MÚSICA HASTA LOS HUESOS: Portishead

Portishead en una localidad que se encuentra a 15 kms. al oeste de Bristol, de donde es originario Geoff Barrow (tecladista del grupo), quien ha trabajado con otras bandas de trip hop (Massive Attack y Tricky). En 1991 conoció a Beth Gibbons Barrow, chica introvertida y misteriosa, que vivía en Bristol. Por la saturación de trabajo y coordinación, él le mandaba, vía mail, música y ella se la regresaba con algunas letras y melodías tristes. Así juntos formaron Portishead.

“Portishead”/ Claudia Lucio

El primer proyecto musical en el que trabajaron fue el cortometraje To Kill a Dead Man, donde también actúan (cortometraje incluido en el DVD Roseland NYC Live,1998). En 1994 firman con Go! Beat, con quien editaron el exquisito y primer álbum llamado Dummy, en este tiempo se integrá Adrián Utley en la guitarra. La primera vez que los oí me pareció tan bizarro, ¿cómo con tantos “ruiditos” y sampleos podían hacer música maravillosa? El toque único de la suave y nostálgica voz de Beth lograba una terrible alegría y una hermosa depresión por igual. De este disco tuvieron sencillos como: Numb (1994), Sour Times (1994) y Glory Box (1995). Mis canciones favoritas son: Glory box, Roads y Wadering Star.

La prensa no supo donde ubicar este género tan inclasificable y, aunque la misma banda no estuvo conforme, los colocaron en el genero de Trip Hop. Su éxito fue un fenómeno musical que se regó como pólvora, lo extraño fue que no tuvieron ninguna especie de promoción y, aun así, estuvieron en las listas más importantes de éxitos en Europa y Estados Unidos.

En 1997 sale el álbum llamado Portishead, consolidándose como una gran banda; muy maduros en su formación y con letras más obscuras bañadas de dolor. Fue hasta este disco que se comenzó a saber un poco más sobre los integrantes los cuales permanecían alejados de los medios de comunicación. Comenzaron a circular fotos en la red, pero seguían siendo un misterio, daban conciertos en lugares muy pequeños e íntimos, ellos comentaban que sólo querían hacer música; después comenzaron a crecer rumores sobre el pánico escénico de Beth y por esta razón, cierta ó no, los fans y la prensa creyeron entender el porqué de su misticismo y “los perdonaron”. De este disco se desprenden sencillos como All mine (1997), Over (1997) y Only you (1998).

Cuando yo aun no terminaba de desmenuzar el álbum Portishead me sorprenden, en 1998, con un álbum en vivo: Roseland de NYC Live acompañado por la orquesta de Roseland (el respectivo DVD del concierto lo lanzaron en 1999). Verlos, por primera vez, desenvolverse en el escenario fue algo realmente espectacular; cómo cada uno se entregaba a su instrumento en cuerpo y alma con versiones extraordinarias de sus dos discos anteriores, mi favorita (que me eriza la piel) es ROADS, sin duda un viaje a lo mas profundo del ser, y por eso lo hace personal, eso es la magia de Portishead.

Después de este disco parece que desaparecen de la faz de la tierra, su página oficial se queda inerte y rumores de su separación comienzan a circular. Hasta el 2002, como una luz al final del túnel, nace Out of Season. En esta producción, fuera de lo que es Portishead, Beth Gibbons & Rustin Man crean una belleza de disco de paisajes sepias ahogados en nostalgias y acordes de hojas secas. Escuchar nuevamente la voz de Beth nos reconforto como fans, y la mayoría añoramos un disco nuevo del grupo. Tuvimos que esperar 10 años, sí, 10 años para escuchar algo nuevo de Portishead. En el 2008 sale el álbum titulado Third, lo escucho y siento que el tiempo de espera valió la pena, ó a lo mejor ese era el necesario para sufrir una metamorfosis en su sonido, que se reinventa y surge otro concepto: fuerte y rebelde, manteniendo la voz triste y letras introspectivas. De este disco salen los sencillos: Machine Gun (2008), The Rip (2008) y Magic Doors (2008).
17 años después visita México.

Tienen una única presentación en el Festival Corona Capital 2011. Como buena fan, me estuve aguantando el fuerte calor, los empujones, arrimones, pisotones, sed, baño, hambre, cansancio, etc. Esperé la salida de Portishead desde las 3:30 de la tarde para poderlos escuchar y tener la mejor vista posible. No me puedo quejar, vi buenos grupos antes. Algunos no los conocía así que me lleve tarea a casa para escuchar. Mientras más se acercaba la hora de Portishead los aventones y empujones se hacían más rudos. Mi umbral de fan evitó que me rajara y me saliera del lugar. El tiempo corría despacio, como siempre que esperas algo con emoción; los diez minutos antes de las 8:30 duraron como media hora.

Las luces se apagaron y en la pantalla solo se veía su logotipo, una minimalista P que creó una euforia total: gritos mezclados entre reclamos por tardar tanto en venir y emoción extrema porque ya estaban por fin en el escenario. Yo me quede muda…

Me encantó la suculenta selección de canciones, fue como tomar un delicioso vino tinto en traguitos muy pequeños. Interpretaron entre otras canciones: Hunter, Sour Times, Wadering Star, Cowboys, Glory Box, Chase the tear, Machine gun, Silence, The rip, Magic Door, Over . Cada canción la disfruté con gran melancolía y felicidad, tal como debe ser escuchada la música de Portishead. Traian toda una obra de arte en videos que proyectaban, mezclando lo ya preparado con imágenes en vivo. Fue un concierto que involucraba todos los sentidos, la piel se te erizaba con cada acorde inicial que se iba desvaneciendo al final de la canción para sentirlo nuevamente al inicio de la siguiente, la sensación entre querer llorar y reír fue latente durante toda su presentación.

Paso tan rápido el tiempo… Anunciaron la última canción y se despidieron dejándonos eufóricos y pidiendo más. No tardaron en salir, de Encore tocaron Roads y We carry on. Creo que les gusta dejar a su público con sensaciones mezcladas, Roads sería el cierre perfecto para sus conciertos, pero por lo que he visto les gusta llevarnos hasta lo más hondo de nuestros sentimientos y, en lugar de dejarnos ahí, nos arrastran a momentos de alegría, esta rara sensación me dejó la mezcla de estas dos últimas canciones.

Terminó el concierto y sigo sin creer que estuve ahí. Un concierto que nos hizo irnos con la música hasta los huesos.

Me despido escuchando Glory Times (recopilación) de Portishead.~