Alemania huye de Rusia | día 14
Dicen que la visita a San Petersburgo no está completa si uno no se hace una escapada hasta los palacios y jardines de Peterhof, el “Versalles ruso”. Pedro el Grande, no contento con fundar la ciudad, trabajó en el diseño de estos jardines con paradisíacas fuentes y estatuas doradas, que eclipsan los sentidos.
Los alemanes, que tuvieron sitiado San Petersburgo durante más de dos años durante la Segunda Guerra Mundial, se instalaron en este maravilloso palacio, que Stalin decidió bombardear para evitar que Hilter celebrara aquí el Año Nuevo de 1942.
Así se entiende que los Campeones del Mundo no se sientan cómodos en territorio ruso. Alemania solo tenía que ganar a la débil Corea del Sur para clasificarse. Se descontaba la victoria, nunca en la historia de los Mundiales los alemanes habían quedado eliminados en Primera Fase. Quizás por eso se lo tomaron con tanta calma, convencidos de que algún centro acabaría en la red coreana.
Parece mentira lo que ha cambiado esta Alemania cuatro años después, bajo el mando del mismo Joachim Läw que los sacó campeones. Özil ya no desequilibra, Khedira ya no atropella, Hummels ya no hace la diferencia cuando sube al ataque, Neuer ya no es aquel arquero infalible. Parece mentira que a los 92 minutos el gol no lo hiciera ni Müller, ni Mario Gómez, ni Toni Kroos, sino Kim Young Gwon. Parece mentira que en la última Neuer la pierda en la mitad de la cancha y Son Heung Min entre con pelota y todo al arco para poner el 2 a 0 lapidario. Alemania se vuelve a casa, aquí no son bienvenidos.
Los goles de Corea los gritaron todavía más los mexicanos. Después de dos buenas victorias, México puso en riesgo la clasificación contra Suecia. Esta vez el “Memo” Ochoa no pudo ser el salvador frente a Ludwig Augustinsson, y acto seguido una pérdida en el mediocampo derivó en el penal que no falló el capitán sueco Andreas Granqvist. Para colmo de males, Edson Álvarez se metió el 3 a 0 en contra con la mano, sin querer queriendo. Nuevamente, todo lo bueno que hace México al principio del campeonato parece desvanecerse, y superar a Brasil en los Octavos de Final parece una tarea épica.
A las orillas de un hermoso lago, en el Parque Nacional de Valdái, vemos cómo Brasil confirma su favoritismo frente a Serbia. Philippe Coutinho mete un pase “a lo Banega” para la entrada del llegador Paulinho, que la puntea ante la salida del arquero. Después, el imponente Thiago Silva gana de cabeza en un córner y firma el merecido 2 a 0. Solo faltó el gol de Neymar, que lo intentó, a veces demasiado.
Costa Rica se despidió del Mundial con un empate 2 a 2 frente a Suiza in extremis. Se adelantaron los suizos por intermedio de Blerim Dzemaili, empató Kendall Waston para los ticos, volvieron a adelantarse los europeos con un derechazo de Josip Drmic que amenzaba el primer puesto del grupo, y la alegría caribeña llegó con una corrida de Campbell que terminó en un penal que Bryan Ruiz estrelló en el travesaño, rebotó en el arquero Sommer, y fue a parar a la red. Suiza-Suecia será otro de los duelos europeos de Octavos de Final.
Andrés Margolles. Parque Nacional de Valdái, 27-06-2018
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