Hibridaciones sinápticas
Hibridaciones sinápticas, una nueva columna, de Iliana Vargas
Hibridaciones sinápticas, una nueva columna, de Iliana Vargas
Una #intervención de Horacio Warpola, bastante interesante y experimental.
Un cuento de Luis Humberto Crosthwaite, intervención de Rodolfo JM.
Lo cool, según Rafa Saavedra, con una intervención de Gerardo Sifuentes
Un cuento de Tristana Landeros, intervención de Rodolfo JM, ilustraciones de Luis Alberto Moreno Reynoso.
«#Intervenciones es proyecto de exploración y experimentación que reúne literatura y las posibilidades de lectura que ofrece Internet», a propósito de la crear experiencias desde las historias y lo digital.
Rodolfo Enrique Fogwill nación en Buenos Aires en 1941 y falleció en 2010. Estudió sociología y trabajó como publicista y especialista en marketing. En 1979 obtuvo un sustancioso premio por su cuento: Muchacha punk, que tuvo tal repercusión que le permitió dedicarse a la escritura.
«Desde hace algunos años, el mundo de la literatura vive agitado.» Prólogo de la antología de relatos “De los traumas del mundillo editorial”, por Humberto Bedolla.
“¿Has oído hablar de Pac Man? Piénsalo. Es como si Kafka hubiese escrito una historia de Lovecraft.”
—Zach Weiner, Saturday Morning Breakfast Cereal
«Llego a la noche, en particular, a mi cama. No niego el romanticismo de la luz de las velas, ni el esfuerzo que implica leer con ello, tampoco la eficiencia de iluminación de una lámpara halógena de mesa, pero sí reniego de la molestia de, llegado el sueño, cerrar el libro y apagar la luz. ¿De dónde entonces provinieron esos rayos de luz?, ¿qué iluminó a qué: la lámpara al libro, o el libro a mí (y a la lámpara, y cama, etcétera)?» El autor nos cuenta su opinión sobre el libro electrónico
«¿Qué pasará con la biblioteca tal y como la conocemos hoy? ¿Los acervos gigantescos de libros impresos en papel se conservarán en un futuro no tan inmediato? La velocidad de miniaturización de los componentes de memorias digitales, discos duros y demás artefactos corre de manera tan acelerada que no es descabellado pensar que, en determinado momento, un usuario de los fondos bibliográficos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos (por poner un ejemplo) podrá llevar en su mochila el acervo completo.»
«Hay sentidos en que el libro no sirve para nada –nada exquisito o enriquecedor– y en esa medida, conviene admitir que resulta de gran utilidad en una casa. Su modo de ocupar el espacio representa su mayor valor añadido. La humanidad resiste mal los huecos. Una estantería vacía sólo es menos triste que el agujero que ha dejado un cuadro o un plato al descolgarse.»