1998-2018


 

Viajes. Sólo al recordar comenzar a disfrutarlos.

 


 

Cuatro  músicos tocan durante treinta minutos. En el público 17 personas (8 de ellas pertenecen a las  bandas que tocarán después). Por momentos la música que producen es la mejor del planeta. Estamos en un bar de una ciudad del tercer mundo. Los nombres de esos músicos nadie los escribe en una agenda de 1987 como mi padre hace al terminar el partido: Francia, Luca Modric.

 


 

Los jugadores negros de la selección gala. La gran mayoría nació en Francia. Sus padres y abuelos lo hicieron en distintas naciones de África. Consecuencias del colonialismo. Contrasentidos y contradicciones al estilo 1984. Los bienpensantes cuando a miles de personas negras nacidas en Francia se les niegan sus derechos a la salud, a la vivienda, a la educación protestan, hablan de políticas xenófobas, de marginación, etc. Los bienpensantes cuando un grupo de personas negras nacidas en Francia forman parte de una selección deportiva hablan de políticas xenófobas, de marginación, etc.

Antes del mundial apareció el documental Les bleus (Una historia de Francia, 1996-2006). Un repaso de la historia del fútbol, la política, la integración, el racismo, la propaganda y los partidos de ultraderecha en el país europeo. El éxito del equipo campeón de 1998 cuestionó la aceptación y rechazo social de los franceses con ascendencia árabe, africana y caribeña. Veinte años después el éxito de los nuevos campeones mundiales redefinirá algunas ideas sobre los migrantes.

En México no hay casos de personas indígenas o de padres indígenas en la selección de fútbol. Tampoco hay casos de mexicanos afrodescendientes. La publicidad oficial (los intelectuales incluidos. Hola Juan Villoro) ha querido vendernos la idea de que ese equipo representa la diversidad mexicana. Lo que sí está presente es el racismo. Imagino las burlas y las bromas si hubiera un jugador cuya lengua materna no fuera el castellano. Aceptamos la nacionalización de jugadores argentinos o brasileños. Nuestro racismo nos impediría aceptar como mexicanos de primera y dignos de representarnos a los indígenas, a los negros.