inventario
botellas de agua, latas de atún, un libro de geografía, un walkman, pilas de repuesto, una linterna, una cobija, un cuchillo de untar, chocolates caducados, vendas, una jeringa para insulina que robé del botiquín, un espejo, un labial rojo a medio usar que encontré en el carro de papá un mes antes de que se fuera, pero varios meses después de que empezaran a pelearse cada noche, papá gritando, mamá rompiendo platos, la puerta se azota, el carro arranca en la madrugada, mamá llorando entra a mi cuarto y se acuesta en mi cama, me abraza. Yo finjo estar dormida. Tal vez lo estoy. Tal vez nada de esto sucedió, ni los gritos ni el fin del mundo. Tal vez sigo dormida. Tal vez el labial era de mi mamá.
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