El juego que nadie quiere ver| blog Mundial Brasil 2014

FIFAWorldCup: Take a look at #NED's comprehensive win in the 3rd place play-off

FIFAWorldCup: Take a look at #NED’s comprehensive win in the 3rd place play-off

En nuestra mente sólo existe el partido del domingo, la gran final; sólo queremos saber quién será el ganador absoluto. Tan es así que el partido por el tercer lugar se juega casi por obligación, como un último esfuerzo innecesario. Incluso Louis van Gaal, técnico del equipo holandés, dijo que este partido no debería jugarse, y lo mismo piensan algunos jugadores y aficionados. Es casi como una obligación humillante para los dos equipos, y ahora más para Brasil. Es el partido que ya nadie quiere ver y el que ahora Brasil ya no quisiera jugar.

Los más optimistas pensaban que podría ser una oportunidad para que La canarinha defendiera su honra en la cancha, pero se equivocaron. Holanda le vuelve a propinar dos goles apenas a los diecisiete minutos de haber comenzado el juego, como si presenciáramos un dèjá vu del juego del martes; pero no fue así, pues los naranjas sólo rematarían un tercer gol al minuto noventa y uno. Les perdonaron cuatro, pero los brasileños no metieron ni uno. Esta nueva derrota del equipo anfitrión, por el contrario, sólo provocó la rechifla y el abucheo de los aficionados brasileños. Aquello que el martes era llanto y tristeza, el día de hoy se convirtió en enojo y frustración. Los anfitriones ni siquiera lograron un tercer lugar.

Sin embargo, pasaran a la historia en este Mundial por otras razones, aunque quizá no las que un equipo quisiera presumir. Por ejemplo, con este partido Brasil se convirtió en el equipo que más goles recibió en el torneo, catorce en total, seguido de Australia y Camerún, ambos con nueve (a este último los brasileños le ganaron cuatro a uno en la fase de grupos). Este resultado le da a Brasil su peor marca, al haber recibido el mayor número de goles en su historia, más que en 1938 cuando les anotaron once (esta vez en sólo dos partidos les anotaron diez). En estadísticas más felices, Holanda se va con quince goles anotados, sólo por debajo de Alemania que lleva diecisiete (a los que se sumarán los que anote mañana, quizá), mientras que ambos sólo recibieron cuatro goles.

Más allá de estadísticas, a veces ociosas, éste ha sido un Mundial que nos ha ofrecido mucha emoción y mejores goles. Dicen los que saben que ha sido el mejor desde México ’70; dicen también que en estos treinta días se han batido récords, como el hecho de que ocho países latinoamericanos hayan pasado a la segunda ronda, entre ellos obviamente Costa Rica, Chile y Colombia que ofrecieron grandes partidos. Quizá el colombiano James Rodríguez se convierta en el máximo goleador del torneo, con 6, aunque lo más probable es que Thomas Müller se lleve la Bota de Oro por segunda vez consecutiva, tiene oportunidad de anotar algunos mañana y ahora lleva 5. Dicen también que este Mundial se perfila para romper el récord del mayor número de goles anotados, este título lo tiene Francia ’98 donde se anotaron 171 (según algunas estadísticas de internet van 167, sin contar los de hoy y faltan los de mañana, ya veremos).

Dejando de lado estos datos y números, sólo nos resta ver cómo se conducen argentinos y alemanes en la gran final. Por ahora ya han sido treinta días de seguimiento futbolístico que pusieron en pausa a más de uno, llenaron de angustia y alegría a otros, y quizá algunos más hayan llenado sus bolsillos al ganar las quinielas. Lo importante es que parece que todo volverá a la normalidad, o al menos no serán de tanto impacto el resto de los torneos de fútbol que se jueguen en lo que queda del año. Porque quizá me equivoqué cuando dije muy al principio de esta cobertura que no todo el mundo estaba interesado en el mundial (ahora creo que son muchos los interesados y sigo convencida de que es mucho lo que mueve en los bolsillos y en el ánimo de la gente), pero eso ya no importa, lo que importa es el juego y el azar que nos mueve a jugarlo y seguirlo, porque es eso, sólo un juego.