Croacia, histórico finalista | día 28

El Metro de Moscú, cientos de escalones mecánicos bajo tierra, nos recuerda, más allá de sus esplendorosas estaciones de mármol, al subte de Buenos Aires. El viejo traqueteo discontinuo sobre las vías, el diseño de los trenes, los carteles en las estaciones. Es el tercero más extenso del mundo, después de los de Londres y Nueva York.

Después de recorrer la céntrica calle Tverskaya y leer los periódicos deportivos rusos, donde nos enteramos que Yury Zhirkov y Sergey Ignashevich han anunciado su retirada de la selección rusa, que Cristiano Ronaldo jugará para la Juventus de Turín, y que Nadal y Del Potro se enfrentan por los Cuartos de Wimbledon, nos volvemos a tomar el Metro hasta la Estación Sportivnaya, donde está el Estadio Luzhnikí.

Aquí se juega la segunda semifinal entre Inglaterra y Croacia. Aquí fue donde México consiguió su gran victoria frente a Alemania. Aquí fue donde España quedó eliminada del Mundial, perdiendo en los penales contra Rusia. Aquí se jugará la Gran Final del próximo domingo, para la que Francia ya está esperando rival.

Gareth Southgate, el entrenador inglés, no cambia nada. Defiende con tres atrás, aunque Trippier y Ashley Young suelen ser más laterales que volantes. Lo deja a Henderson bien paradito de cinco, con Lingard y Dele Alli con libertad para juntarse con Sterling, y Harry Kane de nueve inglés. Zlatko Dalic lo recupera a Brozovic en el centro del campo, para darle más equilibrio y libertad a Rakitic y, sobre todo, a Luka Modric, que tiene que encontrarse mucho con el balón para que el fútbol croata carbure.

Los croatas desplegan una bandera que pone, en ruso, “Gracias, Rusia”. Quieren igualar las fuerzas con la ayuda de los rusos. Los ingleses vivan a Pickford cuando va hacia su arco, son bastantes más, y gritan mucho más. Todo listo. El turco pita. Hagan juego, señores.

Muy pronto se pone en ventaja Inglaterra. Un pelotazo cae en los pies de Lingard, que la juega muy bien para Dele Alli. El pibe del Tottenham avanza imparable y Modric llega tarde y lo derriba en la puerta del área. Es un tiro libre precioso. Lo patea Kieran Trippier, también del Tottenham, al ángulo superior izquierdo de Subasic. No van ni cinco minutos y ya explota el estadio.

Inglaterra espera y contragolpea con Sterling, que le gana siempre al pobre Lovren, el único croata que juega en la liga inglesa. Los córners siempre son peligrosos cuando ataca Inglaterra, y Maguire gana de arriba. Harry Kane se planta solo frente a Subasic que le gana el duelo. A Croacia le cuesta responder, lo mejor lo consigue por banda derecha con Vrsaljko y Ante Rebic que fusila al bueno de Pickford. Pero Dele Alli está haciendo un partidazo, y Kane acompaña, y Lingard la tiene en la frontal pero se lo pierde. Modric no la toca, todo es inglés.

Para colmo de males, cuando recibe la pelota Vida en defensa, los rusos lo empiezan a pitar ensordecedoramente. ¿Qué ha hecho Vida? El caudillo croata lo fue durante cuatro años del Dinamo de Kiev, y después de la victoria contra Rusia lo celebró al grito de “Gloria a Ucrania”. No ha funcionado la bandera. Apenas los errores defensivos de Inglaterra le permiten aproximarse a Croacia en un primer tiempo que es claramente inglés.

Es notable la confianza que le ha dado Guardiola a John Stones, pero comete demasiados errores con el balón. Inglaterra se va sola para atrás, repite el error que cometió contra Colombia y que había subsanado contra los suecos. La pelota empieza a pasar por Modric y a terminar en Perisic. Así llega el empate, una vez más Sime Vrsaljko entra con espacio por la derecha y tira un centro preciso, que Iván Perisic anticipa con todo, manda a la red, y despierta a Croacia.

Perisic se ha transformado con el gol, le regalan otra pelota en el área, se perfila para la zurda y su remate cruzado da en la base del poste izquierdo inglés. El partido se juega en el área inglesa. Brozovic lo asiste a Mandzukic y tiene que aparecer una vez más Pickford para salvar a Inglaterra. Los hinchas lo saben, entonan el “Ro-ssí-ya, Ro-ssí-ya” buscando el apoyo del público ruso. Southgate lo ha quitado a Sterling y el equipo ya no tiene fútbol. Nos vamos al alargue con la amenaza de una Croacia mucho más entera.

La entrada de Rose le cambia la dinámica a Inglaterra, ahora hay cinco jugadores del Tottenham de Pochettino en la cancha. Se nota que se entienden, Alli para Rose para Dier y la pelota se va al córner que cabecea Stones, y Vrsaljko la saca en la línea. Pero Perisic está imparable y lo vuelve a poner a Mandzukic cara a cara con Pickford. La salvada es tremenda, por poco lo liquida al “niño de la guerra”, pero Mandzukic aguanta.

Croacia sigue siendo mejor y se vuelve a meter en el área inglesa. Iván Perisic la peina hacia atrás. Los defensas ingleses miran. Mario Mandzukic les gana la espalda, se perfila para la zurda, y fusila a Pickford. Ahora sí. Gol de Croacia. 2 a 1. No le quedan ni diez minutos a Inglaterra para empatarlo. Encima Trippier ya no puede moverse más, y se quedan con uno menos.

No habrá ideas para la épica. Le cuesta muchísimo a Inglaterra meter una pelota en el área. Está mucho más cerca el tercero que el empate. Si Kramaric lo ve a Perisic cierra un partido espectacular. También aparece la jerarquía de Rakitic, y el coraje de Vida, hasta la experiencia del eterno Çorluka que entra para dar una mano. El turco pita el final, Modric y los suyos salen disparados a festejarlo con su tribuna. Los ingleses vuelven a tropezar en semifinales, como en Italia ’90.

Los croatas no se van de la cancha, entran sus hijos con la camiseta, los hinchas menos, ya solo quedan ellos, y siguen saltando y celebrando. No es para menos, son finalistas de un Mundial por primera vez en su historia. Lo que ni Davor Suker, Prosinecki y compañía consiguieron, lo logra esta generación que no solo cuenta con Modric y Rakitic, acá juegan todos, hoy la figura fue Iván Perisic, el gol lo hizo Mandzukic, mañana serán Vrsaljko o Rebic. Han hecho historia jugando al fútbol.

 

Andrés Margolles. Moscú, 11-07-2018