Colombia: En sus guayos | Rusia 2018

Por Leandro Racedo

A DÍAS DE haberse celebrado las elecciones presidenciales, y  para entender lo importante y hermoso de la cita mundialista, los casi 50 millones de colombianos estamos esperando  el comienzo del evento más esperado del año, y el contraste no puede ser mejor.   A partir del 14 de Junio dejamos de lado cualquier bandera política y solo importará la Tricolor, o díganme ¿acaso los distintos candidatos presidenciales no gritan por igual un gol de la Selección de Colombia? Entonces, todo listo para vivir el Mundial con toda la energía, ¿y qué está sucediendo en la concentración de la selección Colombia?

A estas horas la selección se encuentra en Italia, concentrada, donde se medirá con su par de Egipto en el ultimo amistoso antes de entregar la lista de 23 seleccionados. El Profesor Pekerman aún no ha entregado la lista definitiva. Tiempo tiene, hasta el 4 de Junio, pero sería raro imaginarse que en su cabeza no esté ya la lista definida.

Las dudas vienen en el área del campo de juego que, justamente, José Pekerman considera clave: el mediocampo. Por eso que tiene sentido que haya agregado a su equipo de ayudantes a Esteban Cambiasso, alguien que ha entendido como pocos lo que el técnico quiere, además de aportar experiencia mundialista y ser su nexo entre jugadores y técnico.

Si algo trasmite este equipo es optimismo y confianza. Ellos mismos confiesan que el objetivo es llegar a semifinales, algo que sería histórico y llevaría a la selección a otro nivel, poniéndola en el podio de las cuatro mejores selecciones del planeta. En este caso, podríamos decir que el riesgo es que el bosque impida ver el árbol, habría que concentrarse, primero, en pasar la zona de grupos. En el pasado, la mejor selección Colombia de la historia –junto con esta, en mi humilde opinión– ha pecado de soberbia y ha pagado el precio de ir relajado a un Mundial.

Polonia, Senegal y Japon son un coctel que puede dar un gran dolor de cabeza si no van listos, y eso es algo que José Pekerman sabe a la perfección. Las características de estos equipos son bien distintas: Senegal hará despliegue de todo su poder físico con delanteros de buen pie, como la estrella del Liverpool Manè; Japon tienen un juego colectivo y velocidad que explota en los contragolpes; y Polonia se hace fuerte en el juego aéreo y confiando en su 9, que es un tanque Panzer de nombre Lewandowsky. Tres estilos bien distintos a los que Colombia tiene que enfrentase y, sin dudas, la clave está en la posesión de pelota. Colombia tiene argumentos para ponerse en el lote de las mejores selecciones del planeta, con James en plenitud, Falcao con la maduración justa para una cita así de importante, y con Cuadrado que puede ser decisivo. El desafío es en la recuperación y la defensa. Alguien dijo que los mundiales los ganan los que no reciben goles, y hay mucho de cierto en esto; así pues, el técnico debe armar el equipo para que, cuando no tenga la pelota, no se desequilibre.

Falta cada vez menos para el primer partudo, y pronto tendremos la lista final de 23 hombres que representaran a todos los que alguna vez pateamos una pelota. Por un momento, soñamos estar el 14 de junio en sus guayos.~