Irán: Hitos del futbol iraní | Rusia 2018
Por Enrique Ballesteros Durán
PETRÓLEO + BRITÁNICOS + SHAH + Ayatolah + Mártires + Segregación + Prohibición + Conveniencia + Millenials + Religión + Política + Fanáticas con velo + Protestas + FIFA + Infantino = Futbol en Irán. Todo esto y mucho más se suma en mi imaginario colectivo sobre el equipo Melli, como se le conoce a la selección de este país. Es imposible quitar elementos para tratar de comprender el porqué del arraigo e identidad que este deporte tiene para los iraníes. Si bien la historia dice que ellos inventaron el polo y veneran a los luchadores como el ideal del atleta, hoy se han bajado del caballo, dejaron el mazo a un lado y se echaron a andar en la planicie tras el cuero. Y muy probablemente el espíritu de lucha los ha colocado como uno de los mejores equipos asiáticos de los tiempos modernos.
Aunque no sea políticamente correcto, el sistema de competencia de la copa del mundo está montado sobre la rivalidad entre países y razas. Dejando a un lado los nacionalismos, el torneo enfrenta a dos tribus, como les dice Villoro, con todas sus características, tanto las físico-atléticas como la forma de pensamiento. Por eso resulta impresionante ver esos duelos entre vecinos o la portentosidad de los jugadores negros o la relativa desventaja de jugadores tan pequeños de estatura como Maradona o Messi.
Hoy ese sistema de competencia del mundial sigue vigente aunque las interpretaciones han dejado de ser simples. Las selecciones nacionales reflejan una dualidad de características sobre el comportamiento de las sociedades de cada país que ha logrado calificar a la ronda final del campeonato. Irán se medirá en contra de España, Portugal y Marruecos. Definitivamente no es favorito. Lo que sí será importante apreciar es ese pequeño hito que el futbol deja en la historia de las naciones.
En 1978, un gol de Habib Khabiri contra Kuwait les dio la calificación a su primera copa del mundo. Era la época del Shah Reza Pahleví, quien fomentaba este deporte en particular. En 1984, Khabiri fue ejecutado por estar en contra de la revolución encabezada por el Ayatollah Jomeini, quien prohibió esta actividad.
En 1998 lograron estar en Francia. El presidente Jatami daba algunas señales de apertura. Un partido en particular dejó huella. Derrotaron a los Estados Unidos, dos a uno. Esa ha sido su única victoria en este certamen. Imaginen ustedes las analogías que generó este lapso de 90 minutos.
En 2006 tuvieron un mundial complicado. Es la época del presidente Mahmoud Ahmadinejad, considerado como radical. Es en este contexto donde se desarrolla la trama de la película Offside, de Jafar Panhi, en donde se muestra la obsesión por el control y la discriminación hacia las mujeres en los estadios de futbol del país. En Alemania enfrentaron a México y perdieron. También cayeron contra Portugal y empataron con Angola. Ahmadinejad destituyó al presidente de la federación de futbol iraní, algo que en los estatutos de la FIFA no estaba permitido, por lo que el organismo rector del balompié decidió suspender temporalmente a esta federación.
En 2014 fueron a Brasil. Les tocó enfrentar a la Argentina de Messi en lo deportivo y de la Asociación Mutual Israelita en lo geopolítico. En 1994 un coche bomba mató a 85 personas y dejó a 300 heridas. La justicia argentina implicó al gobierno iraní en el atentado. Fue hasta 2013 cuando ambas naciones firmaron un acuerdo de cooperación para dar con la verdad. Ya en el mundial, Messi perforó las redes persas, a pesar del gran partido que dieron los iraníes.
Para este 2018, la geopolítica manda estas señales. El presidente Hasan Rohani es considerado como un “clérigo diplomático”. La situación nuclear pone a Irán en la discusión internacional. Hay profundas diferencias con Arabia Saudita, con quien se rompieron relaciones desde 2016. Tal vez por eso, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, fue a Irán a expresar que “está muy claro que la política debe permanecer fuera del futbol y el futbol fuera de la política”. Existe una remota posibilidad de que estás dos naciones enemistadas se enfrenten en octavos de final. Basta con que una califique en primer lugar de su grupo y la otra el segundo para lograr el cruce en el cuarto partido. Diga lo que diga el señor Infantino, el futbol deja hitos en la historia que convierten a este deporte en un reflejo de la sociedad, por lo menos en lo que dura el partido.
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