España: Si funcionan los de arriba, ganaremos el Mundial | Rusia 2018

Por Francisco Romero Herrero

ME PREGUNTA UN amigo por qué el fútbol mueve pasiones universalmente como ningún otro deporte. ¿Por qué el baloncesto no? Un espectáculo mucho más estético y limpio, emocionante, duro y difícil… ¿Por qué? ¿Porque no saltan chispas entre aficiones? ¿Por qué no hay los mismos odios eternos? ¿Por qué nunca ves llorar a nadie en la grada de una cancha de basket? ¿Por qué nadie quiere morirse y puede ir al día siguiente a trabajar tras perder una Final Four?

La respuesta es sencilla: en baloncesto no se marcan goles y el gol es lo más parecido a un orgasmo. Y en el orgasmo hay un antes y un después. No da igual. Sí, claro, puedes tener varios en un mismo partido, pero siempre hay un límite. Porque el cuarto gol no lo gritas igual nunca. El primero en una final, ese es el bueno. El de Iniesta. O el de Torres contra Alemania en 2008. Incluso, el de Puyol en semis. Esos fueron orgasmos de los buenos, de los que nunca olvidarás. Y mira que nos hartamos frente a Italia en la final de la Eurocopa de 2012. Un 4-0 a nuestra bestia negra. Sin embargo, ese partido está difuminado en las mentes de los españoles. Si preguntas, nadie recordará bien los goles de Alba o de Cesc aquella noche. Pocos sabrán si marcó Torres o no. Aquella noche en la que pasamos por encima de la Azzurra no hubo mística. Pareció un partido más de baloncesto.

El gol. Ese momento mágico e irrepetible es la gran duda de la selección española de fútbol para el Mundial de Rusia. Ustedes me dirán que la España que se paseó por el mundo durante una década haciendo un fútbol de toque preciso, desmarques continuos y presión defensiva alta, no necesitó muchos goles para ganar los partidos. Cuatro ocasiones por partido, 1-0 y a la siguiente eliminatoria. Y es cierto. A aquella España le bastó con rotar el acierto de Torres, Villa y aquellos fabulosos bajitos que igual te hacían de falso nueve que de interior (Cazorla, Cesc, Mata, Pedro, Silva, Iniesta). Todos ofreciéndose para la enésima pared con Xavi, Xabi y Busquets, desesperando a todo un país porque se pasaban el balón quinientas veces seguidas como si estuviera prohibido chutar a puerta. Pero al final, entraba. Otro orgasmo y a siguiente ronda.

Pero esta España no es así. Lopetegui le ha dado verticalidad. Sí, volvemos al 70% de posesión, pero entendida de otra forma. Thiago no es Xavi y Coke no es Alonso. Busquets sí, Busquets sigue siendo el mejor medio centro del Planeta. Iniesta y Silva, pura magia, desbordan con regate y cambio de ritmo, y como ahora sí tenemos 9 (ya sea Costa o Rodrigo), nos inventamos el falso extremo en la figura de un Aspas, que tiene toda la pinta de que la va a liar en Rusia. ¿E Isco? ¿Asensio? ¿Lucas Vázquez? ¿Saúl? Dinamita. Imaginen un equipo en el que estos señores sean suplentes. Imaginen ahora que se pueda contar con ellos dependiendo de cómo transcurra el partido. Si no entramos por banda, Lucas. Si queremos posesión, Isco. Si lo que buscamos es gol, Asensio. Si queremos lucha y posición, Saúl.

Porque en defensa vamos igual de bien. Ramos-Piqué. Y no la pareja que se arrastraba en Brasil, sino que ambos llegan en muy buena forma y con más experiencia. Ambos ganan partidos en sus clubes desde la defensa. De laterales también vamos servidos: Alba, probablemente sea el mejor lateral izquierdo del mundo junto a Marcelo, y si Carvajal no llega, está Odriozola, que le sobra desparpajo. Y si no, los multiusos: Azplicueta, Nacho, Monreal…

En la portería hay dudas. De Gea nos ha dejado últimamente las mejores paradas del año y algún despiste serio. Pero, en general, no creo que haya mejores porterías guardadas en Alemania, Argentina, Brasil o Francia. Si no, que salga Kepa, que será el mejor portero del mundo en breve (un pronóstico del mismo Bilbao).

¡Qué equipazo!

Pero, pero, pero… todo va a depender del gol. Y no veo a Costa marcando goles (su rendimiento goleador en liga con el Atleti ha sido ridículo), ni a Rodrigo, que creo que ha llegado a final de temporada cansado y fallón, y Aspas, que sí, que se le caen los goles y las asistencias, puede ser poco argumento para ganar un mundial.

Veo con mucho más gol a Brasil, a Alemania, a Messi, a Ronaldo y a Francia. Esa es mi única duda con esta selección. Pero si funcionan los de arriba, ay madre, si funcionan los de arriba ganaremos el Mundial con otro gol de Iniesta.