Lengua extranjera

 

Lengua extranjera. Andréi Zvyagintsev. Leviathan y Loveless. El desastre como una fuerza natural. La belleza de la desesperación. El esqueleto de una ballena en la playa. Dos padres en la morgue deben identificar a su hijo. Una mujer corre con el uniforme deportivo ruso, mira a la cámara y llora.

 


 

Opio. Comedias románticas. No eres uno de sus personajes. Era obvio pero difícil de aceptar. No habrá finales. Tal vez solo una cita de Simic: “Me siento y miro al suelo. Después me quedo mirando a los zapatos de alguien como si fueran la cosa más interesante del mundo. El tiempo carece de significado. Así debe de ser la eternidad. Contemplar fijamente, para siempre jamás, un par de zapatos negros de hombre que calza una vieja.”

 


 

Tengo un problema. Desde hace meses detecté que en algunas situaciones de estrés cuando hablo hay un cortocircuito entre lo que pienso y digo. Lengua extranjera.

 


 

Lezama Lima decía que la obra es “la suma de poquedades”, las pocas líneas que se escriben a diario. Sada me aconsejó no soltarme de la lámpara del lenguaje, insistir y regresar.