En serio
Un texto de Amélie Durand/ traducción de Diego Martínez
He aprendido que
para evitar que la gente se enfade
es necesario demostrarles
que una los toma en serio.
Ejemplo:
«Aló Señor Director,
Tengo
frente a mí
a un joven
que se siente
muy cómodo
ya que ha puesto
los pies
sobre mi escritorio
y que pretende
asesinarlo
esta noche.
¿Qué debo decirle?»
Como cuando
una niñita que conozco
observó
el vientre abultado
de su madre,
y comprendió enseguida
lo que había adentro,
y dijo:
«La llamaré Eugenia
y la arrojaré por el balcón».
Yo no creo
que la madre pensara
que la niñita de verdad
lo haría
además de que
al bebé le pusieron otro nombre,
un nombre mucho más lindo,
al menos teniendo en cuenta
el gusto de esta niñita
para quien Eugenia era el nombre
más horrible del mundo,
ese que una sólo le da a alguien
que será arrojado
inmediatamente después
por el balcón.
Pero su madre
se tomó en serio la amenaza:
y la llevó a una ferretería
para que compraran juntas
un delicado travesaño de madera
que ambas clavaron
en la ventana
para que la niñita pudiera,
en momentos difíciles,
resistir a la tentación
de arrojar al bebé.
Qué agradable es
que te tomen en serio.
También he aprendido
que
para poder amar a alguien
a pesar de todo
es necesario sentarse tranquilamente,
no muy lejos,
respirar profundo,
y realizar el ejercicio
de tomarlo en serio.
A veces
alguien que conozco
se paraba sobre la cama
y recitaba a Aimé Césaire:
«¿Pero qué extraño orgullo
de pronto me ilumina ?»[1]
(Él pensaba
que a mí me gustaba
Aimé Césaire.)
Y como yo amaba tanto
a este hombre
terminé también amando
a
Aimé Césaire.
A fuerza de tomar en serio
a fuerza de querer
a personas sucesivas,
supongo
que al final de nuestras vidas
estaremos compuestos
solamente
de capas superpuestas
de seriedad.
Ejemplo:
Aimé Césaire
*
La permacultura
*
Las motos grandes
*
La estructura de madera del Hôtel Mignon,
(en el distrito II de París)
*
Hossein Alizadeh
*
La canción «Rocky Racoon» de los Beatles
*
Jacob Ter Veldhuis
*
H.P. Lovecraft
*
La cocina tradicional ucraniana
A partir de cierto grado de acumulación
es imposible separar
las capas sucesivas,
es imposible analizarlas una por una
preguntarse si realmente uno
las toma en serio,
si ellas nos constituyen
fundamentalmente
si toda esa seriedad sigue vigente
o si sólo pertenece a épocas perdidas
de viejos amores,
que se han vuelto kitsch.
Una no tiene ganas de preguntarse
si,
por casualidad,
no nos habremos construido
sobre una base de cosas kitsch.
No.
No tenemos ganas de preguntarnos
si realmente amamos
eso que amamos,
y si otras personas
también se dijeron
exactamente
las mismas cosas que nosotros nos dijimos.
Ejemplos:
Espero que sepas hacerme feliz
*
¿Te gusto?
*
Te pareces a Didier.
*
¿Cómo?
*
Eres hermosa.
*
Tenía miedo de que te enamoraras.
*
Tenía miedo de ser más feo que antes.
*
¿Tiene usted frío?
*
No te merezco.
*
No tenemos por qué acariciarnos ahora mismo, si quieres podemos hablar.
*
Me lo dijo todo, te lo juro. No teníamos ni diez minutos hablando.
*
Me odio por haber tardado tanto.
*
Y luego se cansó, no lo sé. Me dijo: «Bueno, no quiero seguir perdiendo mi tiempo, adiós.»
*
Creo que estoy agotada. Di demasiado de mí misma, y ya no puedo creer. Agotada.
*
Ya lo he visto todo.
*
Soy así desde el día en que murió mi padre.
*
Nunca lo supimos con certeza.
*
Prefiero desaparecer. Es así.
*
Ella se quitó los audífonos y colgó.
*
No vayas a hacer eso, ¡qué asco!
*
Yo creía que eso le gustaba a las chicas, pero al final cuando se fue me dijo
«¿Pero es que acaso te has dado cuenta de cómo me miras?»
*
Debiste haberme preguntado, tengo remedios chinos.
*
Con las chicas nunca dura más de una semana, no sé por qué.
Siempre terminan volviéndose fastidiosas.
*
Ay, ya sabes, los sentimientos van y vienen.
*
Ella necesitaba tiempo para pensar. De eso ya hace dos años.
*
Es un lindo nombre. Mi prima se llama así. Cuando era pequeño quería casarme con ella.
De todas maneras no habría funcionado. Habríamos tenido hijos mongólicos.
*
Para mí no está tan claro nuestra relación. Lo siento.
*
Ha pasado tanto tiempo.
*
¿Por qué te pones khol?
*
Cambiaste mis hábitos más pequeños.
*
Para ser hermoso. Para parecerme a una mujer.
*
¡No encuentro el jabón!
*
Vi los resultados de tus análisis médicos. Todo bien, no tienes nada, podemos seguir viéndonos.
*
¿Cuando se suelta no se pone un poco pesado?
