7º promt. Cambia y utiliza el estilo de Murakami en español
Edición: Usa otra voz, en español.
Prompt a Chat GPT: Cambia y utiliza el estilo de Murakami en español.
Respuesta:
“En el vasto lienzo de la existencia, Martín era un hombre de sombras y silencios. Sus días transcurrían como notas de jazz, improvisadas y melancólicas. No había lugar para las certezas, solo para las preguntas que flotaban en el aire, como hojas secas en un río.
Martín había dejado atrás la ciudad, con sus luces parpadeantes y sus prisas. Ahora vagaba por los márgenes del mundo, donde los límites se desdibujaban y los sueños se filtraban entre las rendijas de la realidad. Su mochila contenía lo esencial: una libreta, un reloj sin manecillas y una fotografía descolorida.
Las noches eran su refugio. Martín se acurrucaba en su saco de dormir, escuchando el murmullo de los árboles y el aullido lejano de los lobos. Las estrellas titilaban como faros en la distancia, guiándolo hacia algún destino incierto. A veces, en la penumbra, creía ver sombras que se movían entre los árboles. ¿Eran los espíritus de los antiguos habitantes de aquel lugar? Martín no lo sabía, pero no le importaba. Las sombras eran sus compañeras de insomnio.
Una tarde, mientras cruzaba un puente de madera que crujía bajo sus pasos, Martín encontró una librería. No era una librería común y corriente. No tenía escaparates ni letreros luminosos. Solo una puerta de madera gastada y un cartel que decía: “Libros para almas errantes”. Martín entró, como si el lugar lo hubiera estado esperando desde siempre.
El interior era un laberinto de estanterías polvorientas. Los libros no tenían títulos ni autores. Solo portadas en blanco y negro, con imágenes que parecían sacadas de sueños olvidados. Martín tomó uno al azar y se sentó en un rincón oscuro. Las palabras fluían como un río subterráneo, arrastrándolo hacia abismos desconocidos.
El libro hablaba de un hombre que había dejado atrás su vida de consultor informático. Un hombre que había renunciado a las redes sociales y se había perdido en la naturaleza agreste. Martín sintió un escalofrío. ¿Era él el protagonista de aquella historia? ¿O solo un reflejo distorsionado en el espejo de las palabras?
La voz del librero lo sacó de su ensimismamiento. “¿Qué buscas, Martín?”, preguntó. Martín no supo qué responder. No buscaba respuestas, sino más preguntas. Quería perderse en los laberintos de la ficción, como un navegante sin brújula.
Y así, Martín se quedó en la librería. Los días se sucedían, sin prisa ni urgencia. A veces, salía a caminar por los campos cercanos, pero siempre volvía. El librero le sonreía desde detrás del mostrador, como si supiera algo que Martín ignoraba. “Los libros son como puertas”, le dijo un día. “Te llevan a lugares que no existen, pero que están ahí, esperando a ser descubiertos”.
Y Martín asintió, porque había encontrado su lugar en el mundo. No en la ciudad ni en la naturaleza, sino en las palabras. Las palabras que flotaban en el aire, como hojas secas en un río. ”
Imagen hecha con Copilot, mismo promt, pero el sistema marcó problemas de propiedad intelectual y legales. Parece que no sabe interpretar el estilo de un escritor a una imagén. Se sustityó el nombre del escritor por su nacionaldiad.∼
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