8º promt. Cambia al estilo Alice Munro en español
Edición: Bueno, copia, pero no integra las diferentes voces. Solo son imitaciones.
Prompt a Chat GPT: Cambia al estilo Alice Munro en español.
Respuesta:
“En el pequeño pueblo de San Pedro, donde las calles se cruzan como hilos en un telar antiguo, vivía Martín. No era un hombre de grandes gestos ni de palabras floridas. Su vida transcurría entre las paredes de su modesta casa y los campos de maíz que se extendían hasta donde alcanzaba la vista.
Martín había dejado atrás la ciudad, con su ruido y su prisa. Ahora, se dedicaba a cultivar la tierra y a cuidar de sus animales. Las estaciones marcaban su tiempo: la siembra en primavera, la cosecha en otoño, el descanso en invierno. No había espacio para las sorpresas ni para los sueños. O al menos eso creía Martín.
Una tarde, mientras araba el campo, encontró una carta. Estaba enterrada entre las raíces de un viejo álamo. Martín la desplegó con manos temblorosas. La tinta estaba desvaída, pero las palabras seguían intactas. “Querido Martín”, decía la carta. “Si estás leyendo esto, significa que he partido. Pero no te preocupes, porque he dejado algo para ti”.
Martín miró a su alrededor, como si esperara ver al remitente. Pero no había nadie. Solo el viento agitando las hojas secas y el sol ocultándose tras las colinas. Siguió leyendo: “Ve al viejo roble, al que llaman el Árbol de los Deseos. Allí encontrarás lo que buscas”.
Martín guardó la carta en el bolsillo y siguió arando. Pero su mente estaba en el Árbol de los Deseos. ¿Qué podría ser? ¿Una moneda de oro? ¿Un tesoro escondido? No lo sabía, pero algo lo impulsaba a buscarlo.
La luna estaba alta cuando Martín llegó al roble. Sus ramas se alzaban como brazos cansados, como si quisieran tocar el cielo. Martín se sentó a sus pies y esperó. El viento susurraba en las hojas, como si le contara secretos ancestrales.
Y entonces, Martín vio algo brillar entre las raíces. Era una llave. Pequeña y oxidada, pero llena de promesas. Martín la tomó en sus manos y sintió un escalofrío. ¿Qué puerta abriría? ¿Qué misterios aguardaban al otro lado?
Decidió no pensarlo demasiado. Martín se levantó y caminó hacia el horizonte. La llave encajó perfectamente en la cerradura de su corazón. Y así, sin mirar atrás, abrió la puerta hacia lo desconocido. “
Imagen hecha con Copilot, mismo promt, pero el sistema marcó problemas de propiedad intelectual y legales. Parece que no sabe interpretar el estilo de un escritor a una imagén. Se sustityó el nombre del escritor por su nacionaldiad.∼
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