*
¡Ay, qué gracioso!
*
¿Qué?
*
Tienes un pelo ahí. ¿Puedo quitártelo?
*
¡Ay!
*
Es el precio que tienes que pagar.
*
Me parece muy bien que escribas, es una terapia excelente.
*
Lo peor es que ella está bien con él.
*
No pude hacer nada.
*
Era eso o morir; creo que hice bien.
*
Afuera puedo, no tengo problemas. El problema es cuando estoy en casa.
*
Pero claro que eres bella.
*
Me parece muy bien que escribas, es una terapia excelente.
*
Siempre tengo la impresión de que ella me está mirando.
*
No estoy apurada…
*
Cualquiera.
*
¿Y el pipicito puede volver a crecer si una lo corta?
*
No eres la misma.
*
Detesto los pelos.
*
Dale, un beso.
*
Un beso del Mont Ventoux.
*
Un beso de Venecia.
*
No somos animales.
*
Un beso de Saint Denis.
*
No puedo, querida.
*
¿Puede que sea sólo eso lo que te molesta?
*
Un beso grande.
*
¿No te sientes un poco obligada?
*
En mi opinión el pipicito no se parece en nada a un árbol frutal.
*
Todo el mundo se besa.
*
Nosotros no lo hacemos tan seguido.
*
Eso me hizo daño.
*
¡Eso tomó un tiempo!
*
Pero claro que me excita, por eso te lo digo.
*
¿Podrías abrazarme?
*
Me parece muy bien que escribas, es una terapia excelente.
*
Me gusta leerte. Es una lectura pícara.
*
Creo que soy demasiado cerebral.
*
Siempre es la misma cosa.
Si, al final de nuestras vidas,
para amar a tantas personas
como nos sea posible
para evitar molestar a tantas personas
como nos sea posible
hemos utilizado
para hablarles
para hablarnos
las mismas palabras
que hemos escuchado de sus bocas
Si hemos tomado en serio
el máximo número posible
de sus palabras
sin que jamás
ninguna
nos haya pertenecido,
Puede ser que
llegado el momento de morir,
ya acostados, tiesos, asustados,
se nos ocurra decir
alguna cosa original
una palabra única
que ninguna boca amada
haya dicho jamás.
Ya para ese momento, nos dará lo mismo:
—Que no nos quieran más por haber
pronunciado esa palabra.
—Que molestemos a las personas
después de haber pronunciado
algo tan terriblemente nuevo
y subversivo.
—Que no hagamos referencia a
nada.
Ejemplo:
Guuarl.
¿Alguna vez ha soñado usted
con una casa distinta a la suya
con una cama distinta a la suya
con una muerte distinta a la suya
en la que
uno se expresaría
con sus propias palabras?
Ejemplos:
¿Te molestaría quitarte los zapatos?
*
No tenemos por qué acariciarnos ahora mismo, si quieres podemos hablar.
*
Guuarl.
Durante un mes,
antes de morir,
me alojé en casa de una amiga,
muy querida,
y que me había dicho:
«Siéntete como en tu casa,
ahora mismo
estoy muy ocupada».
Todo lo que había esperado
estaba allí,
esperado,
conseguido,
la comida,
los libros,
y como conseguía
yo esperaba hasta la noche,
yo borraba
poco a poco
de mi memoria
las palabras que leía,
que inventaba,
(Guuarl),
como si
me limpiara la boca
de la posibilidad
de decírselas,
de repetírselas,
escribirlas habría sido
una tentación aun más grande,
más insoportable,
de poder decírselas;
entonces no escribía nada.
Estaba en su casa.
Alguien,
otra mujer,
le había escrito
en notas adhesivas azules
palabras de amor tan hermosas
que leyéndolas
quedé embrujada,
Vivía con el miedo
de decírselas
cuando volviera del trabajo
en lugar de decirle
«Buenas noches».
Ejemplos:
« Eres hermosa» en lugar de «Buenas noches»
*
«Me odio por haber tardado tanto» en lugar de «Buenas noches»
*
«No tenemos por qué acariciarnos ahora mismo, si quieres podemos hablar» en lugar de «Buenas noches»
Cierre sus ojos,
imagine que sus ojos
siempre estuvieron cerrados,
Pídale a alguien
que le lea esta frase:
«La hierba mecerá
para el ganado
el largo y dulce navío de la esperanza,
el largo gesto de alcohol del oleaje»[2]
Usted nunca ha visto la hierba,
usted nunca ha visto
ni siquiera una vaca,
usted nunca ha visto ningún barco,
usted nunca ha visto el mar,
y sin embargo usted puede
repetir esta frase:
«La hierba mecerá
para el ganado
el largo y dulce navío de la esperanza,
el largo gesto de alcohol del oleaje»[3]
Usted puede mentir.
[1] Aimé Césaire, Cahier d’un retour au pays natal. Fragmento citado por Léopold Sedar Senghor, Anthologie de la nouvelle poésie nègre et malgache, Quadrige/PUF, Paris 1992, p.57.
[2] Aimé Césaire, Cahier d’un retour au pays natal. Fragmento citado por Léopold Sedar Senghor, Anthologie de la nouvelle poésie nègre et malgache, Quadrige/PUF, Paris 1992, p.57.
[3] Ibid.
Leave a Comment