80P1VM/05: En el límite
#post_80P1VM/5 de 80 en 1 vuelta al mundo, de Humberto Bedolla
NOS FUIMOS EN el límite. El 1 de marzo que fue el primer día del resto de los 365 días que estaremos en #1año1mundo1vuelta nos levantamos temprano para llevar al trastero las últimas cajas que había aún en la casa. No eran pocas, y como no entraron todas en el auto tuvimos que volver a dar otra vuelta, con recados y gestiones de por medio.
Para Arancha un punto importante era el tinte del pelo. Yo le decía que ya vería allá a donde íbamos qué es lo que se ponía. Ella solo me miraba feo. El problema no era que no hubiera tinte sino que, primero, hubiera alguno parecido al que suele comprar –más no usar, claro está–, y segundo, que fuera barato. Sabíamos que todo iba ser más caro. Mucho más caro.
Para mí el problema era terminar de meter todas las cajas que teníamos en el trastero, que cada vez lo veía más diminuto. Las cajas que fuimos haciendo y guardando fueron quitando espacio hasta solo dejar lo suficiente para que la puerta, que abre para adentro, se pueda mover. Poco me importaba que hubiéramos podido reducir toda nuestra vida a (finalmente) solo 3 maletas de 20 kilos. Sí, tres. 60 kilos de ropa.
Lo habíamos logrado, pensaba yo. Pero luego ella comentaba un poco molesta que lo habíamos hecho muy mal: «¿Y luego queremos reducir esto a 10 kilos cada uno?, cuando no hemos podido hacer una maleta de 20 kilos…» Yo no le hacía mucho caso, aunque tuviera razón.
Finalmente las últimas ultimísimas cajas las llevamos a las cuatro de la tarde. A la misma hora que entregamos el piso, y de ahí al aeropuerto. Así que no fue nada agradable la despedida: fue una mudanza.
Unos amigos debieron de pensar lo mismo. Blas, Giova y Lando se acercaron al aeropuerto a despedirnos.
—Es que el domingo que nos vimos nos despedimos como si nos fuéramos a ver el siguiente fin de semana ¡y se van un año, carajo! —soltó ella firme, un poco para justificar verlos ahí.
Y tiene razón. Solo será un año, que pasa muy rápido. No es nada. Lando tendrá 4 (creo); España seguirá sin resolver sus problemas y su presidente sin declararse hacía ningún lado en nada importante; Peña Nieto seguirá demadrando México y Trump también; y nosotros –con tres maletas y apurando las primeras noches con pintas de cerveza hasta justo minutos antes de que salga el último autobús que nos lleva al pueblo, Long Ashton, a donde hemos ido a parar–, viviendo al límite.~
*Imagen: relojes (que no marcan ni una hora logíca) en la estación de autobuses de Bristol
Buen viaje! Te faltó decir que Cataluña seguirá siendo parte de España, y Messi el mejor jugador del mundo 😉