FRA-AUS: Crónicas de un partido para olvidar (o no tanto)
Por Rubén Ochoa
El despertar
Jujuy, Argentina, sábado seis y media de la mañana. Carlota clava sus garras en mis tobillos mientras Nadia me sacude, las dos buscan lo mismo: que apague el despertador, me levante y las deje seguir durmiendo. Me levanto, enciendo la tele y preparo el café. Ya va a comenzar el partido y me emociono, no importa que Australia sea un trámite para este equipo de Francia que chapea como candidato, me emociona porque es fútbol y para eso estamos.
La siesta
Los primeros cincuenta y tantos minutos del partido fueron para dormir la siesta. Mucho mérito de los “socceroos”, todos con su overol de trabajador rústico, pero ordenado, jugando su juego, bien pensado para enfrentar a la potencia que tenían adelante. Pero los principales responsables de este soporífero simulacro de partido de primera ronda de un mundial de fútbol, fueron los “Bleus”. Te juro que esperaba más, pero que mucho más, pero a estos chicos les faltaba sangre o les sobraba paja, o las dos cosas al mismo tiempo, andá a saber, quizás estuvieron despiertos hasta tarde jugando con la Play. Antes de esta vivencia estaba seguro de que no iba a extrañar a Benzema, pero me equivoqué y cómo lo extrañé ¿cómo no lo iba a extrañar? Me basta recordar la final de la Champions y si fuera francés me pondría a llorar.
Hola VAR
Andrés, en serio ¿vas a usar el VAR? Sí, lo usaste y cambiaste la historia de la negación para con la tecnología del fútbol y poco más, porque de casualidad no tuvo demasiada importancia en el partido. Te juro que veo un y otra vez la repetición y, para mí, no es penal. No importa, ya está. Todos den la bienvenida a la nueva tecnología del fútbol mundial. Y digo mundial, porque por estas latitudes, con el dólar y la inflación tomados de la mano paseando por las nubes, ni soñés que vamos a tener VAR.
Volviendo al partido, que para eso estamos, el árbitro dice penal, y va el del Aleti y la manda a guardar para poner el 1-0.
Una de jardín de infantes
¿¡Qué hacés Samuel!? Ostias chaval, merde!, no mames wey, pero qué boludo que sos. No sé desde donde putearte, qué jugada tan infantil. Poco más que decir de una acción innecesaria de un jugador profesional que curra nada más y nada menos que en el Barça. Decí que este penal tampoco fue determinante para el partido, sólo puso un poco de justicia al resultado.
Una jugada de otro partido
O de otro mundial, o de otra Francia. Cinco pases, doble pared, travesaño y en unos segundos de media cancha a la red. Yo no me lo espera, ya estaba verificando el stock de cervezas en la heladera cuando Pogba metió el segundo de Francia. Lindo gol, lástima que tuve que esperar 80 minutos para ver algo de fútbol. Qué le vamos a hacer, así son las cosas.
La del delfín
Después de puesto el 2-1, el partido se puso a hacer la del delfín que nada y nada. NADA.
A otra cosa
Son pasadas las nueve de la mañana. Termina el primer partido del día y de Francia. Francia ganó y arrancó, en lo que se refiere a la intensión de pasar a octavos, con el pie derecho. Si viste el partido, sabés que no tengo mucho más que decir, si no lo viste, creeme, no hay más que decir, si tenés que elegir entre ver el partido completo o el resumen de ESPN, te recomiendo el resumen.
Y nada, acá los dejo y me preparo para el primer partido de Argentina, que, no sé por qué, hoy la va a pasar mal con Islandia.
P.D.: si llegaste hasta aquí leyendo esto, que fue escrito por un argentino desvelado, seguro que algo te gustó, así que compartilo con tus amigos. Abrazo de gol.
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