Juan Peregrino no salva al mundo
Texto: Rafael Villegas /Intervención: Enrique Urbina
‘El rincón del celuloide’, #columna sobre cine, con Daniel Arellano en los mandos
Un texto-invitación de Marcos Pico Renteria
Cómo el ciberpunk en el cine muestra distopías cada vez más cercanas. Un ensayo de Pedro Alcoba
«Ray confirmó el hechizo: ¿Cómo vivir para siempre? Escribiendo libros asombrosos.» Texto de Gabriela Damián
En El castillo de If: Mira el lado positivo de la vida, de Édgar Adrián Mora /ilustración de Eduardo Mora.
La ruptura de un romance, el fracaso de un proyecto, un accidente, por nimio que sea, pueden descarrilar la vida. No se necesita tanto para noquearnos.» De Wild, y dos mexicanas, en Cine con Ira.
Inauguramos Cine con Ira, el nuevo blog de Ira Franco. Y comienza dandonos la recomendación para esa noche: «No los vean. Punto.»
¿No son molestos, muy molestos, los que respiran fuerte, miran el teléfono o hablan en el cine?
«En la época actual, en que se ha popularizado bastante los entresijos de la industria cinematográfica, casi cualquiera sabe lo que es un guión. Los cinéfilos saben que los buenos guiones son deseados y cotizados. ¿Pero cómo es el proceso de elaboración de ese mecanismo de relojería perfecta que convencerá al productor para invertir su dinero en él y dejará a los espectadores con la boca abierta?» El autor nos acerca al nacimiento y vida de un guión cinematográfico
“¿Has oído hablar de Pac Man? Piénsalo. Es como si Kafka hubiese escrito una historia de Lovecraft.”
—Zach Weiner, Saturday Morning Breakfast Cereal
“Hoy buscará en internet la manera de conectar otra vez con su cultura y, como parte importante de ella, su idioma”
A mi abuela le enamoraba la cara de justo de Gary Cooper y sus ojos azul “decente”. Tenía una devoción inexplicable por las películas del oeste, por las fábulas de moraleja blandita. Viniendo de una de las dos Españas, distinguía fácilmente, sin pegar la oreja al suelo, a los pieles rojas de los nacionales y, a los rojos de piel dura, de tanto sheriff suelto. Los malos y los buenos, a pelo y sin montura. Sin matices, sin psicoanálisis, ni giro argumental. La historia la escriben los ganadores y los derechos de autor se tributaban a la arrogancia de estos colonos. Los indios eran calderilla y demasiada multitud para llevarse bien con ellos.
Desde hace tres décadas apareció en el campo cinematográfico el término snuff para designar a aquellas películas que durante su filmación muestran la muerte real de alguno de los actores.[1] Los videos de muertes verdaderas invaden hoy la red de redes como parte de la cultura del displacer.