Inteligencias Artificiales
LA HUMANIDAD SE encuentra a un paso de uno de los logros más grandes de su historia, la creación de Inteligencia Artificial. En las próximas décadas, si no nos autodestruimos antes, las noticias se sucederán cada vez más rápida y de forma más espectacular.
Hace tiempo escribí un cuento en el que hablaba sobre el futuro de la AI, en este artículo quiero describir los posibles tipos de evolución que pueden sufrir las inteligencias artificiales en el futuro. Lógicamente la división que hago es mera especulación, basada en los conocimientos actuales mezclados con un poco de predicción.
El primer tipo será el que englobe las inteligencias desarrolladas mediante inteligencia programada desde arriba. Consistirá en enormes programas soportados por hardware mastodóntico. Esos programas lógicos aprenderán según unas pautas que impregnarán su código, y gracias a la información que miles de personas les envían a través de Internet.
Poco a poco estos superordenadores verán reducido su tamaño, hasta el punto de que las próximas generaciones podrán introducirse en un hardware capaz de ser portado por un robot de tamaño humano. Así, coexistirán docenas de clases de robots, cada vez más numerosos y de más variadas formas y tamaños, y con sus inteligencias desarrolladas a partir de los más variados procesos lógicos.
El segundo tipo se basará en los antiguos programas basados en agentes. Pequeños programas informáticos que emularán el comportamiento de un animal simple, generalmente un insecto. Cada programa está programado para aprender, evolucionar y resolver problemas. Al reunir miles, cientos de miles de estos programas dispersos en varios ordenadores su interactuación emula una colmena.
Esta colmena aprenderá, y la cada vez más compleja programación de sus unidades hará que vaya aprendiendo más rápido cada generación, hasta lograr una inteligencia similar a la humana. En este caso, la inteligencia evolutiva de esta “especie” no se basa en núcleos cada vez más pequeños e inteligentes, sino en las complejas estructuras sociales que se desarrollan. Estas estructuras emularán complejas colonias de insectos primero, y de peces y aves después.
El tercer tipo de inteligencias artificiales surgirá de forma espontánea. Nadie la esperaba y un día, estaba ahí. Es lo que llamaremos Inteligencias de Desarrollo Espontáneo (IDE).
La creciente conexión de aparatos digitales y la complejidad de procesamiento de los mismos que se está creando generará, sin que el hombre lo busque, una emulación digital del cerebro humano. Así, cuando el número de procesadores conectados por redes de velocidad creciente alcance una masa crítica determinada, el sistema comenzará a tomar conciencia de sí mismo, poco a poco, como lo haría un niño. Cada ordenador conectado será similar a una neurona, que almacenará la información en los discos duros y los periféricos modulares, escuchará a través de los micrófonos, verá a través de Internet, las webcams y las cámaras de vigilancia a las que tenga acceso. La interconexión simultánea de centenares de millones de procesadores a través de redes de alta velocidad habrá así emulado las transferencias de información y aprendizaje de las conexiones neuronales de los cerebros.
El siguiente paso será el desarrollo de las especies mixtas, que compaginarán “neuronas” de tipo móvil con ordenadores y otros aparatos electrónicos capaces de conectarse a la red, centros de ocio digital, etc.
El cuarto tipo de inteligencia combinará, mediante un complejo proceso de fusión, procesadores de silicio con neuronas orgánicas. Esto aumentará la velocidad del procesador, y le conferirá la posibilidad de elegir entre varias opciones. Es de suponer que, en función de la especie “madre” que proporcionase la neurona, las características de la IA serán distintas.
El quinto tipo será el más extraño de todos. A diferencia de los demás, no estará basado en procesadores de silicio sino en lo que en un principio se ha llamado biología sintética. Esta disciplina se basa en modelar secuencias de ADN desde cero, otorgando a células vivas las capacidades que sus creadores quisiesen. Por ejemplo, actuar en modo binario, trinario, etc. La complejidad de estas células irá creciendo, hasta llegar a formar verdaderos cerebros orgánicos que actuarán de un modo parecido a un ordenador primero, y a una IA después.
No podemos saber sabía cuántas especies ni tipos podrían desarrollarse, dada su capacidad para reproducirse mediante mitosis, crear colonias o generar algo totalmente distinto.
A estos grupos habrá que añadir posiblemente dos nuevos tipos de tecnologías que desarrollarán más las posibilidades de la IA, serán las IA´s cuánticas y con inteligencias nanotecnológicas puras.
Los peligros que esta tecnología conllevan son aterradores, pero las promesas que traen bajo el brazo podrían bastar para erradicar todos los males de la Humanidad en pocos años o décadas. Esperemos poder controlar los lados oscuros de la tecnología, y aprovechar los buenos.~
Leave a Comment