PERSPECTIVAS: ¡Dogging! ¿Se puede decir en la tele?


 

Hace un mes que escuche esta palabrita. En un programa de televisión sobre sexualidad una muchacha llamó preguntando a la conductora que era “dogging”. La conductora le contesto “creo que es tener relaciones sexuales en publico, no frente a 200 personas, pero sí en lugares públicos”.

¡No lo podía creer! justo una palabra que define lo que tantas palabras me cuesta contarle a las chicas sobre lo que me gustaría hacer. Buscando la palabra en Internet, resulta que dogging es hacerlo al aire libre. No sé si el nombre provenga de los rituales de apareamiento caninos, en los cuales les da igual que estén en media calle que en el patio de una casa, lo hacen y punto. Por su puesto esto no significa hacerlo ni frente a doscientas personas, ni en medio de la vía pública, para explicar esto voy a dar un ejemplo de los que aparecen en las páginas web. Si de tu empresa te mandan dos días, o los que sean, da igual, a una ciudad en la que en tren hace tres horas de camino y cuando estas cenando te ligas a tu compañera de mesa del vagón comedor, y para tu buena suerte, logras llevártela al servicio del tren y ahí pasártela por armas,  ¡Estarás practicando el dogging!

Es así de sencillo. El dogging lo puedes practicar como ejercicio y no se oye mal, -voy a hacer dogging-. Puedes proponérselo a la chica que tienes al lado mientras esperas para abordar al avión sin que se entere su madre ó, simplemente puedes decirle a tu pareja -¿un dogging?- sin tener que explicar que lo que quieres hacer es tener relaciones sexuales al aire libre o en publico, pero no frente a doscientas personas, etc., etc., etc. Entonces apréndete la palabrita, y practícala que mientras más dogging se practique en el mundo más amor habrá en la calle.

Claro que, como todo, tiene su inconveniente, estar buscando lugares donde hacer dogging te lleva a meterte con tu pareja en el baño de un bar y luego te puede salir mal la jugada y que te saquen a patadas del lugar. Puede llevarte a hacerlo en el elevador y que tus vecinos les de un infarto cuando quieran subirse a el para ir a su casa o pelearte con los gorilas de los centros comerciales cuando te descubran en el probador.

Para hacer dogging no solo se necesita mucha calentura, sino también un poco de necesidad de aventura y riesgo, así si llega la policía y te quiere poner una multa no te sientas mal, recuerda que el caso mas famoso de dogging hizo de la policía de Nueva York, unos baños públicos y George Michael una historia en boca de todos.

Habrá quien te diga que eres un cerdo, quien te reproche las buenas conductas y te recuerde las leyes de civismo. También habrá quienes te digan que eso no es nada, que hay gustos mas retorcidos y sino basta con ver la película Kinsey, que por una extraña razón (no quiero pensar que existe censura) solo estuvo en cartelera, esto en Madrid, tres semanas. Pero en ella se puede ver que la, a veces puritana a veces depravaba, sociedad estadounidense tiene gustos para todos los colores, aunque el dicho vaya al revés.

Es cierto que los norteamericanos sufren de delirios y persecución. Ya se vio la que se armo cuando la Jackson se quedo sin telas en el pecho a causa de un bailecito con el Justin en el super bowl del este año. A raíz de esto se retrazo la transmisión cinco segundos de eventos en vivo como los Grammy o los Oscar. Pero lo gracioso es que el la televisión norteamericana existen programas como “Sex in the city” y ahora “Desesperadas”, ambas series todo un éxito en audiencia, donde se habla del sexo en todas sus variantes sin pelos en la lengua.

Creo que al final, las cosas deberían ser así, por algo decía mi abuela: A las cosas por su nombre, por eso yo ya me aprendí lo del dogging.~