Croacia tercero
Por Andrés Margolles
Riad es la capital de Arabia Saudita, el gran país de la Península Arábiga. Solo Riad dobla en población a todo Qatar y eso se nota en sus calles y, particularmente, en el desordenado tráfico que intenta atravesar la ciudad de norte a sur aunque sea por las veredas. Tan gran país, tiene, sin embargo, una corta historia, que encuentra su origen en la toma de la Fortaleza de Masmak por los Al Saud, es decir, los saudíes, en 1902.
Parecía que sería Arabia Saudita el mejor representante árabe en Qatar, pero Marruecos ha aprovechado una gran generación para llegar por primera vez a las Semifinales de un Mundial. Hoy, en el Estadio Internacional Khalifa, enfrentando a Croacia, intentará dar un paso más, subir por primera vez al podio de la competición a un equipo árabe.
El nivel de relajo es tan grande que en la primera jugada Bounou casi se mete un gol en contra al tratar de dar un pase. Croacia sí está concentrada, Modric pasa por arriba del balón en el tiro libre, Majer la juega preparada para Perisic que la cabecea al medio para la entrada de Gvardiol. Ya sabe, dos cabezazos en el área son gol, si encima el segundo es de Josko Gvardiol es un golazo. 1 a 0.
Marruecos responde inmediatamente con una subida de El Khannouss al que lo bajan, el tiro libre lo ejecuta Ziyech como siempre, lo peina Majer como si fuera marroquí, y Ahcraf Dari, el que hoy juega de central por la izquierda, se encuentra solo para cabecearla al gol y poner el empate al minuto siguiente. 1 a 1. Si no se despiertan así no se despiertan más.
Luka Modric se saca un par de amagues de la chistera y su zurdazo lo rechaza Bounou con lo justo. Del otro lado, una pared maravillosa entre Achraf Hakimi y Hakim Ziyech no llega por poco a la cabeza de En-Nesyri, que sí peina un córner cerrado de Ziyech que se va cerquita.
Pero sale mal Marruecos de su área, recupera Kovacic para Livaja que abre bien para Orsic, y Mislav Orsic, el extremo revelación del Dinamo Zagreb del que esperábamos mucho en este Mundial, aparece recién al final para tocarla con absoluta calidad al ángulo largo y hacer que el vuelo de Bounou quede hermoso para la foto. Un golazo de Orsic. 2 a 1. Así termina el primer tiempo de un típco partido por el tercer puesto, muchos goles, poca tensión.
Orsic quiere más, y al arrancar el segundo tiempo saca un latigazo que se va al lado del palo. En Marruecos se van lesionados los dos centrales, sumando a los dos titulares son cuatro, le queda uno, y Amrabat que tiene que irse para atrás. Orsic vuelve a frotar la lámpara y lo deja mano a mano al impasable Josko Gvardiol que no contento con desbaratar el ataque marroquí había pasado al ataque, Amrabat le comete penal pero no lo ven ni el árbitro qatarí ni el VAR. En la misma jugada lo tiene Marruecos, la pelota le queda a En-Nesyri y Livakovic hace una tapada sensacional, acorde con el Mundial que nos ha dejado.
Mateo Kovacic lo roba todo en el medio, está jugando por él y por Brozovic, al final recibe otro pase de Orsic y define mal, ya cansado, en el área. Los jugadores marroquíes ya son presos de su impotencia y del cúmulo de errores del árbitro qatarí que no benefician a nadie pero desquician a todos. Termina empujando Marruecos con los saltos acrobáticos de En-Nesyri y Croacia atrincherado en su área, defendiendo un tercer puesto increíble, han jugado seis mundiales y han terminado tres veces en el podio. Croacia 2, Marruecos 1.
La verdad es que mientras Luka Modric recibe la medalla de manos de Infantino y Kovacic sigue corriendo la mitad de la cancha, ahora persiguiendo a sus niños, estamos ya pensando en la Final de mañana. La sexta final de la Argentina, la segunda de Leo Messi. El partido que hemos estado esperando durante este mes de Mundial, el partido que repartirá laureles y marcará para siempre la historia del fútbol.
Andrés Margolles
Al Rayyan, Qatar, 17-12-2022
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