El Feng Shui y los cambios

CONTINUANDO CON EL artículo anterior en el que hablamos de la filosofía desde la cual se desarrollan el conjunto de observaciones y técnicas llamadas genéricamente Feng Shui (Filosofía del Feng Shui), es importante saber de qué manera la cultura china miraba el transcurso del tiempo y los hechos que modificaban sus reglas [principalmente sociales]. Para entender esa mirada es importante mirar la historia de China y descubrir que ellos siempre fueron observadores, estrategas. Aunque emperadores hubieron muy buenos y muy malos, como cultura, los grupos intelectuales tuvieron muchas veces la mirada del estadista.

El historiador era un personaje importante, una especie de encargado de prensa pero con vista a un futuro lejano. Se preguntaba que significaría como antecedente algún hecho, por ejemplo: el derrocamiento de un gobernante ¿en qué haría pensar?, esta pregunta se hace también en nuestra cultura actual pues se busca barnizar de gloria situaciones impresentables ya no con vistas al futuro sino al presente. Esto viene a demostrar que los chinos, en el tiempo en que crearon el Feng Shui, eran realistas pero con una idea de la inmensidad del tiempo y la historia que nos está aparentemente vedada en el presente. Esa capacidad de observación produjo a su vez una capacidad de abstracción sobre los movimientos de la vida de forma natural.

La observación de “el yin y el yang” deviene de ese enfoque. Las cosas cambian y a la quietud sigue el movimiento, uno proviene del otro. No está de más remarcar que esta teoría es uno de los grandes aportes de la cultura china al mundo de las filosofías orientales. Es deseable el equilibrio entre el yin y el yang pero no es un equilibrio estático, como en la imagen [de todos conocida del circulo donde] el negro es el yin y el blanco es el yang, pero debemos agregar a la imagen movimiento de uno hacia otro.

El Feng Shui es la búsqueda para reflejar el Tao, que es el equilibrio de los opuestos -yin y yang-, el punto de partida y de llegada a través de un camino que también es contenido por él. El Tao es la expresión de lo natural, como de todo lo existente, y su destino. Este concepto probable no sea del todo fácil de entender pero a través de los siguientes artículos lo intentaremos ir aclarando. Sin embargo esta percepción no es la que generalmente se expresa cuando se habla del Tao de la mujer, el Tao del niño, el Tao de la pareja, etc. Esos análisis tienen más bien una mirada confuciana del Tao, una adaptación fruto de sincretismo de estas corrientes de pensamiento. Esos análisis tratan en general del correcto proceder para lograr y mantener la armonía. Sutil diferencia con el Taoísmo que consideraba que el correcto proceder era adaptarse a la armonía ya existente, que no debía ser mantenida sino aceptada. Otra sutil diferencia, podríamos pensar, se encuentra entre dejar nuestra vida en el flujo del Tao solamente manteniéndonos expectantes y eso también es un esfuerzo, o reaccionar y acomodarnos a las variantes olas de la vida en la tierra.

El Yin y el Yang en el transcurso de las estaciones. Uno de los grandes ritmos que vivimos son los cambios climáticos, tanto los referidos a las estaciones como los generados por el cambio de las condiciones de vida y el desgaste propio del planeta. En todo el planeta las variaciones térmicas debidas a la rotación de la tierra no son iguales, en los lugares desérticos son más marcadas y en los lugares tropicales se acercan más las temperaturas medias, tanto como en cercanía de los polos.

Para observar a la manera de China estas cuestiones climáticas están -el Yin y el Yang- los dos opuestos complementarios y en constante movimiento. Estos opuestos se expresan en todo lo existente y también en las cosas cotidianas, hay colores más yang o más yin y dentro de un color hay matices más yin o más yang, la temperatura, las formas, la electricidad, todo está formado por un movimiento perpetuo. Y no hay nada totalmente yin o yang, ¿diríamos que el hombre es yang y la mujer yin? Pero ambos tienen un exterior yang y un interior yin. La representación del yin y el yang incluye en su interior al opuesto. De esta forma pensaremos en la construcción de una manera diferente. Veamos un ejemplo que plantee un juego de posibilidades.

Habitar en un desierto. En un lugar desértico, en pleno de sol (yang), las construcciones blancas son deseables porque al reflejar el sol se genera cierta refrigeración interna (yin), pero deberíamos además generar espacios de oscuridad (yin), rincones de penumbra con colores oscuros y opacos. Aun antes de intentar implantar algo parecido a un oasis, en el cual la vegetación apropiada ayude, nuestra salud mental y la energía con la que emprendemos la vida, mejoraría si logramos fijar estructuras oscuras que detengan y descansen la mirada. Un clima desértico es predominantemente yang. Los pueblos nómadas vivían en carpas, que, además de portátiles era una expresión yin, blandas de aspecto mullido.

El Feng Shui es como el Tao, fácil y difícil a la vez. Simples toques desde un conocimiento profundo y amplio de las técnicas y sus efectos pueden lograr importantes mejoras en lo mental e incluso en lo ambiental.

El exterior y el interior. En una casa en el medio de un bello paisaje, sea un lago, una montaña nevada o un bosque debemos pensar en las ventanas. Si estas son enormes, casi paredes vidriadas como una excelente idea para mirar el paisaje estamos equivocando el camino. El que ingrese toda la naturaleza nos está robando la capacidad de descansar, de concentrar nuestra mente en los aspectos necesarios de la vida. Si habito una casa con grandes ventanas que miran a bellos bosques debería poner adornos o plantas en el interior que substraigan la mirada de la dispersión mental y energética que genera el exterior.

Tampoco es saludable vivir en una casa o piso con muy pocas ventanas, aunque facilite nuestra concentración nos ahoga la creatividad y las miras, las ventanas son como los ojos de la casa, una casa encerrada en si misma no es saludable. Mientras buscamos un cambio podemos colocar por ejemplo cuadros con bellos paisajes pacíficos y cuidar que no falte luz aunque esta sea artificial en todos los ambientes.

La próxima vez hablaremos de las modas en la decoración y sus efectos en el Feng Shui de la casa, donde muchos de los objetos que nos parecen lindos e interesantes pueden ser perjudiciales para la armonía energética.~