PERSPECTIVAS: Chico conoce chica, o sobre las expectativas del encuentro
HAY MOMENTOS EN la vida en que la frustración nos invade produciendo esa extraña sensación de fracaso en todo el cuerpo. ¿Hasta qué punto las frustraciones dependen de las expectativas que nosotros mismos nos creamos? Yo creo que en el total de las veces. Pero el problema no está en crear las expectativas, sino en no calibrarlas bien. En no tomar en cuenta factores. Es verdad, muchos son realmente difíciles de conocer.
Hace unos días un amigo mío conoció a una chica que le pareció guapa e interesante. Después de hablar toda la noche y citarse al día siguiente, él sintió que la cosa iba que funcionaba. Vamos, que parecía que tendría alguien con quién salir que cumplía con sus expectativas.
Al parecer los gustos e intereses coincidían y la atracción era mutua. Dejaron de verse durante una semana por razones de trabajo y viajes. A los ochos días él recibió un mensaje en su correo electrónico donde ella le decía que había pensado las cosas y que iba ser que mejor no. Que no habría más citas ni más posibilidades de relación. Y terminó con la frase que todos los hombres el mundo tememos y que, a decir verdad, jode bastante: «que mejor como amigos».
Con o sin conocimiento del porqué de esa decisión mi amigo se frustró. La chica le gustaba, se imagino saliendo con ella, cenando y yendo al cine. Evidentemente había variables que eran imposibles de controlar. Él no tenía ni idea de que ella reaccionaría como lo hizo y la situación, una semana atrás, no daba una lectura que pudiera imaginar que sucediera lo que sucedió.
Las expectativas que él creó en torno a una futura relación se dieron al traste con su realidad, ¿pero cuál es la solución a estas situaciones? ¿No crear expectativas? No me parece. Para tomar decisiones en donde se carece de información, ésta se sustituye por experiencia; y todo este proceso hace crear un marco futuro, es decir, unas expectativas. Creo que es imposible no crearlas, eso lo podría explicar mejor alguien que conozca el funcionamiento de la mente, pero sí se puede trabajar en cómo las creamos.
Una vez leí que para no llevarse una decepción sobre una persona, la autora del artículo, decía que catalogaba sus amistades en función de unos criterios de qué podía y qué no podía pedir a unos y otros. «Hay a quienes es imposible pedir dinero pero sí tiempo. A otros», explicaba ella, «se les puede pedir, dado el caso, cosas materiales y a otros más paciencia.» Así, al crear unas expectativas que coincidieran con la forma de ser de cada uno de sus amigos y que son más cercanas a la realidad. La posibilidad de que se cayeran y la frustraran era menor.
Realmente creo que es difícil, si no es que imposible, no emocionarse de haber conocido a alguien con nuestros gustos y que nos haga imaginar un futuro, al menos, agradable. También hay situaciones que son imposibles de controlar. Ella, probablemente, en el caso de mi amigo, se encontró con otra persona que le atraía más, se dejo llevar por el momento para después darse cuenta que no era lo que buscaba o qué sé yo… En el caso de mi amigo controlar mejor las situaciones futuras le evitará en muchos casos frustraciones indeseables.
Le comentó esto a él, y me contesta que ya no se encuentra frustrado. Dice que se imaginó muchas cosas muy pronto. “Las expectativas”, comentó. Pero lo cierto que aun está sentado frente al monitor esperando a que le llegue un email de la chica en la que le digan que sí, que se ven de nuevo. Que cumplan con sus expectativas.~
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