAR.

Un pase hermoso de Hincapié lo vuelve a dejar solo a Estupiñán por la izquierda, que la pica al punto penal para que la cabecee Estrada, pero a éste le queda alta. “Y ya lo ve, y ya lo ve, para Chile que lo mira por TV”, grita la hinchada visitante. Crece Piero Hincapié y su jerarquía. Gana siempre Torres, se tira atrás Méndez para salir jugando. Todo es amarillo.

A la media hora se va Caicedo, la saca atrás para Angelo Preciado que pone un centro maravilloso que va para él, sí, para el eterno, para Valencia, que pone la cabeza y es gol, ya van dos, ya lleva 5 en dos Mundiales. Es el 2 a 0 que parece definitivo. Boudiaf ya no quiere más baile y le pega de atrás a Valencia, quiere terminarlo acá, el eterno deja el primer tiempo rengueando pero al grito de “Enner, Enner”.

Sobra el segundo tiempo. Una gran jugada de Estrada, las gambetas de Gonzalo Plata, el partidazo de Jhegson Méndez. Las diferencias de nivel son enormes. Romario Ibarra lo prueba a Al Sheeb y este demuestra que sabe atajar. Valencia se tiene que ir lesionado.

Miramos a la tribuna y la encontramos semivacía. O no les gusta el fútbol o no les gusta perder, o las dos cosas, porque el estadio, lleno para ver la ceremonia, está con un cuarto de los 67.000 espectadores que lo colmaron, el resto se ha vuelto a sus casas, no más atascos, no más fútbol.

En el carrusel de cambios mejora Qatar, un cabezazo de Ró-Ró pasa cerca del palo, y el ingresado Muntari le gana la espalda a Hincapié y su derechazo se va por arriba de Galíndez. Termina el partido con las ganas de Jeremy Sarmiento y el “Sí, se pudo” de la grada ecuatoriana.

Qatar 0, Ecuador 2. Doblete de Enner Valencia. Importante victoria para Ecuador, que se convierte en firme candidato para pasar a Octavos de Final. Deficiente debut mundialista de Qatar, ha demostrado que está un nivel por debajo del resto, y le será difícil conseguir algún punto en su Mundial.

Su Mundial está inaugurado. La fiesta ha sido grande. Los qataríes la han abandonado antes de tiempo. Quedamos el resto, los que amamos el fútbol, los futboleros.

 

Andrés Margolles

Al Khor, Qatar, 20-11-2022